Noticias en la página Axxón Página Axxón
[Noticias (antes 2009) ] [Noticias (desde 2009) ] [ Página principal ] [ Revista de Ciencia Ficción ] [ Zapping ]

28/Abr/08



Revista Axxón

Axxón en
facebook


Lectores de Axxón en facebook



Irracionalidad predecible

El libro del investigador Dan Ariely relata cómo la gente es irracional de una manera predecible en determinados tipos de situaciones

Hay una gran diferencia entre estar rodeado por el fuego en una explosión en Israel o dejar un billete en el refrigerador de un dormitorio del MIT. Pero de una extraña manera esas dos cosas están conectadas.

Conexiones o relaciones inesperadas y sorprendentes están en el corazón de una fascinante investigación dirigida por Dan Ariely del MIT. Su estudio del comportamiento económico ha demostrado, en una creativa variedad de maneras, que con frecuencia la gente toma decisiones que parecen desafiar toda lógica, pero lo hacen de una manera predecible y consistente.

Su libro, Predictably Irrational (HarperCollins), fue catapultado a la fama por la lista de los libros más vendidos del The New York Times el pasado 19 de febrero y todavía sigue allí.

Tomar un billete de dólar es un ejemplo. Ariely ha quedado fascinado por la manera en la que la gente racionaliza sus decisiones acerca de lo que es ético o no. Ha llevado a cabo pruebas -o tests- en pequeña escala en las que estaban involucrados unos pocos dólares, y revelan patrones de pensamiento que quizás sean importantes para entender cómo los líderes de una compañía como Enron entablaron una actividad criminal en la que estaban involucrados cientos de millones de dólares.

Una de sus pruebas funcionaba de esta manera: Ariely y sus estudiantes fueron por ahí y distribuyeron al azar unos paquetes de seis Coca-Cola en los refrigeradores de las residencias de estudiantes del campus universitario. Cuando volvieron al cabo de unos pocos días todas las Coca-Cola habían desaparecido.

Pero cuando más tarde colocaron grupos de seis billetes de un dólar en los mismos refrigeradores, ni uno solo de los billetes había desaparecido, cuando volvieron más tarde a comprobarlo. Aunque el valor de las dos cosas era el mismo, la gente se comportó de manera totalmente distinta. ¿Por qué?

Ariely dice que cuando empezó a leer sobre el caso Enron le llamó la atención lo que denominó "contradicciones extrañas". Esos directivos daban dinero a la caridad, y ésa no es precisamente la imagen de alguien malvado. Y había 10.000 personas trabajando para la compañía, que obviamente no eran mala gente. ¿Pudo haber algo en la estructura de la compañía que permitiera a unas personas normales actuar de este modo?

Así que Ariely comenzó con sus pruebas sencillas sobre las decisiones éticas de la gente en situaciones cotidianas. Los resultados, al igual que con las Coca-Cola y los billetes de un dólar fueron llamativos.

Por ejemplo, entregó a la gente un test consistente en preguntas matemáticas muy sencillas pero sin darles suficiente tiempo para terminarlo. En promedio, la gente acertó 4 de 20. Entonces hizo que la gente hiciera el test, pero que se evaluara a sí misma utilizando una plantilla con las soluciones. Súbitamente el promedio subió a 7 de 20.

Repitió el experimento, pagando a la gente una cantidad de dinero proporcional al número de respuestas acertadas; obtuvo el mismo resultado. Todo el mundo engañaba, pero sólo un poco, incluso cuando era imposible que los pillaran, ya que se destruían los papeles y ellos tomaban el dinero con sus propias manos de una jarra con 100 dólares. Nadie reclamó los veinte dólares. Sólo reforzaban sus ganancias con un extra.

Pero entonces probó con otra variación: antes de hacer el test solicitó a un grupo de sujetos que nombraran 10 libros que hubieran leído en el instituto. A otro grupo pidió que enumeraran los diez mandamientos según los pudieran recordar. El grupo de los libros hizo lo mismo que en los casos anteriores, engañó sólo un poco. Sin embargo, el grupo al que se pidió enumerar los diez mandamientos fue totalmente honesto.

Según Ariely explica, el simple acto de considerar la moralidad eliminaba el engaño.

Aunque su libro es con frecuencia comparado con Freakonomics, Ariely sostiene que, de hecho, el resultado de su investigación es casi opuesto a la del otro libro. En el caso de Freakonomics sus autores encontraron casos donde el comportamiento de la gente, incluso en contextos claramente irracionales, era perfectamente racional y seguía los principios establecidos por la economía. En el trabajo de Ariely, por el contrario, se muestra que la gente se comporta irracionalmente de manera consistente cuando la economía tradicional predice que seguirían el curso de su propio y racional interés.

La fascinación de este investigador sobre por qué las personas se comportan como lo hacen y cómo justifican sus acciones surgió inicialmente de su propia experiencia con el sufrimiento. Él se crió en Israel y a la edad de ocho años una bomba quemó el 70% de su piel. Pasó tres años en una hospital en una recuperación extenuante, que incluía una hora diaria cambiando las vendas que cubrían su cuerpo.

Estaba convencido de que debía de haber un método mejor para realizar esta tarea, quizás empezando por la parte más dolorosa primero, y tomándose frecuentes descansos. Pero las enfermeras insistían en hacerlo de la otra manera: empezaban por lo más sencillo y no descansaban. Después de que le dieran el alta, Ariely decidió hacer alguna investigación sobre esta cuestión. El estudio, en el cual varios voluntarios fueron sometidos a un dolor controlado de diversas maneras, confirmó que su idea era mejor.

Las enfermeras estaban equivocadas, pero, ¿por qué estaban equivocadas si tenían mucha experiencia y buenas intenciones? Lo sucedido le condujo a una vida de exploración de situaciones en las que las buenas intenciones y la experiencia no son suficientes, y las cosas terminan por salir mal.

Entonces empezó a hacer experimentos donde la gente toma decisiones. Ariely explica que la meta final de todo su trabajo de investigación es simple y seria.

La economía del comportamiento puede proporcionar una visión deprimente de cómo la gente toma decisiones, según él, pero puede además ser empleada para mejorar la manera en la que la gente toma decisiones. Usando estos principios sabiamente, dice, "deberíamos ser capaces de diseñar un mundo mejor".

Fuente: NeoFronteras. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard

Más información:
Más noticias de Ciencia en Axxón
Hallan "centros de control" del apetito
Fácil sugestión por la privación de los sentidos
La IA superará a la inteligencia humana después de 2020, dice Vinge
Logran inducir manía persecutoria

            

Noticias anteriores, por tema
Ciencia Cine Espacio Espectáculos Historietas Internet Juegos Libros Literatura Revistas Sociedad Tecnología Televisión

Noticias anteriores, por año
2017  2016  2015  2014  2013  2012  2011  2010  2009  2008  2007  2006  2005  2004  2003  2002