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Gusanos tratados con antidepresivos viven más
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Encuentran que la administración de un fármaco usado para el tratamiento de la depresión alarga la vida de gusanos adultos.
Un equipo de investigadores de Howard Hughes Medical Institute (HHMI) liderados por Linda B. Buck encuentra que la administración de un fármaco
usado para el tratamiento de la depresión alarga la vida de gusanos adultos. El descubrimiento ha sido una sorpresa para los investigadores implicados.
El fármaco utilizado fue mianserín (comercializado como Tolvon y distinto del Prozac, Paxil o Zoloft) y alarga la vida de los gusanos nematodos
Caenorhabditis elegans en un 30%. El nematodo C. elegans es el típico animal de experimentación en los laboratorios de genética y desarrollo,
es fácil de criar y compartimos muchos genes con él.
El estudio indica que esta extensión del promedio de vida en estos gusanos se podría relacionar con el alargamiento de la vida basado en dietas de restricción
calórica, ya que la administración de este fármaco a gusanos de referencia que ya estaban en dieta de restricción calórica no producía ningún efecto sobre la
duración de sus vidas. No obstante los investigadores no tienen una explicación detallada para el fenómeno.
Desde hace ya bastantes años se sabe que para ciertas especies de animales de laboratorio (como moscas de la fruta, ratones, levaduras…) se puede alargar su
esperanza de vida sometiéndolos a una dieta en la que las calorías están restringidas. Aunque se han propuesto varios mecanismos que explican o tratan de
explicar el fenómeno, los expertos todavía no están seguros de las razones últimas por las que esto ocurre.
Los científicos no saben exactamente cómo el mianserín ralentiza el envejecimiento, pero el compuesto debe de actuar de la misma manera que como lo hace
sobre humanos: bloqueando ciertos receptores para el neurotransmisor serotonina. La serotonina es uno de los compuestos químicos que las neuronas usan para
comunicarse entre ellas. En este caso regula funciones relacionadas con el estado de ánimo, el apetito o la percepción sensorial. Ha visto además que el fármaco
también bloquea receptores para el neurotransmisor octopamina.
Algunas observaciones apoyan la idea de que la serotonina y la octopamina se complementan entre sí en el contexto fisiológico. Quizás la serotonina indica la
presencia de comida y la octopamina su ausencia. Así por ejemplo se sabe que el C. elegans usualmente pone huevos sólo cuando hay comida
disponible.
El mianserín tiene un mayor efecto bloqueando receptores de serotonina que de octopamina, según los autores. Éstos especulan que quizás el fármaco produce
un desequilibrio entre uno y otro, haciendo que se dispare un estado no real de hambre, estado que activa los mismos mecanismos de ralentización del
envejecimiento que se dan en la dieta hipocalórica. Podríamos decir que los gusanos "creen" estar en dieta hipocalórica aunque no lo estén. Hay que recalcar
que el fármaco no hace que los gusanos coman menos, factor que sugiere que la ralentización del envejecimiento no está relacionada con la ingesta real de
menos calorías.
Este descubrimiento forma parte de un proyecto que estudia el efecto de 88.000 agentes químicos sobre la esperanza de vida de los nematodos. Hasta ahora
han hallado 119 de estos compuestos químicos. Entre ellos han encontrado cuatro (incluyendo el mianserín) que alargan la vida en un 20 o 33 por ciento. Estos
cuatro compuestos están relacionados con la inhibición de la serotonina en humanos.
En este proyecto esperan encontrar fármacos que alarguen la vida en animales adultos, aunque algunas de estas sustancias puedan tener efectos deletéreos
durante el desarrollo. Una vez identificadas estas sustancias pretenden estudiar su efecto y averiguar más cosas sobre los mecanismos genéticos del
envejecimiento.
Otros equipos de investigadores han trabajado sobre los mecanismos genéticos del envejecimiento con aproximaciones diferentes, obteniendo también cierto
éxito. En este caso pretenden encontrar las dianas químicas de estas sustancias alargadoras de vida y así identificar los genes adicionales importantes en el
proceso de envejecimiento. Por ejemplo, pudieron ver que los gusanos a los que les suprimió ciertos genes relacionados con la desaceleración del
envejecimiento en la dieta hipocalórica no se veían beneficiados por el mianserín.
De entrada ya han identificado qué tipo de células son afectadas por los fármacos, porque los receptores de serotonina sólo se pueden encontrar en las
neuronas, y otros tipos de células (no sólo del sistema nervioso) tienen receptores de octopamina.
Puestos a elegir el modo de alargar la vida podemos ya hacerlo entre ser moscas hambrientas o gusanos "felices". ¿Cuál elegiría usted?
Fuente: NeoFronteras. Aportado por Diego Barcia
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