Una observación detallada de las galaxias que nos rodean nos muestra que nos movemos a una velocidad de 600 km/s en dirección de la constelación de Centauro.
Esta migración en masa incluye a la Vía Láctea, junto a todo el Grupo Local, y también al Grupo de Virgo, el Supergrupo de Hydra-Centauro y otros grupos ubicados a distancias de hasta por lo menos 60 megaparsecs alrededor de nuestra posición. Es como un río de galaxias, incluyendo la nuestra, que fluye a una velocidad de 600 km/s hacia Centauro.
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Los cálculos indican que el Gran Atractor es una masa de unas 10.000.000.000.000.000 masas solares (1016) concentrada a unos 65 megaparsecs en dirección a Centauro. Una investigación detallada de esa región del universo ha mostrado que se es visible más o menos diez veces menos materia que la necesaria para producir esa atracción sobre las galaxias que están fluyendo hacia ahí, lo que implica, una vez más, que domina la fuerza gravitatoria producida por materia oscura o no visible. La imagen muestra el grupo de galaxias Abell 3627, donde se centraría ese Atractor. Se sabe ciertamente que está ahí, ya que se puede observar su influencia gravitatoria, pero la mayor parte de su masa no se puede ver en nuestros instrumentos.