11/Ago/07

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Vacas mutiladas: entre el misterio y la explicación científica

En los últimos dos meses se repitieron los casos en Tala y el departamento Paraná. Un jefe de Policía se preocupa por el tema y concurre al lugar de cada hallazgo. Para el Inta Balcarce no hay nada sobrenatural.

Cada tanto, cíclicamente, el tema vuelve a ser noticia: el caso de las vacas que aparecen muertas, con extraños cortes en determinados lugares del cuerpo (boca, ubre, zonas genitales) y, según dicen, con características inexplicables, provoca conmoción y curiosidad por igual.

En los últimos dos meses, el misterio volvió a cobrar interés: en los departamentos Tala y Paraná nuevamente se encontraron vacunos muertos y mutilados.

Desde extraterrestres hasta roedores son las explicaciones que se difunden. Lo cierto es que para los productores se trata de un fenómeno desconocido y sin resolución.

SEÑALES. "La gente que desde hace mucho tiempo vive en el campo dice que le llama la atención la forma en que se encuentran los animales, que no se les acerca otro animal a comerle la carne. Aparecen laceraciones que no son normales, no hay señales de que el animal se haya defendido, sino que aparece como dormido en el suelo", precisó el comisario Bernardo Sibulofsky, jefe departamental de la Policía de Tala.

Si bien no hay denuncias presentadas por estos casos, la Policía de Tala actúa de oficio cada vez que se difunde el hallazgo de uno de estos fenómenos. "Cuando nosotros tomamos conocimiento de un caso tratamos de concurrir a los lugares para familiarizarnos y recabar datos que puedan ser útiles a la comunidad", indicó el uniformado. Así, un veterinario de la Policía también concurre al lugar y toma muestras de los cadáveres para después brindar un informe.

El primer hecho con el que tomaron contacto ocurrió en la zona de Maciá: el dueño de un campo había encontrado el cadáver de una vaca mutilado y le llamó la atención que otros animales no se le acerquen a comer de la carroña, además de los cortes lacerados y la carencia de algunos órganos como la ubre, el ano y la lengua.

Después, vinieron otros casos en Altamirano, Maciá, Sola y últimamente en las cercanías de Rosario del Tala. "En los últimos dos meses se presentaron muchos casos en distintos lugares", continuó.

VISIÓN. Sibulofsky aclaró que la intervención que la fuerza realiza tiene que ver estrictamente con la búsqueda de alguna situación delictiva. "Nuestros ojos ven lo estrictamente policial", subrayó, pero relató que un grupo de jóvenes está trabajando en otros niveles de investigación.

"Ellos encuentran lo que nosotros no encontramos, por ejemplo que las mutilaciones siempre están bajo una línea de electricidad de alta tensión; que siempre hay depósitos de agua cerca; en algunos árboles encuentran señales como cortes y huellas. Estos jóvenes aseguran que si ponen un celular sobre el cuerpo de la vaca, éste se apaga, o que una brújula se vuelve loca. Ellos hablan de un campo magnético", contó el comisario.

Si bien no reveló la identidad de los jóvenes investigadores, se supo que son de las ciudades de Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguay y que mantienen al tanto a las autoridades policiales sobre sus avances. Es que cada vez que un nuevo caso surge a la luz, ellos viajan por sus propios medios para tomar fotografías y recoger muestras y rastros.

"A veces llegamos al lugar 15 días después de muerto el animal y encontramos que el cuerpo ni siquiera tiene rigidez cadavérica y no hay olor", destacó el jefe policial. Generalmente, están en el medio del monte, adonde es difícil llegar en vehículos.

"A la gente le llama mucho la atención", indicó y dijo que en no pocas ocasiones avisan a la policía.

REFUTACIÓN. Sin embargo, cada leyenda tiene su refutador, alguien que intenta explicar de manera racional los fenómenos incomprensibles para el común de la gente.

Así, en la delegación regional Balcarce del Inta, una zona donde hace unos años se repitieron numerosos casos de vacas mutiladas, decidieron realizar una experimentación: abandonaron en el campo el cadáver de una vaca muerta, colocaron cámaras de video y fueron observando las consecuencias.

"Filmamos lo que iba pasando con el animal; pusimos trampas, y encontramos atrapados zorros, ratones de dimensiones muy grandes. Toda fauna natural, nada extraordinario", relató a El Diario Ernesto Odriozolla, jefe del Servicio de Diagnóstico del Inta Balcarce. "Por las condiciones de falta de comida, hay una mayor concentración de esta fauna y eso hace que se coman los animales", manifestó luego. Con respecto a los cortes en la carne, indicó que "eran totalmente iguales" a los que se encuentran en estos casos de vacas mutiladas: "Con un seguimiento cercano se podía ver hasta las marcas de los dientes. Lo que pasa es que con el transcurso del tiempo se va secando el cuero y queda con ese aspecto".

En la experiencia, los científicos verificaron que se acercaban a comer del cadáver diferentes tipos de animales, que iban dejando sus huellas o restos de excrementos: aves (caranchos y otros que se alimentan de carroña), peludos, zorros y ratones comunes. Estos bichos comenzaban a comer las partes blandas: comisuras de los labios, ubres, anos, vulvas. "Empiezan por los lugares donde el cuero tiene menos grosor y van entrando por el cadáver y se comen los órganos internos", señaló.

Con respecto a que los casos se repiten durante una época y luego dejan de suceder, Odriozolla explicó: "Lo que pudimos ver en ese momento (no quiero decir que se trate de todos los casos) es que coincidió con una época de mucha agua, inundaciones, que hacía que toda la fauna buscara los terrenos altos, que el alimento se había reducido. Eso hacía que en una noche se comiera un cadáver".

Tan es así, que para los especialistas del Inta Balcarce no existe ningún misterio con este tema: "Si uno se pone a ligar ciertos factores climáticos con falta de alimentación, se puede llegar a explicar. Las filmaciones son llamativas: el primer día se comían una parte, al segundo avanzaban más, y al tercero ya se veía el caminito de los ratones. Al cuarto día ya hacían cuevas y madrigueras cerca del cadáver", describió.

Finalmente, sintetizó su explicación: "Se trata de un desequilibrio de la fauna, nada más".

No sólo en la Argentina

El misterio de las vacas no es argentino ni nuevo. La historia se repite, casi sin diferencias, en distintas épocas y lugares del mundo. Siempre son animales que aparecen muertos en condiciones extrañas. En Estados Unidos las historias se repiten desde los ‘70 y existe, incluso, un voluminoso informe del FBI a propósito del tema, que fue desclasificado. Pero las explicaciones son tan variadas como insatisfactorias: desde la acción de animales carroñeros (la teoría con más aceptación oficial en Estados Unidos) a la intervención de sectas satánicas y, en un plano más delirante, el paso de extraterrestres por la Tierra.

Las descripciones llaman la atención por su similitud. El relato de los rancheros norteamericanos parece idéntico al de los productores de Entre Ríos, La Pampa, Buenos Aires o Río Negro.

Un cable de la agencia AP de marzo de 1998 reprodujo, por ejemplo, la historia de Jessie González, de Arroyo Hondo, Nuevo México: "González se ocupaba de su ganado cuando se topó con una visión aterradora. En los pastos, uno de sus toros yacía mutilado. Un agujero grande y limpio había sido cortado en el flanco y el ano del animal había sido extraído. Pero la escena era extraña, porque no salía sangre de la herida".

En 1980, el FBI nombró a Kenneth Rommel al frente de una Unidad Especial de Investigaciones sobre las mutilaciones animales. En una carta al director del FBI, Rommel consideró que "las fuentes más creíbles atribuyeron este daño a predadores normales y la actividad de carroñeros. Sin embargo, ciertos segmentos de la población lo adjudican a otras causas, como Ovnis o una gigantesca conspiración gubernamental". Finalmente, ésa fue su conclusión: que no hubo nunca información "que justifique la creencia de que los animales fueron intencionalmente mutilados por seres humanos".

Fuente: El Diario. Aportado por Francisco Costantini