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Aquí estoy, comenzando el segundo número de Axxón en formato de web. Algunos me dijeron que iba a ser muy difícil mantener el ritmo. Yo estoy de acuerdo, y este mes va a ser más difícil aún, porque estaré lejos de casa, en Salta, casi todo el mes. Por ahí no va a salir igual que en noviembre, pero haremos todo lo posible para que salga bien.
Este mes llega con una muy buena noticia: un autor argentino, nuestro amigo Carlos Gardini, acaba de ganar —el 28 de noviembre— por segunda vez el premio UPC. Este premio es, sin duda, el más importante que puede ganar un autor de habla hispana en el género de la CF, por su valor monetario y porque participan autores de todo el mundo, en varias lenguas. Me siento honrado de presentar en este número una entrevista exclusiva con él y un cuento inédito de su factura.
La nueva regularidad de Axxón y la distinción de Carlos Gardini son dos cosas que alegran un poco el panorama de la CF en Argentina. Sin embargo, en reiteradas ocasiones, tanto que ya molesta, alguien vuelve a afirmar que la Ciencia Ficción argentina no existe, que no hay una corriente literaria de CF en la Argentina, etc. No sé bien por qué lo dicen, y menos entiendo porque quienes lo dicen son —a veces, no siempre— ni más ni menos que personalidades de la CF, que han sido invitados a esa conferencia o a esa entrevista por esa misma razón, por ser alguien dentro de la CF argentina. Uno puede sentirse disconforme con el tamaño del mercado de CF en Argentina, uno puede estar molesto porque no se alcance una elevada calidad, uno puede estar entristecido porque los proyectos editoriales mueren, pero no se puede decir que la CF no existe aquí. Es negar a los lectores, que a veces se reúnen y manifiestan, negar a los escritores, que muchas veces ganan premios nacionales e internacionales importantes y que son respetados, admirados e invitados reiteradamente a eventos de otros países. Es negar algunas películas e historietas argentinas de CF premiadas y reconocidas en el exterior.
¿Alguien negaría la medicina argentina porque los hospitales no tienen algodón, alcohol o vendas? Tenemos premios Nobel en Medicina, algo raro fuera de los países del primer mundo. ¿Alguien negaría el deporte argentino porque los clubes se están fundiendo y algunos deportistas deben, muchas veces, pagarse sus pasajes para participar de eventos internacionales? Tenemos campeones mundiales y medallas suficientes como para demostrar la fuerza y el nivel de nuestro deporte. No sé por qué no se debe aplicar el mismo criterio a una temática literaria: estamos mal, porque el entorno social y económico no ayuda, pero existimos. Negar que existimos es negar los esfuerzos de los que no bajamos los brazos, de los que amamos el género y pensamos que la única manera de lograr algo es haciendo.
Invito a la rebelión. Registren todas las argumentaciones y preséntelas a los conferencistas cuando digan semejante cosa. Cualquiera de ustedes, que siguen a Axxón o quizás han llegado aquí causalmente, pero buscado CF, son parte de la CF argentina, son los lectores y los consumidores, una parte primordial. De ustedes surgen nuevas actividades, todos hemos empezado lo que hacemos luego de ser lectores fanáticos del tema. Como dice la canción, "La cosecha de mujeres nunca se acaba". Por fortuna la CF sigue teniendo encanto y siendo suficientemente fuerte como para que "La cosecha de sus fanas nunca se acabe". Serán personas silenciosas, que no se presentan, que no escriben una carta, que no levantan la mano para hablar, que no hacen un fanzine o una revista, que no escriben o sí escriben pero guardan su obra en el secreto, pero están ahí, ingresando por Internet a la web de Axxón, por ejemplo, o sentados, muy pensativos, en una Jornada de CF, escuchando como alguien dice que ellos no existen.
Yo sé que existen. En principio, sé que existimos, porque tengo muchos amigos —y, lamentablemente, algunos que no lo son— que aman a la CF. En mi reciente actividad he buscado un mecanismo para mostrar —y mostrarme— que estas personas no sólo existen, sino que son muchas. La dinámica actual de la página web me absorbe mucho tiempo, a mí y también a otros que me ayudan, como Alejandro Alonso, Andrés Urtubey, Diego Escarlon, Diego Molina y otros más —y tengo que decir que soy consciente de que dedicar mucho tiempo hoy a algo que no produzca al menos una dádiva para la supervivencia es casi suicida—, pero por suerte da resultados. Me alegro día a día del aumento de accesos a la página de web, donde reside ahora Axxón, porque me siento acompañado. Y siento que estoy haciendo algo. Es primordial en los tiempos que vivimos sentir que uno hace algo. Mientras exista alguno como yo y los que me ayudan en Axxón; mientras existan sitios como Quinta Dimensión, que con su enorme empuje, calidad y contenido cubren todo el espectro de la CF argentina e internacional; mientras existan autores como Carlos Gardini, que nos enorgullece con su magnífico trabajo y los importantes premios que lo galardonan, nadie puede decir que la CF argentina no existe.
Pasando a un tema menos importante, debo anunciar que en este momento me encuentro en Salta, recolectando insectos y otros especímenes para el Museo que tratamos de instalar entre mi hermano Alejandro y yo. Como viajo acompañado de otros científicos es posible que me quede por lo menos un mes. Dejé preparado material para que la regularidad no se vea muy afectada, pero de hecho, faltando algún material que por diversos motivos se genera dinámicamente, no será la misma. Alejandro Alonso y Andrés Urtubey trabajarán para que no se note. Pero si se nota, el aviso es para que nadie se preocupe, pensando que el proyecto ya se cayó. O se empieza a caer. Puede ser que algún día no se pueda actualizar día a día, especialmente si logro tener un trabajo remunerado, un privilegio que ahora no cuento, pero esta no es —no sé si decir afortunadamente o desgraciadamente— la situación ahora.
Feliz año nuevo. Y ojalá sea mejor.
Eduardo J. Carletti
Director de Axxón
1 de diciembre de 2001
Axxón 109 - Diciembre de 2001
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