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Publicaciones recibidas: "El Azogue", de China Miéville
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Un cuento de Borges es la excusa para llevarnos a un Londres postapocalíptico y mágico, donde los humanos llevan las de perder. Reseñamos esta nouvelle de
China Miéville.
Título: El azogue
Título original: The Tain
Autor: China Miéville
Traducción: Marcelo Cohen
Colección: Línea C
Editorial: Interzona
Buenos Aires, 2006
Hay que reconocer la valentía de Marcelo Cohen, responsable de Línea C de Interzona y no sólo en la elección de los títulos, sino también de las
traducciones... ¿Línea "C" será por Cohen? por haber publicado en la Argentina a uno de los autores más interesantes de la literatura fantástica
internacional: el británico (y socialista para más datos) China Miéville. "El Azogue" no es su obra cumbre ésta habría que buscarla en alguna de las novelas de
la saga de Nueva Crobuzón: La estación de la calle Perdido, La cicatriz y sobre todo El Consejo de Hierro, pero en esta novela corta
se percibe parte del arsenal de maravillas que Miéville tiene como marca de fábrica.
Cabe aclarar que "El Azogue" es posterior a los otros relatos mencionados, pero bien podría haber sido su campo de ensayos estilísticos y creativos.
Hay varias cosas que Miéville sabe hacer: empujar al lector a un clima de extrañeza urbana y decadencia y "empujar" parece la palabra más adecuada para
describir la sensación; construir sus universos con una coherencia férrea que parece más propia de la ciencia ficción que de la fantasía; calar en el espíritu
humano, dotando de vital carnadura a los personajes; y huir de los lugares comunes, aunque esto signifique a veces cierto naufragio del argumento en las aguas
del desencanto (el de los personajes, desde luego).
"El Azogue" parte de un cuento corto de Jorge Luis Borges: "Animales de los espejos", en el Libro de los seres imaginarios (1968). Miéville lleva la idea
del maestro mucho más allá, ubicándonos en un Londres fuera del tiempo donde la invasión especular ya dio comienzo. El protagonista de esta virtual parábola
es Sholl: un humano que se declara neutral en la guerra, pero que parece tener la clave para resolver el enfrentamiento. La búsqueda de Sholl alterna con el
relato de un "imago", un ser especular que ha roto las ataduras del vidrio, el metal y el azogue para entrar en nuestra dimensión.
Es un relato cansino, que destila poco a poco los detalles de ese inquietante mundo "invadido" y sus habitantes, pero que al final de cuentas deja con ganas de
más. Miéville nos deslumbra con esa Londres postapocalíptica y mágica, e incluso nos codea con los supervivientes de esta pesadilla, pero en algún punto del
último tercio del relato pierde el pie: el cuento fluye por simple inercia, y el final puede ser un poco crudo. Un callejón sin salida.
Con todo, la nouvelle tiene algunas exquisiteces que vale la pena probar, sobre todo si uno es "virgen" en la lectura de Miéville.
Alejandro Alonso para Axxón y Garrafex News.
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Más información:
El Azogue en Interzona
Publicaciones recibidas: El Consejo de Hierro, de China Miéville