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A Marte con boleto de ida solamente
Lo más difícil de una expedición a Marte no es ir allá, sino volver. El vehículo necesario para el retorno, con su equipo de soporte y combustible, representa más de tres cuartos del peso total que despega hacia Marte: 136 toneladas métricas para una tripulación de cuatro personas.
Entonces, ¿para qué hacerlos regresar?
No es tan necio como suena. Uno podría pensar, bueno, no podemos mandar gente a morir allá... pero a todos nos llega el momento alguna vez. Si los miembros de la tripulación tienen más o menos 35 años, con buen cuidado médico y un poco de suerte pueden vivir otros 40 años. ¿Por qué no dejarlos y que vivan en Marte?
Para lograrlo, la tripulación necesita aire, agua, alimentos y piezas de repuesto para sus equipos. Marte tiene agua y una atmósfera que se puede procesar para producir aire respirable. El problema principal está en la comida, que debe ser más o menos un kilogramo de alimento por día por persona. Incluyendo los repuestos necesarios, la comida y todo lo demás, es necesario embarcar desde la Tierra más o menos media tonelada por persona por año.
Esto significa que 40 años de suministros representan sólo 20 toneladas por persona, mientras que un vehículo cargado con su combustible pesará alrededor de 34 toneladas por persona. ¡En realidad es más simple mandar suministros para toda una vida! Se eliminan también preocupaciones tales como el riesgo potencial de contaminar la Tierra, al regresar, con bacterias marcianas.
¿Habría personas que se ofrecerían como voluntarios para pasar el resto de sus vidas explorando un nuevo planeta? Esta pregunta se les hizo a los asistentes a una conferencia en los Estados Unidos y alrededor de un tercio dijo que ellos lo harían.
Basado en: revista Wired, enero de 1997, página 116
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