Página Axxón Axxón 128

AnaCrónicas

por Otis

¡Abrumado estoy por vuestra inaudita generosidad, mis nobilísimos lectores! Pues ésta es apenas la segunda ocasión en que este producto del genio que he llamado AnaCrónicas ve la luz de los catódicos rayos, los fluidos cristalinos y los plasmas iridiscentes; no ha transcurrido más que la fugaz treintena que separa dos sínodos lunares consecutivos desde que mi pluma portentosa hallara propicio santuario en las incorpóreas páginas de Axxón, mas en ese breve lapso ¿cuántas visitas de los raudos hermes informáticos que vuelan con alas de electrones en sus sandalias virtuales ha visto mi digital estafeta? Comienzo la cuenta y las salobres lágrimas nublan mis córneas: mil, dos mil, tres mil... cinco mil... Sí, aunque tales guarismos parezcan inverosímiles a vuestra encallecida imaginación: ¡siete mil bytes de correspondencia! Verdad es empero, admítolo no sin cierto embarazo, que cerca de la mitad de tal inconcebible cifra corresponde a ofertas de falsos documentos habilitantes para el gobierno de vehículos automotores, apócrifos certificados de altos estudios y otras proposiciones comerciales non del todo sanctas. Mas, ¿he yo de permitir que tal baladí adversidad empañe, cual vapor sobre bruñida superficie especular, la dicha que estremece mi augusta humanidad? ¡Jamás!, respondo trémulo de pavor, erguido bravo. Pues el caudal de correo que he recibido de vuestra gentil mano sigue siendo arrollador, aun si hemos de descontar a aquéllos que han creído erróneamente reconocer en mi intachable persona la triste figura de un antiguo deudor. ¡Vade retro, infideles! No tenéis vosotros ningún asunto pendiente en este sacro recinto, y si tercamente persistís en vuestro error, mis devotos lectores darán buena cuenta de vuestra infame catadura.
      
Aclarado ya este punto, mis atentos huéspedes a través de las actualmente inexistentes distancias, invítoos ahora a compartir un escueto introito a lo que disfrutaréis en esta entrega de AnaCrónicas. Conforme vayáis familiarizándoos con las sutiles complejidades de mi personalidad, que no por transparente cesa de ser sofisticada y cautivante, tal vez comprendáis que resulta imposible a mi genio brindaros nada que esté por debajo de vuestro merecimiento; de modo que advertidos quedáis, tunantes, que si amanece el aciago día en que no halléis aquí más que divagaciones inconexas y chascarrillos varias veces centenarios, vuestra será la totalidad de la culpa. Mas ¡no desfallezcáis! que en esta ocasión os tengo reservado un menú digno de los más ensoberbecidos integrantes de la decadente aristocracia enemiga del proletariado, el cual os impelerá a sorber incivilmente vuestras falanges. Vuestras mesas vestidas de gala serán agraciadas en primer término con un soberbio opúsculo de divulgación acerca de las poco saludables cualidades que la popular sabiduría atribuye a cierta mezcla alimenticia. Como plato fuerte, os deleitaréis con el artículo bautismal de “Allende lo razonable”, una serie de investigaciones con las que vuestro seguro servidor os concederá la merced de procuraros una mayor compenetración de los fenómenos que se yerguen con toda sobrenaturalidad más allá del alcance de nuestro sensorial quinteto. Y finalmente, arrastrando la alegoría gastronómica hasta el extremo de lo admisible, disfrutaréis como postre del episodio nono de El Gaucho de los Anillos, esa magistral saga de épicas proporciones por cuyo descubrimiento mi nombre habrá de inscribirse con tipos áureos en los anales de nuestra especie. ¡Ah, bellacos, disfrutaréis los manjares que os ofrezco si no tenéis las vísceras tapizadas de gasa hidrófila y un trozo de feldespato por seso!

Sobre los efectos nocivos de la mezcla de sandía y vino
Investigación
Allende lo razonable: “Los Kuervos”
Artículo
El Gaucho de los Anillos
La comunidá del anillo (capítulo 9)


Página Axxón Axxón 128
87
88
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
100
101
102
103
104
105
106
107
108
109
110
111
112
113
114
115
116
117
118
119
120
121
122
123
124
125
126
127
128
129
130
131
132
133
134
135
136
137
138
139
140
141
142
143
144
145
146
147
148
149
150
151
152
153
154
155
156
157
158
159
160
161
162
163
164
165
166
167
168
169
170
171
172
173
174
175
176
177
178
179
180
181
182
183
184
185
186
187
188
189
190
191
192
193
194
195
196
197
198
199
200
201
202
203
204
205
206
207
208
209
210
211
212
213
214
215
216
217
218
219
220
221
222
223
224
225
226
227
228
229
230
231
232
233
234
235
236
237
238
239
240
241
242
243
244
245
246
247
248
249
250
251
252
253
254
255
256
257
258
259
260
261
262
263
264
265
266
267
268
269
270
271
272
273
274
275
276
277
278
279
280
281
282
283
284
285
286
287
288
289
290
291
292
293
294
295
296
297
298
299
300
301
302
303
304
305
306
307