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Proyecto Lucifer (Primera parte)
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¿Pretende convertir Cassini a Saturno en un segundo Sol?
La historia:
El 15 de octubre de 1997 la misión Cassini-Huygens despegó de la base de las Fuerzas Aéreas en Cabo
Cañaveral para explorar Saturno y sus lunas. Hoy sigue estudiando al gigante gaseoso anillado y su misión fue
ampliada hasta el año 2010. La fuente de alimentación de Cassini se compone de 32,8 kg (72 lbs) de combustible de plutonio. Una
fuente de alimentación radiactiva es la única opción viable para las misiones que viajan más allá de la órbita de Marte, ya
que la luz del Sol es demasiado débil para que sean efectivos los paneles solares. No obstante, la NASA
(conjuntamente con organizaciones secretas, tales como los Iluminati o los masones) quiere utilizar este plutonio para
"misiones más elevadas", sumergiendo a Cassini en las profundidades de Saturno al final de su misión, donde las presiones
atmosféricas serán tan grandes que comprimirán la sonda, detonándola como una bomba nuclear. Además, esto
desencadenará una reacción en cadena, produciendo la fusión nuclear y convirtiendo a Saturno en una bola de fuego.
A esto se le llama "Proyecto Lucifer". Este segundo Sol tendrá consecuencias nefastas para
nuestra Tierra, matando a millones de personas debido al enorme influjo de radiación procedente de esa estrella recién
nacida. La pérdida de la Tierra se convierte en un beneficio para Titán, la luna de Saturno, que de repente será habitable,
y las organizaciones que juegan a ser Dios podrán iniciar una nueva civilización en el sistema de Saturno. No sólo eso,
sino que se intentó exactamente lo mismo cuando se dejó caer la sonda Galileo en la atmósfera de Júpiter en 2003...
Proyecto Lucifer
La realidad:
Ahora que la misión Cassini se amplió dos años más, podemos esperar que en los próximos meses se
hable cada vez más de esta teoría conspiratoria. Pero al igual que la teoría Galileo / Júpiter / segundo Sol, ésta es igual
de inexacta, utilizando de nuevo ciencia errónea para asustar a la gente (como con el Planeta X)...
Entonces ¿qué pasó cuando se dejó caer a Galileo en Júpiter?
Pues... en realidad, nada.
Preparación
de Galileo
para su
lanzamiento
en 1989
En 2003, la NASA tomó la prudente decisión de finalizar la enormemente exitosa misión Galileo utilizando las últimas
gotas de combustible para lanzarla a gran velocidad hacia el gigante gaseoso. Al hacerlo, se aseguraban de que la sonda
se quemaría durante la reentrada, dispersando y quemando todos los contaminantes (tales como bacterias terrestres y
el radiactivo combustible de plutonio-238 que llevaba a bordo). La mayor preocupación en cuanto a dejar a Galileo en
una órbita muerta era que si el control de la misión perdiera contacto (muy probable, ya que los anillos de radiación que
rodean a Júpiter degradaban los aparatos electrónicos, ya anticuados, de la sonda), hubiera existido la posibilidad de
que Galileo se estrellara contra una de las lunas de Júpiter, contaminándola y eliminado toda posibilidad de vida microbiana
extraterrestre. Ésta era una preocupación grave, especialmente en el caso de Europa, que sería el lugar donde con más
probabilidades podría prosperar la vida bajo la superficie helada.
Pero aquí es donde comienza la intriga. Mucho antes de que Galileo cayera en picado en la atmósfera de Júpiter, los
teóricos de la conspiración decían que la NASA quería crear una explosión dentro del cuerpo del gigante gaseoso,
iniciando así una reacción en cadena y creando un segundo Sol (Júpiter es denominado a menudo una "estrella fallida",
aunque siempre ha sido excesivamente pequeño para poder soportar reacciones nucleares en su núcleo). Se demostró
que esto era erróneo en muchos aspectos, pero existían tres razones principales para que no pudiera suceder:
- El diseño de los generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTGs) que suministran energía a la nave no lo
permitirían.
- La física tras una explosión nuclear (fisión nuclear) no lo permitiría.
- La física de cómo funciona una estrella (fusión nuclear) no lo permitiría.
Cinco años después del impacto de Galileo, Júpiter parece seguir con buena salud (y sin duda no está cerca de
convertirse en una estrella). Aunque la historia ya ha demostrado que no se puede crear una estrella a partir de un
gigante gaseoso utilizando una sonda espacial (o sea: Júpiter + Sonda + Estrella), los teóricos de la conspiración creen
que el malvado plan de la NASA fracasó y que existe alguna prueba de que ocurrió algo después de que Júpiter se
tragó a Galileo (y que la NASA tiene puestas sus esperanzas en la combinación Cassini / Saturno).
Es el turno del Gran Punto Negro
Las afirmaciones de los teóricos de la conspiración, en el sentido de que se había producido una explosión dentro de la
atmósfera después del impacto de Galileo, se basaban en el descubrimiento de una mancha negra cerca del
ecuador de Júpiter un mes después del acontecimiento. Esto fue ampliamente comentado en Internet, pero sólo se
realizaron un par de observaciones antes de que desapareciera.
Algunas explicaciones señalaban que la mancha podría haber sido un rasgo dinámico atmosférico de corta
duración, o que era la sombra de una de las lunas de Júpiter. Después de ese alboroto inicial, no se supo nada más del
fenómeno. Pero algunos se apresuraron a señalar que la mancha oscura de la superficie de Júpiter podía haber sido la
manifestación de una detonación nuclear de Galileo en las profundidades del planeta que, después de un mes, podía
haber emergido a la superficie. Incluso se hicieron comparaciones con las marcas generadas en 1994 por el
impacto de los fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9 (ver imagen).
El misterioso punto negro en
2003 (por Eric Ng) comparado
con uno de los puntos de
impacto de los fragmentos
de Shoemaker-Levy 9 en 1994
Fuera lo que fuera lo que causó esa marca, no procedía de Galileo ya que, simplemente, no era posible ninguna
detonación nuclear. Además, también es imposible una detonación
nuclear de la misión Cassini cuando entre en la atmósfera de Saturno en
2010, y la razón es la siguiente...
Los Generadores Termoeléctricos de Radioisótopos (RTGs)
Los RTGs son una tecnología ampliamente probada, que se utiliza desde la década de los 1960. Se han utilizado
diversos diseños de RRG en una gran cantidad de misiones entre las que se incluyen Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 1,
Voyager 2, Galileo, Ulysses, Cassini y, más recientemente, New Horizons. Los RTGs son una fuente de alimentación
para misiones espaciales muy fiable cuando no se pueden utilizar los paneles solares. En la Cassini, si se usaran paneles
solares tendrían que tener un área enorme para recoger la escasa luz solar a 10 AU, y por lo tanto imposibles de lanzar
y de manejar.
Uno de los
tres RTG
que Cassini
lleva a bordo
Los tres RTGs que Cassini lleva a bordo se alimentan mediante pequeños pellets de plutonio-238 (238Pu) almacenados
separadamente en contenedores anti-choque conocidos como módulos generales de suministro de calor. En cada RTG
hay 18 módulos. Mediante el uso de termopares, el calor constante generado por la descomposición radiactiva del
isótopo de plutonio se convierte en electricidad para alimentar a Cassini. Merece la pena resaltar en este punto que el
238Pu no es de nivel armamentístico (es decir, es muy difícil generar la fisión nuclear, el 239Pu es más adecuado para
este propósito). Cassini también lleva a bordo docenas de Unidades Calentadoras de Radioisótopos (RHUs), que
proporcionan un calor continuo a los subsistemas críticos, que contienen pellets únicos de Pu-238. También en este
caso, estas unidades están separadas y protegidas, y cada una pesa 40 gramos.
Dentro de un
RHU y RTG
La protección de cada pellet de plutonio es crítica, en primer lugar para prevenir la contaminación radiactiva durante el
lanzamiento de las misiones espaciales. Si se produjera un incidente durante el lanzamiento, las agencias espaciales como
la NASA deben asegurar la contención del material radiactivo. En consecuencia, todos los RTGs y RHUs son
totalmente seguros independientemente de las presiones a que se vean sometidos.
En consecuencia, al igual que Galileo, Cassini entrará en la atmósfera de Saturno a gran velocidad (Galileo llegó a la
atmósfera jupiteriana a una velocidad de 50 km/s) y se desintegrará rápidamente antes de arder hasta consumirse. El
punto que deseo resaltar aquí es que Cassini se desintegrará como cualquier otro objeto que se mueva rápidamente
durante una reentrada.
Así y todo, los teóricos de la conspiración señalan rápidamente que Cassini transporta una gran cantidad de plutonio, en
total 32,8 kg (aunque no es 239Pu de grado armamentístico, y todas las partículas de 238Pu son pellets minúsculos,
encerrados en contenedores de alta seguridad, que se dispersarán por la atmósfera de Saturno). Pero sin hacer caso de
todos los argumentos lógicos en contra, así y todo generará una explosión nuclear, ¿verdad?
Desgraciadamente, no.
Pero ¿cómo funciona una bomba nuclear?
Para consultar un resumen general de los hechos básicos de un arma nuclear, vean la excelente descripción de Cómo
funcionan las cosas: cómo funcionan las bombas nucleares (en inglés)
Recreación de la
combustión de Galileo
al caer en la atmósfera
jupiteriana
Así que ahí tenemos a Cassini, cayendo en picado en la atmósfera de Saturno dentro de dos años. Mientras baja, se
separan trozos y arden por la fricción causada por la reentrada. Y cuando digo que se separan, quiero decir que ya no
están ensamblados. Para que se produzca una detonación nuclear necesitamos una masa sólida de plutonio de grado
armamentístico. Masa sólida significa que se necesita una cantidad mínima del material para que se produzca una fisión
nuclear (conocida también como "masa crítica"). La masa crítica del 238Pu es de aproximadamente 10 kg (publicación
DoE de EE.UU.), por lo que Cassini dispone de suficiente 238Pu para tres bombas nucleares rudimentarias (ignorando
el hecho de que es muy difícil construir una arma de 238Pu, para empezar). Pero ¿cómo podrían agruparse todos esos
pellets minúsculos de 238Pu, en caída libre, habiendo quitado los embalajes, permitiendo que la presión de la atmósfera
de Saturno los reuniera por la fuerza y los encaminara hacia la formación de una masa crítica? ¿Es eso posible? No.
Implosión de
un arma nuclear
Incluso si por casualidad todo el 238Pu de un RTG se fundiera en un solo pellet, ¿cómo se detonaría? Porque para que
se produzca la detonación de una bomba de fisión por implosión es preciso reunir a la fuerza masas sub-críticas en el
mismo instante. La única forma de que esto fuera posible sería rodear las masas sub-críticas con potentes explosivos, de
forma que una onda de choque reuniera rápidamente las masas sub-críticas. Sólo entonces se podría sostener una
reacción en cadena. A menos que la NASA haya sido muy taimada y haya ocultado explosivos en los RTGs, la
detonación no es posible. Utilizar únicamente la presión atmosférica no es una explicación viable.
Ahora vemos que es verdaderamente imposible que el plutonio que Cassini lleva a bordo cree una explosión nuclear.
Pero si se produjera una detonación nuclear, ¿podría darse una reacción en cadena? ¿Podría convertirse Saturno en una
estrella?
Veremos esto en una segunda parte de este informe: esté atento.
Por Ian O'Neill. Traducido del inglés para Astroseti.org por Marisa Raich.
Fuente: Astroseti. Aportado por Graciela Lorenzo
Tillard
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