17/Oct/05

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Científicos descubren cómo se programa la muerte de células

(La Crónica) - Científicos del Instituto de Biología de La Jolla, en California, lograron manipular el fenómeno conocido como apoptosis o muerte celular programada, y consiguieron, mediante un "botón molecular", acelerar o retrasar la muerte de las células en un estudio destinado a la construcción de un "mapa de la muerte".

En el fondo se trata de saber por qué ocurre y cómo se decide si una célula vive o muere. Es un misterio tan intrincado como conocer el origen de la vida, afirman los autores del estudio.

Por ello, científicos moleculares de varias instituciones realizan este mapa de la muerte, que es un programa que estudia los caminos y procesos que toman las proteínas para la llamada apoptosis o muerte celular programada.

En los primeros resultados, publicados en la revista Science, los científicos lograron diseñar lo que llamaron "botones de la muerte", es decir, la activación de ciertas reacciones en moléculas de proteínas de mitocondrias en células, cuya muerte programada se conoce.

Es un primer paso hacia un mapa, similar al del genoma, para conocer cuánto va vivir una célula y, eventualmente, manipularlo.

La muerte celular es un acto fundamental de la vida. En organismos multicelulares, es críticamente importante para la organización de células y tejidos. En animales, el mecanismo preeminente de la mayoría de las muertes celulares se da por apoptosis, y en los vertebrados, éste fenómeno se da por el camino mitocondrial.

Las mitocondrias son pequeños organelos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular. Actúan como centrales energéticas de la célula.

La clave de estos estudios es el conocimiento de las estructuras y funciones de las membranas que recubren de las mitocondrias, ya que la entrada de determinadas proteínas a través de ellas produce la muerte o la supervivencia temporal de la célula.

Reloj: la muerte celular puede ser inducida o programada

Hay células que viven determinado número de días, semanas, meses, años, y depende de cuánto tiene programado vivir, en una especie de reloj interno, o de la reacción a ciertos eventos, algunos también programados y otros fortuitos. Por poner un símil, es como si la célula "abriera la puerta" a la muerte, al permitirle entrar a ciertas proteínas, que desencadenan los procesos de disolución celular.

Paradójicamente, la muerte celular es uno de los procesos fundamentales de conservación de la vida del organismo. Es a través de la renovación celular como se conservan funcionales y sanos los tejidos y sistemas complejos.

En los hechos, enfermedades como el cáncer y otras degenerativas resultan de un desorden celular en el que "sobreviven" y se reproducen hasta formar tumores y ocupar el lugar de células sanas.

Sin embargo, a cierta edad, las células de determinados órganos empiezan a declinar en número y calidad, y entonces los tejidos, órganos, organismos y animales envejecen y mueren.

La supervivencia o muerte de una célula es una decisión binaria, y la mayoría de las muertes de células en vertebrados depende de este "camino mitocondrial de la apoptosis".

Botones

Los científicos idearon la construcción de "botones experimentales", con los que buscaron emular las "entradas y salidas" de proteínas en las células, y así observar si era posible, primero, saber cuáles son estos caminos, y después, manipularlos.

Aunque este experimento es en realidad aleatorio, pues sólo se usan proteínas conocidas, y todavía se desconocen muchas de ellas, y las interacciones que pueden dar como resultado la muerte o la prolongación de la vida de las células.

Los científicos saben que todavía deben aprender a reconocer cuáles de estas proteínas actúan directamente y cuáles son sólo factores de desencadenamiento.

Desde luego es fácil sobre interpretar los alcances de estos estudios, afirman los autores, "pero es el primer paso, el elemental en el camino de reconocer señales celulares paradigmáticas, aquéllas que nos den luz sobre el fenómeno de muerte celular." El reto por delante es casi tan titánico como el proyecto del genoma humano.

Se trata de hacer un mapa de conexiones y señales celulares, una base de datos para cada tipo de célula, en cada reino y especie por especie. La eventual manipulación de los procesos celulares es el último reducto biológico, en el sentido de conocer los más profundos misterios de la evolución, la vida y la muerte, en su más profundo e íntimo significado, cómo y por qué vivimos y morimos.