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Nuevas propuestas para la Deep Impact y Stardust
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Liderados por el astrónomo Joe Veverka, de la Universidad de Cornell, un grupo de astrónomos e ingenieros ha
propuesto innovadores planes para iniciar una nueva misión con la
sonda espacial Stardust y retornar al cometa Tempel 1. La misión ha sido llamada Stardust NExT y ya ha sido
presentada en el Jet Propulsion Laboratory.
Comenzó con dos cometas -Wild 2 y Tempel 1-, dos misiones diferentes -Stardust y Deep Impact- y dos encuentros
con estos cuerpos, pero ahora los cuatro objetos -las dos
sondas y los dos cometas- siguen órbitas separadas. De todos modos, la odisea podría no haber acabado.
Si esta misión acaba siendo aprobada, Stardust NExT empleará la sonda espacial Stardust, aún en muy buena forma,
para observar de nuevo el cometa Tempel 1. Recodemos que
en 2006 este vehículo hizo regresar a la Tierra una cápsula con muestras de alto valor científico, algunas de ellas
procedentes del cometa Wild 2. El objetivo de esta sonda espacial
consistiría en observar el cometa Tempel 1, que fue estudiado en julio de 2005 con otra nave, la Deep Impact, la cual
lanzó una pequeña subsonda destinada a impactar contra el
Tempel 1. Las observaciones previstas con este plan se llevarían a cabo dos años después de la formación del cráter de
impacto con dicha subsonda, operación que constituyó un
éxito sin precedentes. La única cuestión que ha quedado por estudiar es el aspecto del cráter formado, pues la nube de
residuos eyectada -resultado del impacto- no permitió
observarlo ni estimar su tamaño durante la misión de la Deep Impact. Esta pregunta pendiente es de gran interés para
los investigadores, que no sólo desean conocer el aspecto y
dimensiones de la estructura de impacto, sino los efectos que produjo la colisión en la superficie e interior del núcleo del
cometa. Es de suponer que tras varias semanas desde la
formación del cráter el polvo eyectado iría cayendo y depositándose de nuevo sobre la superficie del Tempel 1, lo cual
permitirá obtener una imagen nítida de los efectos de la
deliberada colisión y deducir la naturaleza de los materiales existentes en el núcleo de este cuerpo.
La nueva misión que realizaría la Stardust no permitirá recoger muestras para llevarlas a nuestro planeta, pero la
instrumentación que transporta la sonda sí serviría para obtener
amplia información sobre la naturaleza de las partículas del Tempel 1 y compararlas con las observaciones realizadas
durante el acercamiento al Wild 2. Además, hay que considerar
que el Tempel 1 sólo ha recorrido una órbita en torno al Sol desde que se produjo la colisión de la subsonda de la Deep
Impact, de modo que la comparación de observaciones
antes y después de este recorrido orbital daría como resultado la obtención de datos muy interesantes acerca de la
dinámica cometaria.
Por otra parte, Stardust NExT también realizaría otros estudios, como la observación de terrenos no fotografiados
anteriormente en el cometa Tempel 1, ofreciendo más luz sobre la
extraña geología de este cuerpo. Los científicos quedaron asombrados y extrañados al ver las imágenes del Tempel 1
tomadas por la Deep Impact, que mostraban capas y lo que
aparentemente parecían deslizamientos pendiente abajo de materiales, algo aparentemente imposible en un cuerpo en
donde la fuerza de la gravedad es extremadamente baja.
Cualquier información acerca de la superficie de este cuerpo contribuirá a desvelar estos misterios.
Hasta el momento se ha tratado la misión Stardust NExT, pero... ¿Qué ocurriría con la sonda Deep Impact? Este
vehículo espacial también podría disfrutar de una "segunda vida",
pero algo diferente a la de la Stardust. El investigador principal de la misión, Michael A"Hearn, perteneciente a la
Universidad de Maryland (EEUU) ha propuesto una misión
denominada "Observación de Planetas Extrasolares e Investigación Extendida de la Deep Impact" (Extrasolar Planet
Observation and Deep Impact Extended Investigation o
EPOXI). El objetivo de esta sonda sería doble: por un lado se llevaría a cabo la exploración del cometa Boethin, pero
también se emplearía para realizar investigaciones sobre
planetas extrasolares.
Si una o ambas misiones se pusiesen en marcha no sería la primera vez que una sonda de la NASA obtiene una "nueva
vida". De hecho, esto es algo que ha sucedido en otras
misiones, como las Voyager, cuya misión prevista consistía en el estudio de Júpiter y Saturno y posteriormente se amplió
a Urano, Neptuno y el espacio interplanetario próximo a la
heliopausa.
Fuente: Astro Enlazador . Aportado por Gustavo Courault
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Más información:
Cornell University
Sitio de Stardust en la NASA
Sitio de Deep Impact en la NASA
La cápsula de la sonda Stardust aterrizó con las muestras de polvo cósmico
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