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Nueva mirada al centro de la Tierra
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Una nueva observación de la parte más profunda de la Tierra, el núcleo interno sólido, ha sido informada en Nature. El equipo de la Universidad de Bristol
también observó una intrigante evidencia de una "textura" en el hierro sólido que podría reflejar los patrones que quedan mientras el hierro líquido y en rotación
del núcleo externo se coagula para formar el núcleo interno
Los investigadores de la universidad de Bristol han medido el "PKJKP" -una elusiva onda sísmica que atraviesa el núcleo interno sólido de la Tierra- con una
precisión mayor que las previas. Lo lograron usando Hi-net, un conjunto de más de 750 sismómetros que abarca las islas japonesas y está diseñado para
proveer advertencias de sismo.
El Dr. James Wookey, autor principal del estudio, dijo: "El núcleo sólido interno de la Tierra empezó a formarse hace más de mil millones de años cuando el
núcleo de hierro líquido que lo rodea se enfrió lo suficiente y empezó a solidificarse. Ahora ha crecido hasta un radio de unos 1.200 km. Pero la dificultad para
estudiarlo reside en los miles de kilómetros de roca en el camino. Como consecuencia, sabemos más sobre la superficie de otros planetas que lo que
conocemos sobre el profundo interior del nuestro. Sin embargo, tenemos una poderosa herramienta para estudiar la arquitectura interna de la Tierra".
Cuando ocurren sismos grandes o fuertes explosiones, las vibraciones (como ondas de sonido) viajan a través de la Tierra y los sismómetros pueden detectar
estas "ondas sísmicas" a grandes distancias, incluso del lado opuesto del planeta. Al estudiarlas características de estas ondas (por ejemplo, cuánto tiempo
demoraron en llegar a nosotros, qué tan fuertes son) podemos deducir muchas cosas sobre la Tierra profunda.
Los avances más recientes en sismología han venido de observaciones simultáneas de estas ondas usando una gran cantidad de instrumentos en densas redes.
Actualmente, el más grande de estos conjuntos es el Hi-net, de Japón. Esta red, construida para proporcionar advertencias de sismo, consiste en más de 750
sismómetros a través de todas las islas japonesas, cada uno instalado en una perforación de 100 m a 2 km de profundidad.
George Helffrich, profesor de sismología en la Universidad de Bristol, y también autor del artículo, dijo: "Un beneficio lateral de esta red es que los datos
también pueden ser usados para estudiar la Tierra profunda, buscando vibraciones sumamente leves que pasan por el mismo centro del planeta. Una de esas
señales sutiles es la onda sísmica denominada "PKJKP". Las propiedades de esta onda contienen una profusión de información sobre el núcleo interno de la
Tierra".
Además de mostrar evidencia directa de la solidez del núcleo interno de la Tierra, el equipo observó evidencias de una "textura" en el hierro del núcleo interno
que podría reflejar los patrones que quedan mientras el hierro líquido que rota del núcleo externo se coagula.
Más observaciones como ésas permitirán a los sismólogos empezar a comprender estos patrones, y lo que implican en cómo ha cambiado a lo largo de su
historia la parte más profunda de nuestro planeta.
La Tierra se ha estado enfriando desde su nacimiento de los ardientes escombros del Sistema Solar temprano hace 4.500 millones de años. Los terremotos, los
volcanes, la deriva de los continentes y el campo magnético de la Tierra son todos, en última instancia, expresiones de una convección causada por el calor al
ser transportado desde el interior caliente hacia el exterior más frío. En el mismo centro de la Tierra está la prueba más sorprendente de este enfriamiento: el
núcleo interno congelado.
Fuente: Selected Science News. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard
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Artículo original (inglés)
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