Tres organismos se envuelven en una intricada esfera
© K. Palinska
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Investigadores de la Universidad alemana de Oldenburg han
descubierto que tres organismos microbianos primitivos diferentes bacterias,
cianobacterias y diatomeas trabajan juntos tejiendo unas
diminutas e intrincadas esferas que luego les sirven como hogar.
La microbióloga Katarzyna Palinska y sus colegas encontraron
las esferas en el cieno del litoral de la costa del Mar del Norte
y estudiaron su crecimiento en el laboratorio.
El ecólogo David Paterson de la University of St Andrews,
del Reino Unido, dijo que estas bolas son las estructuras microbianas
más complejas que se conocen. El trabajo en equipo de estos
microorganismos es similar al que se presenta en los líquenes,
que son el resultado de la asociación de un hongo y un alga. Pero
ya que los microorganismos recién descubiertos son primitivos,
los científicos podrán saber cómo se iniciaron estas alianzas.
Unas bacterias crean la esfera, sin que se
sepa aún qué es lo que las motiva a comenzar esa labor. Grupos
de miles de individuos secretan una cubierta química alrededor
de ellos que tiene, como mucho, unos tres milímetros de diámetro.
Luego forman fila las cianobacterias, un tipo diferente
de microbio. Las esferas parecen tener una estricta y selecta
política de ingreso: las cianobacterias sólo pueden ingresar
por ciertos puntos, mientras que otras criaturas no pueden pasar.
Una vez dentro, las cianobacterias ya no pueden salir.
Moviéndose como serpientes, en palabras de la investigadora Katarzyna
Palinska, se acomodan en la superficie interior de la esfera, haciendo
que parezca una bola de hilos.
Finalmente, los espacios se cierran con unas plantas unicelulares
llamadas diatomeas. En el laboratorio, después de un mes o dos las
esferas se volvieron muy tupidas y se desunieron.
Las tres especies se aportan alimento mutuamente
© K. Palinska
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Las diferentes especies deben darse alimento entre ellas.
Algunas cianobacterias pueden extraer nitrógeno del aire. Las
diatomeas, por otro lado, convierten la luz del sol en alimento.
Es probable que estas dos especies alimenten a las bacterias,
que son las que realizan las tareas de construcción.
El estudio de estos organismos cooperando entre sí
es como si se pudiera ver la evolución en proceso. Aunque, a juicio
de los expertos, ya es díficil que incrementen su colaboración. Es muy
probable que esas esferas existan desde hace mucho tiempo y
que su evolución no vaya a llegar más lejos que lo que han
logrado. Un dato interesante es que, a diferencia de lo que
ocurre en los líquenes, cada una de estas especies es capaz de
sobrevivir por sí sola. Paterson agregó que no se sabe aún
si ese mecanismo es o no una simbiosis y que podría ser
que alguna de las especies se alimente de otra.
Referencia
- Brehm, U., Krumbein, W. E. & Palinska, K. A. Microbial spheres: a novel cyanobacterial-diatom symbiosis. Naturwissenschaften, publicada online, doi:10.1007/s00114-003-0403-x(2003).
Artículo
(Traducido y adaptado por Eduardo J. Carletti de Nature News Service.)