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Las plantas establecen relaciones entre sí para no extinguirse
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Un estudio hispano-mexicano demuestra que la llamada "facilitación" permite que una especie se beneficie de otra sin causarle ningún daño. De esta manera se
preserva la biodiversidad
Un insecto polinizador en una
flor de 'Carpobrotus affine acinaciformis'.
Las plantas establecen entre sí una serie de relaciones para poder preservar la biodiversidad y no extinguirse, según han concluido el investigador del Centro
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Miguel Verdú y el mexicano Alfonso Valiente-Banuet tras llevar a cabo un estudio en zonas desérticas de
México.
En un comunicado, Verdú ha subrayado que este trabajo permitirá "conocer mejor los mecanismos que desencadenan la extinción local de especies. Así
mismo, ha asegurado que se podrá "analizar cómo se comporta una comunidad ante la presencia de una planta invasora, planificar la repoblación de un terreno
o predecir el impacto que tendría la extracción masiva de una determinada especie".
Estas relaciones entre plantas, denominadas "facilitación", consiguen beneficiar al menos a uno de los participantes mientras que el otro no sufre ningún daño, y
se establecen entre múltiples especies, según se refleja en el estudio recientemente publicado por la revista American Naturalist.
"La planta nodriza es la que facilita la existencia de la otra, debido a que mejora el ambiente en el que se desarrolla al generar sombra, más humedad o materia
orgánica. Las nodrizas están imitando el microclima que necesitan las plantas beneficiadas", ha explicado el investigador del CSIC.
Cuanto más diferentes, mejor
Según su investigación, se ha observado que estas plantas no se asocian al azar, sino en función "de si están o no cercanas filogenéticamente", ya que cuanto
menos parecidas son sus necesidades más posibilidades hay de que se produzca la "facilitación".
"Este mecanismo es el que permitió a plantas muy antiguas sobrevivir en un clima árido. Esto hace que se mantenga la biodiversidad ante el cambio climático,
debido a que sin esta 'facilitación' las especies más antiguas no son capaces de adaptarse a las nuevas condiciones", ha destacado Verdú.
Los investigadores plantean como nueva hipótesis que además de esta red de interacciones existe otra red subterránea similar entre "micorrizas", es decir,
hongos que se asocian a las raíces de las plantas y se conectan entre sí.
Verdú, que trabaja para el Centro de Investigaciones sobre Desertificación -participado por el CSIC, la Universitat de València y la Generalitat Valenciana-, ha
dedicado su carrera a estudiar los procesos ecológicos y evolutivos a los que está sometida la flora leñosa en ecosistemas secos, según ha informado el CSIC.
Algunas plantas invasoras también pueden hacer favores a las autóctonas
Científicos españoles aseguran que ciertas especies foráneas, más vistosas y con más polen que las locales, atraen muchos insectos a la zona para polinizar a
todas las plantas
Un estudio pionero, realizado por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y del Instituto
Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), demuestra con pruebas empíricas cómo las especies de plantas invasoras de ecosistemas mediterráneos,
como la chumbera, pueden robar los polinizadores a las nativas o, sorprendentemente, atraerlos beneficiando a toda la red, como el bálsamo.
El trabajo, publicado en la revista Oecología y difundido por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), contradice la hipótesis del "mercado de
flores", según la cual sólo las especies invasoras se ven beneficiadas mientras que las nativas pierden visitas de insectos.
Las plantas luchan por los nutrientes, el espacio y la luz y también por los insectos polinizadores. Por ello, las invasiones biológicas, que son las provocadas por
especies transportadas por el hombre fuera de su región de origen a otras regiones donde se establecen y expanden, son una de las mayores causas de pérdida
de biodiversidad.
Sin embargo, los responsables de esta investigación aseguran que, en lugares invadidos, la presencia de las plantas invasoras puede incrementar las visitas a la
mayoría de las plantas autóctonas, por lo que podría resultar finalmente beneficioso.
Las invasoras, más vistosas y con más polen
Ignasi Bartomeus, investigador en la UAB y autor principal del estudio, ha señalado al SINC que "las invasiones no siguen un único patrón, por lo que es
necesario comprender los mecanismos y la estructura por los cuales compiten con las especies autóctonas".
Las dos plantas invasoras estudiadas, la Opuntia stricta, un tipo de chumbera, y la Carpobrotus affine acinaciformis, también llamado uña de gato o bálsamo,
ofrecen flores más vistosas y ricas en polen que el resto de las plantas nativas y reciben muchas más visitas que éstas últimas.
Unas benefician y otras perjudican a las demás
Y es que los científicos han descubierto que, cuantos más recursos disponibles hay en la comunidad, más polinizadores se ven atraídos hacia todas las plantas,
aunque todavía no se sabe si el efecto en la semilla de la planta autóctona es positivo o no.
Es el caso de la Carpobrotus, que puede tener efectos que ayudan a la polinización de las plantas autóctonas. Los investigadores han observado 23 insectos
polinizadores para la Carpobrotus y 17 para la Opuntia.
En el primer caso, ningún insecto polinizador fue exclusivo, mientras que en el segundo, la abeja carpintera o Xylocopa violacea realizó visitas en exclusiva. Así,
"las flores de la 'Opuntia' copan el mercado, atrayendo a todos los polinizadores de la zona a sus flores, mientras que el 'Carpobrotus' atrae a más polinizadores
a la zona, pero todas las plantas se ven beneficiadas", ha explicado Bartomeus.
El estudio concluye que la Carpobrotus puede mejorar la reproducción de las plantas autóctonas mientras que Opuntia la reduce aunque, como ha asegurado
Bartomeus, "la presencia de las plantas invasoras puede alterar la estructura de la comunidad y los efectos a largo plazo son difíciles de predecir".
Fuente: ADN. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard
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