11/Sep/05

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El Tercer Encuentro Argentino de Género Fantástico cumplió exitosamente la primer jornada

(Axxón) Lo notable de los encuentros organizados por la Fundación Ciudad de Arena es que, a veces, el escenario es tan interesante como la platea. Mientras Ana María Shúa desgrana junto a Elsa Drucaroff una jugosa entrevista pública, desde la platea otros escritores como Carlos Gardini, Rogelio Ramos Signes, Eduardo Carletti o Rafael Pinedo escuchan atentamente, diseminados entre el auditorio. El creador, el editor, el librero, el aspirante a escritor y el lector llano se dan la mano (literalmente), para regocijo del género fantástico en la Argentina.

El centro de todas las exposiciones debió ser "Argentina 2033", que es el leit motiv del encuentro y la denominación del programa que continúa el sábado 10 de septiembre, con una serie de actividades que incluyen sesiones cerradas y abiertas a público. El objetivo es, al final de la jornada del sábado —de la que próximamente contaremos, en el momento de escribir esta nota aún no ha sucedido— es exponer el borrador de la Primera Agenda para el Futuro imaginada por creadores de la Argentina: una experiencia insólita, pero que promete abrir un cauce sumamente interesante. Recuérdese que en 2033 se cumplirán 50 años de Democracia, un hito que merece ser pensado desde muchos puntos de vista. De hecho, ése es sólo el comienzo, porque "Argentina 2033" es un programa para los jóvenes, que luego desembocará en proyectos específicos como "Buenos Aires 2033", donde cinco escritores porteños escribirán sendos cuentos que transcurran allí y que integrarán un libro, parte de un cuaderno de actividades para alumnos del nivel medio.

La propuesta para el viernes se centró, como ya resulta tradicional en los encuentros de la Fundación, en el diálogo entre el público y los creadores del género fantástico en la Argentina, con escaso ajuste a las consignas pero con un espíritu de "disfrute" y de "indagación" francamente notable. A la charla de Ana María Shúa con Drucaroff, le siguió un extenso diálogo entre Laura Massolo y Liliana Días Mindurri (autoras de Escribir un cuento, editado por la Fundación), donde se analizó parte de la obra de esta última. La escritora y docente expuso sus inquietudes y ambiciones al plasmar cuentos y novelas, sobre todo la obsesión por "desinstalar" tanto a los personajes como a los lectores. En referencia al tratamiento que le da a sus personajes en el ámbito de la literatura fantástica, Mindurri también sostuvo que "la ironía forma parte de la actitud literaria", y agregó que ese tono está estrechamente relacionado con la literatura fantástica.

"No creo en nada —agregó—, y de esto trata mi literatura, por eso no puede ser realista."

Uno de los platos fuertes fue el diálogo entre Rafael Pinedo —autor de Plop— y Angélica Gorodischer. El detalle a destacar es que Pinedo es un fan "patológico" de la Dama de la ciencia ficción argentina, por lo que el reportaje contó con una cuota nada desdeñable de devoción. El resultado es que Gorodischer pudo hacer lo que mejor sabe: hablarle al público, contarle, provocarlo.

Sobre su personaje, Trafalgar Medrano, dijo que no es probable que escriba un segundo libro. "No me gusta volver sobre lo que ya he escrito", aseguró. Sin embargo, se animó a hacer una excepción para la Antología de cuento fantástico argentino contemporáneo, editada recientemente por Página/12 y con la supervisión de Gabriel Guralnik, presidente de la Fundación Ciudad de Arena. Por su insistencia, Gorodischer dijo de Guralnik, con la complicidad del público: "Es como un tábano, pero al final lo logró".

La autora, que reside en Rosario, también comentó sus últimos libros, la relación con su madre, cómo y dónde escribe, de dónde salieron algunas de las ideas de sus cuentos, lanzó algunas recomendaciones para jóvenes escritores, y dio un breve adelanto de lo último de su producción: Tumba de jaguares (Emecé, 2005), del cual dijo que si bien no es ciencia ficción, inevitablemente tiene la marca del género.

Cerró, como ya viene siendo costumbre (y una muy grata costumbre), Alberto Laiseca con dos cuentos adaptados que hicieron las delicias de los asistentes (o, mejor habría que decir: que no les permitió despegarse de los asientos, porque bien se sabe que el género que trabaja Laiseca despierta recónditos y estremecedores sentimientos, deliciosos sólo a la distancia).

El Encuentro sigue el sábado 10, y está abierto al público a partir de las 18.00.

Joe Garrafex para Axxón y Garrafex News.