Editorial - Axxón 136 |
Un mundo diferente Ha surgido un mundo diferente. En este mundo diferente se conocen más las personas, mucho más que antes. En este mundo diferente se están viendo muchas cosas de gran calidad, que a veces provienen de personas comunes, no de asociaciones, entidades ni empresas con grandes capitales. Y a estas cosas algo muy importante, creo yo se las puede conocer sin intermediarios. En este mundo rigen leyes nuevas, que no están escritas muy sólidamente, a veces no lo están en ningún sentido. Pero estas leyes son fuertes, son leyes de supervivencia, de convivencia, de interacción... como en una ecología. Se imponen solas, por una única razón: porque este mundo debe funcionar y estas leyes son necesarias. Como nadie las ha recopilado en un lugar conocido, en un libro que todos sepamos que exista en algún lugar (al menos que yo sepa), no es fácil enterarse de que están ahí, rigiendo, y hace falta un tiempo para darse cuenta. Cualquiera que ponga un sitio en Internet con todo amor y esperanzas y se encuentre en la posición 5000 o 6000 de Google (y hablo de sitios de idioma español, en inglés es peor) se preguntará qué es lo que pasa. ¿Por qué no existo para el buscador más completo, con decenas de miles de millones de páginas web registradas? ¿Por qué delante de mi trabajo hay centenares de páginas que no tienen nada, que ya no se actualizan (a veces desde hace cinco años o más)? Me costó mucha pregunta y mucha búsqueda llegar a vislumbrar algo de las reglas que rigen este mundo. Ya todos se habrán dado cuenta de que hablo de la red, de Internet, o WWW (World Wide Web). ¿Por qué el sitio de uno se ubica bien? ¿Por qué no? ¿Por qué cae de repente muchos puestos? Google tiene un programa o conjunto de programas, lo que se llama un sistema que analiza cada página que encuentra en la web. Se fija en la estructura, analiza las secciones que posee, a cuántos lugares apunta y cuántos lugares apuntan hacia allí. Analiza cada cuánto tiempo se actualiza. Analiza si tiene cosas raras... justamente se fija si alguien está tratando de hacer cosas para burlar a Google. Es decir, si alguien se dio cuenta de lo que Google valoriza y está tratando de engañar a los programas. Mi interés comenzó cuando estaba a punto de ingresar a los primeros diez puestos (estaba en la posición 11) y de pronto el sitio de Axxón cayó. El sitio no había cambiado mucho, ni en estructura ni en cantidad de links, hacia afuera y hacia adentro. Los accesos seguían igual, con una tendencia lenta hacia el aumento. No podía haber cambiado de pronto la cantidad de sitios que nos apuntaban. Busqué todo tipo de explicaciones e intenté soluciones. Algunas de estas soluciones sólo sirvieron para que Google me penalizara. No quise ser deshonesto, pero es posible que haya quebrado alguna ley. De esas que digo que no están escritas. Me dije que los otros sitios alrededor habrían crecido, habrían logrado mayores volúmenes de links justo en esos días. Puede ser, me respondía, pero no todos juntos y tan sincronizadamente. Estaba como loco. ¿Qué es lo que pasa?, me decía con la cabeza que me estallaba. Hasta lo pregunté públicamente en la Lista de Axxón. Finalmente descubrí una cosa: Google no es tan perfecto. Google tenía registradas las páginas de Axxón con varios nombres, dos de los nombres viejos y también el más antiguo de todos, el de www.giga (que abandoné por gentileza de Netizen). A través de dos de ellos se llegaba igual al sitio: www.techne y www.mondialhosting. La base de datos de Google tenía (y tiene) gran cantidad de páginas registradas bajo estos dominios. Cualquier link interno de una de las páginas de Axxón que apuntaba a axxon.com.ar desde www.techne y www.mondialhosting se sumaba como otro sitio. Después de la última caída momentánea de axxon.com.ar (un sábado a mediados de febrero), sin que me avisaran, los técnicos del servidor de ese espacio eliminaron el acceso a estos dos alias. Eso produjo una caída de como diez posiciones. Axxón, con mucho trabajo, sinceramente con mucho trabajo, había tardado meses en trepar ese mismo número. También descubrí otra cosa, más terrenal y más para embroncarse: algunos sitios (bastantes, desgraciadamente) habían quitado enlaces hacia Axxón que habíamos establecido como un acuerdo, de esos que se hacen cuando alguien nos dice "Fíjese en mi sitio, si le parece bueno me gustaría intercambiar links". Cuando me llega una propuesta así, yo me fijo, y si el sitio es bueno y su temática está relacionada con el mío le pongo link, observo que él o ellos pongan el link recíproco, y me olvido. Parece que hay webmasters que luego de un tiempito quitan el link que pactaron. En muchos casos no me lo puedo explicar de otra manera. Me pareció muy sucio. No digo que en todos los casos el motivo haya sido así. Pero creo que se debería entender que cuando se hace una cosa así se debe avisar al sitio que se quita de la lista de links. Sino es una acción nada honrada. Y que a mí me cae muy mal. Una traición. En estos días he utilizado enormidad de tiempo para revisar Internet y corregir todos los links que apuntaban a Axxón con direcciones viejas. Veremos en un tiempo qué efecto produce en Gooogle (porque hasta ahora nada cambió). En Alexa, por suerte, estamos en alza constante, y le agradezco a Ricard, de BEM, que me hizo conocer este medidor. Al menos me levantó un poco el ánimo. Eduardo J. Carletti, 1 de marzo de 2004 |