12/Ene/06

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Un centenar de españoles ha apostado ya por la criogenización

Conservar su cuerpo en frío una vez muerto con la esperanza de ser resucitados algún día, cuando la ciencia pueda solucionar las causas de su muerte.

(Sur Digital) - Imaginar el cuerpo de un cadáver congelado en una cápsula a -196 grados recuerda a la obra maestra del cine de ciencia ficción 2001: una Odisea en el espacio. En la película de Stanley Kubrick, se muestra la posibilidad de enviar una gran nave espacial hasta Júpiter con la tripulación criogenizada. Una reflexión sobre la evolución de la ciencia, capaz de congelar los cuerpos humanos para después devolverlos a la vida. Los aficionados a la CF también recordamos las varias películas de la serie Alien.

Pero la realidad, a veces, supera a la ficción.

¿Pagaría 120.000 euros por tener la posibilidad de volver a la vida una vez muerto? Hay quien lo tiene claro. "Ver lo que pasaría después de muchos años, me haría una gran ilusión2. Andrés Albarrán es funcionario e ingeniero, y a sus 72 años tiene en mente criogenizarse. Es el presidente de la Sociedad Española de Criogenización (SEC), en funcionamiento desde 1998. La entidad aglutina a un centenar de españoles que ven en la criónica la oportunidad de volver a la vida. Esperan que los avances de la ciencia puedan revertir en el futuro el daño producido por la congelación y hallar cura para las enfermedades que hoy les van a matar. Para ello, están dispuestos a apretarse el cinturón, superar trabas legales y omitir el escepticismo científico y social.

"La criogenización es un sistema de conservación de las estructuras biológicas mediante el frío", explica Albarrán. Las investigaciones comenzaron sobre los años 60 de la mano del doctor Ettinger. En España, por el momento, la criónica carece de base legal. "Ni siquiera permiten sacar los cadáveres del país, salvo embalsamados, lo cual resulta inútil para poder practicar esta técnica", aduce Albarrán. Hasta la fecha, la congelación de cadáveres sólo se practica en Estados Unidos, donde existen tres sociedades criogénicas en las que tras el pago de una especie de seguro de vida, 120.000 euros, garantizan el mantenimiento del cuerpo y del personal disponible para asistirles día y noche hasta que puedan revivirlos. "No tenemos otra solución que irnos allí. Así que, cuando empiece a enfermar, pasaré largos periodos de tiempo en EE.UU., cerca de un centro de criónica".

Fe en los científicos

Una vez declarado clínicamente muerto, el cuerpo debe congelarse inmediatamente. "Las células del cerebro, que es el alma del cuerpo, sólo se mantienen vivas entre cinco y ocho minutos", explica albarrán. El peligro de esta técnica es que la sangre se hiele y rompa las venas. "El cadáver se conserva en un cilindro isotérmico de acero inoxidable que contiene un líquido especial —nitrógeno— para que la sangre no se convierta en cristal y rasgue los tejidos. Terminado el proceso, el cuerpo es trasladado a un almacén". De momento, no se ha descongelado ningún cadáver. Sólo se ha experimentado con animales en hibernación, con relativo éxito. Este proceso es diferente, ya que supone "la suspensión temporal de la actividad vital en determinados seres vivos, como la marmota y el oso polar". La criónica, sin embargo, sólo se aplica en personas que están legalmente muertas y que esperan que la ciencia futura pueda revertir el daño debido al proceso de criopreservación.

"Imagínate que te entierran o te incineran. En esos casos, las posibilidades de regresar a la vida son cero. Si te criogenizan, puedes poner todos los ceros que quieras, pero al final aparece un uno". La lógica de Albarrán se basa en la fortuna. "Es como comprar un boleto de lotería. Los días previos al Gordo se viven con mucha ilusión y justifican el gasto que supone. Esto sería parecido salvo que, si no toca, no te enteras".

Reconstruir el ADN

Las probabilidades reales de que en un futuro puedan ser resucitados son hoy mínimas. "Yo creo que los avances científicos están en un 90%". La posibilidad de conservar óvulos humanos en frío sin que pierdan su capacidad es un argumento al que recurren con frecuencia los partidarios de la criogenización. Y, además, están las expectativas creadas por nuevas disciplinas como la nanotecnología, que prevé la reconstrucción del ADN dañado durante el proceso de criopreservación. 2Es como cuando vamos al médico para que nos prolongue la vida curándonos las enfermedades que padecemos. Hay que tener fe en los científicos".

Sin embargo, son pocas las personas que se apuntan a este tipo de asociaciones. Un centenar en España y setecientas en la Fundación Alcor para la Extensión de la Vida, la más conocida de las sociedades sin ánimo de lucro que lleva tres décadas funcionando en California y que, actualmente, actúa en Arizona. Aquellos que confían lo hacen como última tabla de salvación. "No hay más remedio. Hay que hacer frente a la situación, porque al final te entierran y se te acaban todas las esperanzas", dice Albarrán. Esto mismo, posiblemente, pensó la familia de una joven de 18 años que murió de una dolencia cardiaca mal diagnosticada. Se convirtió en la primera ciudadana española crioconservada.

Aportado por Eduardo J. Carletti