"Los hombres, según mi parecer, se dividen en dos categorías: los que sueñan y los que se limitan a dormir.
Los primeros hacen historia. Los otros, cuando despiertan, se dan cuenta de lo que ha sucedido,
de lo que habrían podido hacer también ellos si hubieran tenido el coraje de soñar.
Ninguno es más realista que un soñador. O sea, aquel que obliga a la realidad a ponerse al paso de sus sueños.
(Anónimo)
Quizás creemos que comprendemos el fenómeno Axxón.
Pero Axxón es mucho más complejo de lo que nadie se puede imaginar.
Axxón fue un proyecto personal, claro que sí. Pero ya no es de una sola persona.
Hay un núcleo, yo diría consolidado e inalterable, que se plasmó con cierta personalidad y estilo, desde un proyecto personal.
Pero nunca fue personalista.
Axxón no es una cosa que se cierra y se envuelve, que piensa para sí. Su combustible y su logro es la participación y la diversidad.
Nada unipersonal puede llegar a ser lo que es Axxón: es demasiado grande.
¿Cómo lo hicimos? Sumando constantemente.
Hay una magia en Axxón: esa base que nombré aporta una superficie de acción para que quien quiera hacerlo se involucre, se esfuerce, muestre y demuestre y obtenga lo que busca. De hecho, estoy seguro de que nadie ha participado sin obtener algo a cambio.
Axxón se ha ido estructurando de a poco, no es resultado de ningún plan. Hoy está aquí para proveer, si es posible, esos logros que todos ansiamos.
La verdad es que sólo hay que ponerse y trabajar. Trabajar bien, y al máximo. Es como esos tablados callejeros que disponían en la época de Shakespeare para que se expresaran actores y autores.
Un teatro de pueblo. Del más alto nivel.
Quiero decir algo, pero quisiera que nadie lo tome a mal. El trabajo en Axxón redunda siempre en algo, Axxón te paga. Es como una magia: uno recibe el toque.
Para mí, bueno, es mi sangre, mi vida y mi fuerza. No me verán sin Axxón porque no podría.
Si hubo quienes se asustaron cuando dije que esto así no iba más, bien, no se asustaron en vano. No iba más así.
Me sentía muy solo.
Dani Axxonita Vázquez, que es un hermano, abrió punta. Se movió e hizo lo que había que hacer. Y comenzaron a llegar los voluntarios. Hoy somos más de una veintena trabajando en la nueva redacción de Axxón, no estoy solo.
Podemos decir que pasamos el susto...
Pero por favor, que no pase de nuevo.
(Debo dar las gracias a Axxonita por encontrar la frase perfecta de apertura)