Correo 156

Un saludo para Eduardo y todos los axxonitas.

Hace poco que conozco la revista, y por varios motivos. Veo que hay mucha gente que comenta lo mismo, así que les cuento mi experiencia, que tal vez les sirva de algo. De chico, la ciencia-ficción —al principio más por estética que por ideas— me deslumbró. Nací a fines de 1972, y unos años después Star Wars, con todo su despliegue imaginativo y visual, me dio la materia prima para muchos de mis primeros juegos infantiles. Después vino la lectura de Verne, luego la de Asimov y, finalmente, el interés por la divulgación científica y por varios relatos fantásticos hoy olvidados por mi mala memoria... De los juegos pasé al lápiz y el papel. Recuerdo haber garabateado una novela y algunas historietas, que luego destruí, avergonzado por su carácter infantil.

Aunque seguí viendo películas y leyendo algunas cosas, abandoné esa temprana vocación por el género (y por el arte en general). Me dediqué luego a mi carrera —soy antropólogo— y me dije muchas veces que no tenía tiempo para dedicarle a "hobbies" como la literatura y el cine fantásticos.

Pero estas cosas no se pueden reprimir para siempre. Hace un tiempo empecé a sentir que el trabajo, la pareja y los amigos no agotaban mis expectativas de vida; que necesitaba acercarme a un espacio de creatividad que le posibilitara a mi imaginación una realización más plena de lo que mis actividades cotidianas le permitían. Y esto no se puede denominar, de ninguna manera, "hobbie", ya que en mi opinión la imaginación es el motor de la realidad humana.

Entonces recordé la plenitud que sentía de chico cuando una historia fantástica o de ciencia ficción me llenaba la cabeza de ideas e imágenes y me permitía reelaborarlas creativamente. Ayudado, a principios de este año, por mi reciente adquisición de la banda ancha, busqué por primera vez en Internet sitios relacionados con la ciencia ficción. Y cuando encontré Axxón, rebasó todas mis expectativas. No me sentí chico de nuevo, sino un adulto que ahora era capaz de aceptar las huellas imborrables que esa etapa de la vida deja en todos nosotros, y que ahora podía reelaborar nuevamente, desde la adultez. Y vaya que en Axxón había material para hacerlo. Tanto que todavía no pude leer ni un cuarto de lo que me interesó en el sitio y en las revistas.

Pero la cosa no quedó allí. Últimamente me anoté en la lista de Axxón y otras relacionadas, en las que pude empezar a contactarme con otras personas que comparten mi pasión por el género fantástico. Y aunque no esperaba hacerlo tan pronto, terminé anotado también en la lista de taller literario —gracias al infatigable "pressing" de Sergio Gaut vel Hartman, quien me convenció de que la espera era inútil porque el taller estaba, justamente, para animarse a empezar el aprendizaje de la escritura de ficción—. Y aquí estoy, a punto de ponerme a escribir otra vez, después de tantos años. Independientemente de los resultados de esta nueva incursión en la creación literaria —probablemente catastróficos— me siento en este momento más realizado y feliz que perro con dos colas. Después de un largo período vuelvo a encontrarme conmigo mismo y con una forma de expresarme en el mundo que jamás debí haber dejado de lado. Así que no le digo gracias a la gente de axxón por el esfuerzo que hacen, ya que decirles gracias sería demasiado poco.

Un abrazo,
Claudio Biondino

Hola, Sr Carletti

Muy encendida su editorial, ademas de poética. La idea de dejar un libro para que un lector anonimo lo lea me parece genial, un acto de fe y de bondad.

Lo felicito.
Saludos
Albino Hernández Penton