29/Abr/09

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Ganadores del premio Tiptree en el 2009

Se han anunciado los ganadores de la edición de este año del Premio Tiptree, que fue concedido ex-aequo a las obras que listamos en esta noticia

La lista de menciones especiales es la siguiente:

Christopher Barzak, The Love We Share Without Knowing
Jenny Davidson, The Explosionist
Gregory Frost, Shadowbridge and Lord Tophet: A Shadowbridge Novel
Alison Goodman, Two Pearls of Wisdom
John Kessel, "Pride or Prometheus" (Magazine of Fantasy and Science Fiction, enero 2008)
Margo Lanagan, Tender Morsels
Ursula K. Le Guin, Lavinia
John Ajvide Lindqvist, Let the Right One In
Paul Park, A Princess of Roumania (Tor, 2005), The Tourmaline (Tor, 2006), The White Tyger (Tor, 2007), The Hidden World (Tor, 2008)
Ekaterina Sedia, The Alchemy of Stone
Ali Smith, Girl Meets Boy
Ysabeau S. Wilce, Flora's Dare: How a Girl of Spirit Gambles All to Expand Her Vocabulary, Confront a Bouncing Boy Terror, and Try to Save Califa from a Shaky Doom (Despite Being Confined to Her Room)

El premio es otrogado por un jurado de cinco miembros que además selecciona una serie de menciones especiales. El jurado de esta edición estuvo formado por Gavin J. Grant (secretario), K. Tempest Bradford, Leslie Howle, Roz Kaveney, y Catherynne M. Valente.

James Tiptree / Alice Bradley

Como mujer, Alice Sheldon fue una debutante frustrada. Como James Tiptree Jr., revolucionó la ciencia ficción.

Cuando tenía diez años, Alice Bradley ya había visto de cerca dos cuerpos muertos a latigazos en un sendero en el Congo belga. Había permanecido tendida y despierta en una carpa escuchando los gritos de un hombre que estaban matando y se durmió con los restos empapados de formaldehído de un gorila joven debajo de su catre. Había acompañado a sus padres en tres excursiones en África y fue descrita en el New York Times como la "primera niña blanca jamás vista por las tribus pigmeas". Había observado a sus padres prepararse para la cacería de un león y anhelaba una arma de fuego propia.

Fuente: Stardust. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard