La radiación de fondo del cosmos parece una cosa
remota y teórica, de la cual sólo se habla cuando se la usa para
apoyar la teoría de que el universo comenzó en una gran explosión, o big bang.
Sin embargo, cuando sintonizamos un televisor con antena en
un canal que no tiene señal, o a una hora en la que no se transmite
programación (¿se acuerdan de la niña de Poltergeist?), una parte de los puntos
que danzan en la pantalla, el llamado "ruido blanco", proviene de
la radiación cósmica de fondo. El primer resultado del descubrimiento de esa
radiación de fondo omnipresente en todo el cosmos fue, justamente, la afirmación de la teoría de
que el universo comenzó con el big bang. El resultado más reciente logrado
gracias al avanzado instrumental que se ha montado en satélites es que
estamos avanzando por el espacio a una enorme velocidad, en dirección a un monstruo
masivo al que se le llama Gran Atractor. Pero para comprender
completamente la magnitud de esta cuestión es necesario hacer
una breve recorrida por la historia.
Mapa del fondo cósmico que se usó para medir el movimiento del Grupo Local
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El cosmólogo norteamericano George Gamow y sus
compañeros Ralph Alpher y Robert Herman investigaron, desde 1948,
la idea de que los elementos químicos se debían haber sintetizado en
las reacciones termonucleares que se produjeron en la bola de fuego
primigenia. La elevada temperatura del universo naciente debería
haberse convertido en un campo de radiación térmica con una
distribución única de intensidad respecto a la longitud de onda (algo
conocido como la ley de radiación de Planck) que es función exclusiva
de la temperatura. Al expandirse el universo, la temperatura tiene que
haber descendido, porque la expansión produjo un corrimiento al rojo
una longitud de onda mayor, es decir, menor energía en
cada fotón, un fenómeno descubierto por el físico norteamericano
Richard C. Tolman en 1934. Alpher y Herman estimaron que la
temperatura actual de la radiación tiene que haber descendido a
valores muy bajos, algo así como cinco grados por encima del cero
absoluto (que es de 0° Kelvin, o 273° C).
El interés de la mayoría de los astrónomos en estos
cálculos disminuyó cuando se hizo evidente que la mayor parte de la
síntesis de los elementos más pesados que el helio tiene que haber
ocurrido en el interior de las estrellas en lugar de en un tórrido
big bang. Al principio de los 60 los físicos de la Universidad
Princeton en New Jersey, y otros de la Unión Soviética, retomaron el
problema y se dedicaron a construir un receptor de microondas que
pudiera detectar, como lo describió el clérigo y cosmólogo belga
Georges Lematre, "el desvanecido brillo del origen de los mundos."
El descubrimiento final de la radiación remanente
de la primigenia bola de fuego se produjo, sin embargo, por accidente.
Cuando realizaban pruebas relacionadas con el primer satélite Telstar
de comunicaciones, dos técnicos, Arno Penzias y Robert Wilson,
de los laboratorios de Bell Telephone de Holmdel, New Jersey, midieron
un exceso de ruido radial que parecía venir de todo el cielo en una
distribución completamente isotrópica. Cuando consultaron a Bernard
Burke sobre este problema, el científico del Massachusetts Institute
of Technology (MIT) en Boston se dio cuenta de que lo más probable
era que Penzias y Wilson hubieran hallado la radiación cósmica de fondo
que buscaban Robert H. Dicke, P. J. E. Peebles y sus colegas de
Princeton. Cuando se pusieron en contacto, los dos grupos publicaron
al mismo tiempo los artículos científicos que detallaban la predicción
y el descubrimiento de un campo de radiación térmica universal con una
temperatura de alrededor de 3° Kelvin.
Luego de esto, en 1989, las mediciones realizadas
por el satélite Cosmic Background Explorer (COBE) han determinado
con precisión que el espectro corresponde exactamente a las
características de un cuerpo oscuro a una temperatura de 2,735° K.
El satélite COBE lleva a bordo instrumentos que permiten medir
las pequeñas fluctuaciones de la intensidad de la radiación
de fondo, no sólo en el sentido de la asimetría delantera-trasera
sino también en direcciones angulares del cielo que corresponden
a escalas de distancia de 109 años luz de amplitud.
Lo interesante es que el movimiento del satélite
con respecto a la Tierra, la Tierra respecto al Sol, el Sol respecto
a la galaxia y la galaxia a través del universo causa que la
temperatura que se mide en dirección al movimiento sea levemente mayor,
de alrededor de una parte en mil. La magnitud de este efecto
llamada anisotropía dipolar permite que los astrónomos
sepan que el llamado Grupo Local de galaxias se está moviendo a una
velocidad de alrededor de 600 kilómetros por segundo en ángulo con
la dirección del grupo de galaxias de Virgo.
El movimiento no se mide en relación con las propias galaxias
(el grupo de Virgo tiene una velocidad promedio de
recesión de alrededor de 1.000 km/seg con respecto a la Vía Láctea)
sino en relación con un marco de referencia en el que la radiación
cósmica de microondas de fondo aparecería como un espectro de
Planck perfecto, con una temperatura de radiación única.
El origen de la peculiar velocidad de 600 km/seg del
Grupo Local presenta un interesante problema. Del total de la velocidad,
un componente puede ser generado por la atracción gravitatoria que
produce la masa del grupo de Virgo, que excede el promedio cosmológico.
Pero ahora se cree, sin embargo, que la componente de atracción de Virgo
es relativamente pequeña, en el mejor de los casos de 200 a 300 km/seg.
Esto implica que existe un Gran Atractor, la masa más gigantesca
que se conoce en el universo, que produce la contribución más importante
al veloz movimiento de nuestro grupo. Este atractor está ubicado a una
distancia de 108 millones de años luz y está conectado con el Supergrupo
Local. Es una interpretación
que sigue generando discusiones, debido a que gran parte de esta
misteriosa agrupación está oculta detrás del plano de nuestra galaxia.
De cualquier modo, es probable que esta llamativa y enorme velocidad
generada en el Grupo Local de galaxias indique que en ese lugar hay
un agregado de materia no visible, o oscura, que supera la masa
de las galaxias observables en un factor de alrededor de diez:
se lo ha llamado El Gran Atractor.
El Gran Atractor
La Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda son las estructuras dominantes
de un conjunto de galaxias llamado Grupo Local. Este grupo es, a su vez,
parte del vecindario exterior del supergrupo de Virgo.
Andrómeda, que está a alrededor de 2,2 millones de años luz de nuestra galaxia,
se mueve en dirección a nosotros a una velocidad de 360.000 km
por hora (100 km/seg).
Grupo Local
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La única manera de explicar este desplazamiento de la galaxia vecina es que
exista un tirón gravitatorio, aunque la masa de los objetos visibles no
es tan grande como para ejercer semejante fuerza de atracción. Así que el
movimiento sólo es posible si existiera algún cuerpo oculto que no es posible
ver, con una masa de diez veces la de nuestra galaxia. Este objeto está atrayendo
tanto a Andrómeda como a nosotros.
De todos modos, este oculto pozo gravitatorio no
es el llamado Gran Atractor. Nuestro grupo local se mueve, además, hacia el centro del grupo de Virgo a 1,8
millones de kilómetros por hora, atraído por algo.
Grupo de Virgo
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El grupo de Virgo está a 50 millones de años luz de la Tierra.
En la imagen de la derecha se
ve sólo la región central, que contiene dos galaxias elípticas gigantes, M84 y M86.
La parte visible de este grupo parece ser sólo una pequeña parte de lo que
debe haber allí. Sin embargo, el mismo grupo de Virgo, junto a otros grandes
grupos similares, se mueve a una gran velocidad hacia una masa a la que
se le ha llamado el Gran Atractor.
En base a las velocidades que han adquirido estos
grupos de galaxias, la masa no visible,
que deber ocupar, posiblemente, los huecos entre las galaxias y grupos de
ellas, tiene que tener alrededor de diez veces la masa de la
materia que se puede observar. Los cálculos indican que en el
Gran Atractor se concentran algo así como 1016 masas
solares. Estaría ubicado a unos 65 megaparsecs en la
dirección de Centaurus (Centauro).
Información del Grupo Local
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Información del Grupo Coma
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Información del Grupo Hercules
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Información del Gran Atractor
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Supergrupos de galaxias
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La estructura del universo
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Más información:
Galaxies Cluster Toward the Great Attractor
Galaxias del Cúmulo de Virgo
La Nube Interestelar Local
(Traducido, adaptado y ampliado por Eduardo J. Carletti de la NASA y otros sitios en Internet.)