25/Abr/08

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El hombre que paró Hollywood

El productor Irving Thalberg dijo que «los guionistas son las personas más importantes de Hollywood y no debemos dejar que lo descubran». Pero David N. Weiss y el Sindicato de Guionistas no le hicieron caso.

por Martín Zaragüeta - Irving Thalberg, famoso y oscarizado productor cinematográfico, dijo una vez: «los guionistas son las personas más importantes de Hollywood y no debemos dejar que lo descubran». Tras catorce semanas de huelga, lo descubrieron.

Los cerebros que se escondían tras la industria del entretenimiento, que mueve cerca «400 billones de dólares», pusieron a cadenas, productoras y público en vilo por reclamar sus derechos como creadores y mentes pensantes del arte audiovisual. Paralizaron literalmente la industria cinematográfica y televisiva y pusieron entre la espada y la pared a las majors más potentes de América.

David N. Weiss, vicepresidente del Sindicato de Guionistas de Los Ángeles, calibraba para el diario ABC la situación en Barcelona, donde ofrece una conferencia en las XIV Jornadas de la Comunicación Blanquerna.

Llamados a ser las nuevas estrellas sindicales, los guionistas norteamericanos han marcado todo un hito en el movimiento obrero. Aunque Weiss reconozca que se trataba de vencer «luchando una batalla imposible», aquellos que acostumbraban a sentar las bases del celuloide lo hacen también ahora con el movimiento sindical. A pesar de exigir todavía un refuerzo de su posición dentro del engranaje cinematográfico, la satisfacción es palpable y el poder, una revelación: «ahora sabemos que los guionistas tenemos más poder del que todo el mundo pensaba».

«Las majors tienen demasiado dinero y poder y acaban por no apreciar del todo el arte». Weiss hablaba de las grandes corporaciones como ejecutivos sin escrúpulos, cegados por la fortuna y la amortización despiadada, «los que deberían ser parte de nuestro equipo se convierten en dueños y controladores de todo y todos, sin siquiera apreciar lo que hacemos». Muy a pesar de cómo funciona la industria y sin visos de que las excesivamente verticales jerarquías y abusos cedan, los guionistas pueden volver satisfechos a sus puestos de trabajo. Los nuevos medios que las corporaciones empezaban a explotar agresivamente, como Internet, ya están regularizados. «No poseíamos derecho sobre la jurisdicción de estos nuevos formatos» y ahora, tras suspender series de televisión, hacerles perder público y ritmo y suponer un quebradero de cabeza para los directivos de las grandes cadenas de televisión, el futuro del entretenimiento ya los tiene en cuenta. Y a pesar de asumir los costes personales y profesionales que supuso para muchos trabajadores la huelga, ya pueden clamar a voces que, por fin, tienen asegurado «un lugar en el futuro».

Fuente: ABC. Aportado por d j b