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Publicaciones reseñadas: "A punta de espada", de Ellen Kushner
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A punta de espada
Ellen Kushner
Título original: Swordspoint
Traductor: Manuel de los Reyes
Ilustración y rótulo de cubierta: Alejandro Terán
Diseño de colección: Alberto Cairo
Col. Bibliópolis Fantástica n° 34
288 págs., 17,95 euros
ISBN: 84-96173-38-0
En primer lugar, es una novela de fantasía atípica. No hay magia, no hay elfos, ni enanos, ni otras razas. No hay múltiples mundos
entrecruzándose, excepto en el plano metafórico. No hay una magna lucha entre el Bien
y el Mal. No aparecen dioses ni ángeles, ni dragones. No aparece ningún tópico de los que estamos acostumbrados a ver en los
anaqueles reservados a la fantasía. Es una novela más parecida a las de Alejandro Dumas que a las de Tolkien, Leguin o McCaffrey.
Es capa y espada, en vez de sword & sorcery.
Todos los personajes son humanos comunes, y uno de los aciertos de la autora es describirlo en su humanidad, su
complejidad, sus dobleces. Hay un amplio uso de estereotipos, sin embargo, y en una novela tan descriptiva
de las relaciones personales, sería bueno dar más relieve a las personalidades.
La novela se desarrolla en una ciudad sin nombre, la autora se niega explícitamente a ponerle nombre. En
esta ciudad, de un país también innominado, vemos interactuar a la clase de los nobles con el pueblo y la gente
de los barrios bajos. En particular, un barrio bajo llamado "la Ribera" , es la sede de los espadachines. Espadachines de alquiler, que los nobles usan para
resolver sus disputas sobre puntos de honor, o bien para perpetrar asesinatos de sus enemigos...
Por supuesto, hay un código para estos usos en duelos, y muchas intrigas políticas circulan en la novela a raíz de esto.
Pero los espadachines no son simples armas en manos de los nobles, no son máquinas de matar sin
conciencia ni personalidad. Kushner nos describe la acción a través del mejor y más reputado de los espadachines, y los
conflictos que debe atravesar en una historia de amor. Este amor, para continuar con la ruptura de los estereotipos del género, no es con una doncella,
amazona ni princesa... sino con un larguirucho estudiante. De todos modos, aunque esta relación amorosa
es uno de los más importantes ejes y motores de la trama, no hay descripciones explícitas de la misma.
Curiosamente, en una novela centrada en los espadachines y los duelos, tampoco hay descripciones
explícitas de duelos o peleas, apenas un trazo leve, una narración apresurada y sin detalle. Tal vez Ellen Kushner no haya
querido incursionar en el campo de la esgrima, lo desconoce, o piensa que sería aburrido para el lector. Tal vez simplemente, sigue la misma
tradición de Dumas que mencionaba antes, que tampoco describía los combates de sus invencibles espadachines.
No es casual que el subtítulo sea "Un melodrama de costumbres", los usos y costumbres de la gente tienen
mucha mayor preponderancia aquí que la acción, y son más importantes para entender lo que sucede. A tal punto,
que este texto se considera paradigmático de una corriente del género de fantasía llamada Mannerpunk.
Los que gusten de las intrigas políticas tendrán aquí con qué entretenerse. Es el
deporte de casi todos los nobles descriptos, seguido de cerca por la frivolidad. Los nobles parecen sacados de la Corte de alguno de los
Luises franceses, preocupados por la moda, ingeniosos y sofisticados, taimados y siempre dispuestos a usar a otros para pelear sus batallas. Sin embargo, el
nivel de intrigas no llega a complejidades excesivas para el lector. Kushner tampoco apela a golpes
sorpresivos, el transcurso de los sucesos es normal y esperado.
La novela muestra constantemente dualidades complementarias: los nobles y el pueblo, los nobles y los
espadachines, el barrio alto y el barrio bajo, el estudiante y el espadachín, el honor y el amor. La única dualidad
que no aparece, es la del bien y el mal, algo que no podemos menos que agradecer.
En verdad, es difícil decir en dónde reside el encanto de esta novela. Es agradable de leer, la prosa
está muy trabajada para ser ligera y precisa, no es una novela de la cual uno pueda quitar muchas cosas. El manejo
de los diálogos es impecable y envidiable. La acción es continua, aunque no vertiginosa. Los personajes son interesantes, aunque ninguno sea
particularmente agradable. Creo que estamos en un caso netamente estructural: la novela es mucho más que la suma
de sus partes. Toda la construcción como conjunto funciona muy bien, atrae al lector y lo mantiene interesado en lo que sucede. Sin golpes de efecto, sin
bajar el nivel. Sólo con una excelente escritura.
Aparte de la novela principal, el libro incluye unas palabras de la escritora acerca de este mundo, que
continuó utilizando y explorando en otras obras. Y dos cuentos cortos, para mi gusto, aún mejores que la novela.
Uno de ellos es una escena de la vida del dueto principal, el otro nos permite, unos cuantos años después, saber qué les sucedió.
Eso siempre es agradable para el lector interesado ya que, como la misma autora dice, siempre que uno termina un libro es
inevitable preguntarse "¿Y qué pasó después?"
En síntesis, una novela muy bien construida, de agradable lectura, centrada en personajes e intrigas
más que en efectos especiales y rarezas. Fuera de todos los tópicos de la fantasía actual, una obra que brilla con
luz propia. Esperemos a ver si se publican en español los otros libros sobre este escenario que tiene la autora.
Carlos E. Ferro para Axxón
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