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Es obvio que no podemos hacer personas transgénicas
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Erwin Wagner, pionero de los de ratones transgénicos, deja el Instituto de Patología Molecular de Viena y se traslada al nuevo laboratorio de Wagner en el
Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)
A sus 58 años, Erwin Wagner, pionero de los de ratones transgénicos allá por los años setenta, está ahora de traslado: deja el Instituto de Patología Molecular
de Viena, del que es subdirector, y se va a Madrid. El nuevo laboratorio de Wagner en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) está
todavía desangelado, sin las decenas de equipos, probetas, neveras, cultivos, microscopios, etcétera, que lo llenarán dentro de poco. Pero Wagner se mueve ya
en el CNIO (Instituto de Salud Carlos III) como pez en el agua. La agilidad de gestión de este centro, que dirige Mariano Barbacid, ha permitido contratar a una
figura internacional de la ciencia como Wagner; y él, a su vez, dice que le atrae la excelencia del CNIO y "el reto científico que supone empezar un nuevo
programa científico, complementar lo que existe aquí ya y hacer algo nuevo", explica este jovial científico austriaco.
Pregunta. Que un científico extranjero con una brillante carrera consolidada venga a un centro español es algo novedoso. ¿Se siente pionero también en
esto?
Respuesta. Alguien tiene que ser el primero. El CNIO es un centro de mucho prestigio. Mariano Barbacid tiene una visión, un plan maestro, de cómo
crear un centro y es un éxito. En un principio ha reclutado a los probablemente mejores científicos en España. Pero es un centro de nivel internacional y puede
venir la mejor gente del mundo.
P. ¿Qué investigación hará usted en el CNIO?
R. Algunos proyectos serán continuación de lo que estamos haciendo en Viena, porque son trabajos largos, sobre enfermedades complejas, que no se
pueden interrumpir de repente.
P. ¿Cuáles?
R. El cáncer, por supuesto, pero también la soriasis, o la fibrosis. La soriasis no es cáncer pero sí una enfermedad inflamatoria, que conlleva una
proliferación celular aunque no avanza hasta convertirse en tumores, y cabe preguntarse por qué. Me interesan los genes que están implicados en enfermedades
inflamatorias, porque a menudo el proceso inflamatorio impulsa el desarrollo del cáncer. Aquí, en el CNIO, vamos a trabajar también en diferenciación de células
madre embrionarias humanas. Es interesante formar un grupo de investigación sobre esto porque está relacionado con las células madre cancerosas. No
acabamos de entender, por ejemplo, los procesos moleculares que regulan la diferenciación de las células óseas, lo que está relacionado con la osteoporosis o
con el osteosarcoma.
P. ¿Habrá científicos españoles en su equipo?
R. Ya hay uno muy bueno trabajando en Viena y para poner en marcha el nuevo programa aquí necesito nuevos líderes de grupo. Seleccionaré a la
gente de modo competitivo internacionalmente, españoles incluidos.
P. Se le considera el padre de los ratones transgénicos.
R. Lo de transgénicos es un término general y hay varias técnicas. Pero sí, desarrollamos el primer método para hacer ratones modificados
genéticamente con microinyección en óvulos fecundados. Trabajaba en EE UU con Beatriz Mintz y lo publicamos en 1981. La idea era, por un lado, investigar la
función de los genes, y por otro, construir modelos animales de enfermedades humanas, explorando también posibles terapias.
P. ¿Es difícil hacer un ratón transgénico?
R. Si sabes exactamente cómo hacerlo... pues realmente no. Ahora se pueden hacer también ratones knock out, quitándoles un gen concreto, e incluso
knock in, colocando un gen en un lugar exacto del cromosoma.
P. A menudo parece que un estudio en ratones va a ser igual en humanos, o casi.
R. No es así: hay un paso muy grande entre el ratón y el ser humano. Pero es obvio que no puedes hacer personas transgénicas. Investigamos con los
ratones, y con cultivos de células humanas e intentamos hacer correlaciones, pero no podemos estar seguros de que un gen vaya a funcionar igual en el humano.
P. Los científicos que hicieron el primer ratón knock out ganaron el Premio Nobel. ¿Espera usted recibir el galardón?
R. ¡No! Eso de estar esperando el Nobel es ridículo, es paranoia, me parece triste. Lo que me mueve en el trabajo es la curiosidad, descubrir algo
nuevo, y si es útil para las personas pues mejor...
Fuente: El País Aportado por Graciela Lorenzo Tillard
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