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Genetistas piden reclasificación Chimpancés al género humano
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Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta, Estados Unidos, después de comparar el ADN de seres humanos, chimpancés, gorilas y
orangutanes, piden oficialmente que se reclasifique al chimpancé (Pan troglodytes) como parte de la familia del humano, en el género Homo
(La Cónica) - Los científicos aseguran que ahora tienen pruebas genéticas de que el chimpancé es un pariente mucho más cercano al ser humano que a otros
primates. "Usan utensilios como nosotros, se comunican con su propio lenguaje e incluso tienen hábitos y costumbres "casi humanas".
Descubrieron "sorprendentes similitudes" en la forma como los chimpancés y los humanos evolucionaron.
Las revelaciones atizan un debate de mucho tiempo, aseguró Amparo Latorre, profesora de genética evolutiva del Instituto Cavanilles de Biodiversidad en
Valencia, España y coautora del estudio.
"A raíz de la secuenciación del genoma del chimpancé se sabía que éste estaba más emparentado con el hombre que con el gorila", señaló Latorre.
Reloj molecular. Los investigadores compararon 63 millones de pares base de ADN de diferentes especies.
En el ADN los científicos analizaron lo que llaman el reloj molecular de la especie, es decir, la tasa a la que evoluciona el código genético del animal.
Las pruebas mostraron que aún cuando los humanos y los chimpancés se separaron de un antepasado común hace entre 5 y 7 millones de años, la velocidad a la
que evolucionaron sus códigos genéticos fue muy parecida.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de EEUU, sólo registra una diferencia de 3% entre las tasas de
evolución de ambas especies.
Y encontró que la tasa de evolución de chimpancés y humanos era mucho más lenta que la de gorilas y orangutanes. Según los investigadores, un reloj molecular
lento sugiere que el lapso de tiempo que pasa entre las generaciones es largo. Históricamente, esta característica ha colocado al ser humano en una categoría
superior a la de los grandes primates.
Pero tal como señala uno de los autores del estudio, Navin Elango, "descubrimos que el lapso de generaciones del chimpancé es mucho más parecido al del
humano que al de otros primates".
"Este estudio apoya la hipótesis de que el ser humano y el chimpancé deberían estar clasificados en el mismo género, porque no sólo compartimos genomas
extremadamente similares, sino también un lapso de generación similar", afirman los investigadores.
¿Homo pan? El pedido para clasificar al chimpancé en la misma categoría genética del ser humano no es nuevo. Pero sí es muy controvertido.
Las dudas sobre la posición del chimpancé en el árbol evolutivo comenzaron en el siglo XVIII, cuando los científicos nombraron la especie por primera vez.
En ese entonces notaron las sorprendentes similitudes del animal con el humano y colocaron bajo el mismo género Homo.
Sin embargo, un siglo después el chimpancé fue reclasificado en el género Pan, al cual pertenece hoy en día. El debate se reinició con la publicación del
genoma del chimpancé.
Según Latorre, existen marcadas diferencias de otra naturaleza entre estas especies.
"Las diferencias no son necesariamente en cuanto al número de genes sino, por ejemplo la expresión de cada uno de estos genes y la forma como han
evolucionado", le explicó a BBC Mundo la investigadora.
Por ejemplo, dice Latorre, un gen en el humano puede tener más de una función, que a lo mejor no tiene el chimpancé, como poder hablar, o pensar.
"Estábamos esperando el genoma del chimpancé para ver cuánto nos parecíamos a ellos", dice Amparo Latorre. "Y descubrimos que quizás sólo 1% de
nuestros genes nos diferencian, pero ese 1% contiene las claves que claramente nos hacen diferentes a los humanos".
Según la investigadora, falta mucho aún por descubrir sobre las características genéticas que nos asemejan y diferencian de los primates. "Pero estudios como
éste nos servirán para poder investigar más sobre ese parentesco de los primates con el humano que claramente cada vez es más cercano", afirma.
Homo o Pan
La clasificación taxonómica de los chimpancés ha sufrido variaciones a lo largo del tiempo. La ausencia de fósiles, además de la incertidumbre de cuán parecidos
eran genéticamente a los humanos, provocaron una polémica científica que derivó en la clasificación "políticamente correcta" de Pan, es decir, primate. El
año pasado, al tiempo que terminaron la secuencia genética del chimpancé, se encontraron los primeros fósiles en África, que demuestra que coexistieron en la
parte central y oriental de África, lo que indica una separación evolutiva más cercana a lo que se pensaba.
Reloj lento
La diferencia en los genes entre humanos y chimpancés se reduce a menos de 1 por ciento, y se explica por la lentitud con que se han registrado los cambios
genéticos en nuestra especie. Este reloj molecular diferente en regiones clave explica por qué tomamos, cada especie, un camino diferente y algunas expresiones
físicas y, sobre todo, intelectuales, nos hicieron evolucionar a otro ritmo. Contra lo que se pensaba, no es que vayamos más rápido, todo lo contrario, la ventaja,
si es que la hay, consistió en un ritmo evolutivo más pausado, lo que dio tiempo a consolidar ventajas adaptativas.
Son capaces de crear cultura
Una investigación, realizada en agosto del año pasado por expertos en primates de la Universidad St. Andrews, de Inglaterra, y de la de Emory, en Atlanta,
Estados Unidos, reveló que los chimpancés son capaces de crear cultura.
En el estudio, tres grupos de chimpancés del Centro Nacional de Investigación en Primates Yerkes, en Emory, fueron puestos frente a un problema al que se
enfrentan en la naturaleza: obtener alimento.
Se sospechaba de hace tiempo, a partir de observaciones de los animales salvajes, que ocurría cierta transmisión de conocimientos y desarrollo de patrones a
través de la imitación, pero no había sido demostrado directamente.
Ericka y Georgia. Presentaron a dos grupos distintos de chimpancés el problema de recuperar un trozo de comida atascado detrás de una tubería bloqueada.
Los investigadores le enseñaron en secreto a un chimpancé de cada grupo, es decri, una forma novedosa de resolver el problema.
A la chimpancé Ericka se le enseñó a usar una vara para levantar el bloqueo y lograr que la comida cayera fuera del tubo. Otra hembra chimpancé, Georgia, fue
entrenada a empujar la bola de comida hasta que saliera por la parte de atrás de los tubos.
Cada chimpancé fue reunido después con su grupo y los científicos observaron como se comportaban. Ellos encontraron que los chimpancés se reunían
alrededor de Ericka o de Georgia y pronto copiaban su comportamiento.
Al final de dos meses, los dos grupos distintos estaban todavía utilizando su propio método de sacar la comida y así habían sido establecidas dos tradiciones
culturales diferentes.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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