ARGENTINA

Así, casi sin darnos cuenta, pasaron enero y febrero. Rapidísimo.

Bastante se ha escrito sobre marzo, y alcanza el título de este editorial como referencia.

De muchas formas, este es un mes de cambios. Mucha gente normaliza su rutina anual o empieza nuevas rutinas (en especial aquellas personas que estudian o tienen niños en edad escolar); en ambos hemisferios el clima se torna benigno pues aflojan el frío y el calor: traerá, espero, algo de frescura para el fin de este pesado verano austral que tanto y tantos hemos sufrido. También es, al igual que septiembre, el mes donde empatan el día y la noche en una tregua momentánea e ínfima.

Aquí, en Axxón, también hay algunos cambios. Gracias al trabajo de Marcelo Huerta (quien además genera los volúmenes compilados de la revista) empezamos a informatizar algunas tareas relacionadas a la gestión de las colaboraciones. Si, en casa de herrero… Así que veremos cómo influye esto en el procesamiento del material. Seguramente será algo que se irá puliendo con el tiempo.

Respecto al material, sigue llegando a buen ritmo, e incluso tenemos un par de novelas (ambas de ciencia ficción, una española, futurista y otra argentina, una ucronía distópica) reservadas para publicar relativamente pronto (el proceso de preparación lleva su tiempo y es inevitable). Y también sigo agradablemente sorprendido por la continua llegada de material en otros idiomas, la gran mayoría en inglés. ¡Vamos, autores de nuestro idioma, no sea que pasemos a ser minoría en una revista como Axxón! Sé que se está generando material de muy buen nivel; algo he leído. ¿Qué esperan para enviarlo?

Nota mental: siguen llegando nuevos autores… Pero, ¿qué edad tienen? ¿Hay realmente nuevos y jóvenes autores de literatura fantástica entre nosotros o son viejos lectores que se animaron a dar el salto? Es algo que deberíamos investigar.

Por último (y esto es algo que quiero hacer desde hace un tiempo), quiero agradecerle a cada ilustrador que mes a mes esté ahí, acompañando con su trabajo cada texto y/o aportando ilustraciones para la portada, muchas veces con tiempos exiguos pero siempre con imaginación. Doy fe de lo que cuesta a veces encontrar la imagen que no arruine el efecto del cuento, que no adelante demasiado ni quede descolgada. Sin cada uno de ellos, seguramente Axxón sería una publicación más triste. No quiero hacer promesas vanas, pero da ganas de reinventar el Museo de Arte Fantástico de Urbys. ¡Hay tanto trabajo para mostrar!

Arranquemos con marzo, entonces, y veamos qué sorpresas y cambios se trae entre manos.