El Hybrot, como lo llama su diseñador, Steve Potter, se mueve controlado por los impulsos de una red de neuronas que
fueron seleccionadas de embriones de rata e instaladas sobre un chip de silicio... lo que lo califica como un verdadero
cyborg. Es la primera vez que alguien utiliza neuronas cultivadas para controlar un mecanismo robótico.
Es posible que las células cerebrales de rata que mueven este nuevo robot ayuden a lograr mejores chips para
computadoras.
En una de sus pruebas, el robot, del tamaño de un jarro de café, se desliza por una mesa redonda, siguiendo un camino
aparentemente caótico. Aunque los movimientos del hybrot (nombre que proviene de las parlabras hybrid
híbrido y robot) pueden parecer muy faltos de gracia, hay que tener en cuenta que son guiados a distancia
por una red neural biológica, en una experiencia que pretende ganar conocimientos que permitan la fabricación de chips de
computadora modelados en base a sistemas biológicos e, incluso, la incorporación de componentes biológicos en
computadoras.
Tales máquinas podrán, algún día, aprender, repararse a sí mismas y realizar algunas tareas, tales como tomar datos por
dictado, que hoy son apenas funcionales en los sistemas digitales binarios.
Steve Potter es profesor de ingeniería biomédica en el Institute of Technology de Georgia, Estados Unidos. Él piensa que de estas redes
de neuronas conectadas con chips surgirá un nuevo mundo de conocimientos y propiedades emergentes que hoy
ignoramos.
En su experimento, Potter coloca una gota de solución que contiene miles de neuronas de rata sobre un chip de silicio que
posee sesenta electrodos conectados a un amplificador. Las señales eléctricas que intercambian las células entre sí son
tomadas por estos contactos, que mandan la señal amplificada a una computadora. La computadora se ocupa de enviar
los datos al robot por vía inalámbrica.
El robot manifiesta su actividad neuronal con movimiento físico. Cada uno de los movimientos es resultado de la
comunicación de las neuronas entre sí. Y el robot manda información de regreso a las células. Equipado con sensores de
luz, el robot obtiene datos de sus posición sobre la mesa gracias a unas señales infrarrojas alineadas en los bordes.
Estos datos de proximidad se envían de regreso a la computadora y de allí a las células neuronales, como pulsos
eléctricos. Por un lado, se registra la actividad de las células y se la utiliza para controlar los motores del robot, y por el
otro, se toma información sensorial del robot y se la traslada como estímulo para las células. La realimentación lleva
menos de un segundo. Como dice el investigador, pusieron las células en un plato y luego les volvieron a dar un
cuerpo.
Potter registra las formas de las señales neurales a lo largo de grandes períodos. Está buscando evidencia de que las
células están aprendiendo de la realimentación, y ha notado que, de hecho, algunos estímulos producen cambios en las
células cerebrales, cambios que permanecen por varios días.
Según dice Rolf Pfeifer, profesor de ciencias de la computación de la Universidad de Zurich, Suiza, este trabajo puede
tener implicaciones para la contrucción de sistemas de computación autorreparables. "El sustrato neural dice tiene la
habilidad de autorrepararse y una enorme plasticidad, algo que se echa de menos en los sistemas tecnológicos estándar.
Por lo tanto me imagino que si se desea tener programas de computadora en los que algunos aspectos requieran
verdaderamente un comportamiento adaptativo, uno debería ser capaz de combinar sustratos biológicos con tecnología
estándar."
Un profesor de ingeniería eléctrica de Georgia Tech, Steven DeWeerth, ya está utilizando los conocimientos obtenidos por
Potter para fabricar circuitos sobre silicio, aunque su trabajo aún es preliminar. Potter cree que el conocimiento logrado
puede llevar a avances en chips asincrónicos, que no necesitarán un pulso de reloj.
Por ahora, Potter sigue estudiando la relación simbiótica entre sus neuronas cultivadas y el hybrot. Es posible que en poco
tiempo estas redes vivas lleven al desarrollo de ideas que los diseñadores de computadoras no puedan ignorar.
Más información:
Rat-Brained Robot
(Traducido y adaptado por Eduardo J. Carletti de Technology Review y otros sitios en Internet.)