Entre 1970 y 1980 las legislaciones norteamericanas, federales y estatales, comenzaron a prohibir, en rápida sucesión, las llamadas "drogas duras".
Estas drogas (como la cocaína y la heroína), fueron incluidas a través de la Controlled Substance Act - CSA en las llamadas Listas I y II, y su uso, tenencia, compraventa y consumo fueron severamente penalizados.
La mafia de los estupefacientes cambió inmediatamente de estrategia: en vez de persistir traficando sustancias prohibidas, encargó a multitud de laboratorios clandestinos el diseño, síntesis y elaboración de nuevas sustancias (desconocidas para la química
hasta entonces) que se asemejaran molecularmente a las drogas prohibidas pero que no lo fueran y, en razón del parecido químico con ellas, operaran efectos similares sobre el organismo humano.
Paraísos artificiales
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Estas nuevas drogas se conocen como "drogas de diseñador", "drogas de diseño" o "drogas de síntesis", aunque su nombre técnico correcto es el de "entactógenos".
Corrían, como siempre, con la ventaja de que los mecanismos oficiales de control son lentos y torpes a la hora de reaccionar ante un cambio de las circunstancias. En efecto, la nueva táctica les dio resultados durante casi veinte años. Recién en 1987,
los norteamericanos modificaron el texto de la CSA para poder incluir estas nuevas drogas recién descubiertas: se agregó entonces el concepto de "análogo de una droga controlada", y se colocó a las drogas de diseño en la Lista I sin más trámite. También
se modificó la redacción de la CSA para englobar a los entactógenos. Quedó redactada así: "Cualquier nueva droga que sea sustancialmente similar a una droga clasificada en las Listas I ó II y que tenga propiedades farmacológicas similares, será considerada
también substancia controlada y se la colocará automáticamente en la Lista I" . Este criterio fue adoptado de inmediato por la Organización Mundial de la Salud, con lo cual la iniciativa estadounidense cobró validez internacional.
Las drogas de diseño pueden clasificarse en tres grupos, a saber:
a) Las que imitan a la cocaína.
b) Las que se asemejan a los opiáceos (opio, morfina y heroína).
c) Las que se podrían llamar "originales".
En el primer grupo encontramos a drogas tales como Cristal Cayne, Coco Snow, Synth Coke; en el segundo, a Tango & Cash, China White y New Heroin; y como drogas novedosas tenemos a STP, Love Pill y Éxtasis.
La historia es más complicada de lo que parece, y aquí comienza a importar el marketing: cuando había una droga prohibida y un sucedáneo todavía no incluido en la lista (heroína y New Heroin, por ejemplo), los consumidores siempre tendían a elegir la droga
"legal" (o, por lo menos, "menos ilegal" ). Desde 1987, cuando ya ambas se convirtieron en ilegales, los adictos, puestos a elegir entre dos sustancias que podían llevarlos a prisión, comenzaron a preferir masivamente la versión "vieja", esto es, la sustancia
natural de origen botánico.
Este fenómeno fue muy estudiado por los narcotraficantes, que debieron, por la fuerza del mercado, adaptarse a las exigencias de la demanda. Es por ello que las drogas sintéticas de los grupos a) y b) están prácticamente en desuso hoy en día. El heroinómano
compra la vieja heroína extraída de la amapola, y sanseacabó.
Sin embargo, como es obvio, las drogas de diseño "originales", esto es, las que producen efectos novedosos y no encuentran modelo de su acción en la naturaleza, siguen ofreciendo un gran mercado, especialmente entre los jóvenes que las consumen en combinación
con alcohol en lugares públicos.
Este tipo de drogas de diseño se conocen, en conjunto, como feniletilaminas y son de diversos tipos. Varias de ellas son novedosas y recientes, mientras que otras existen desde los años ´60 pero han vuelto a ponerse de moda con sus compañeras "modernas"
en la movida "rave" de casi todas las grandes ciudades de Occidente.
Pero ¿qué son las feniletilaminas? Químicamente, podríamos definirlas como un híbrido entre los alucinógenos (enteógenos) y los estimulantes (la anfetamina): por ello son llamadas muchas veces "anfetaminas alucinógenas" o "anfetaminas visionarias". Este
término es perfectamente cierto a nivel estructural, pero no en el aspecto farmacológico: las feniletilaminas no tienen poder estimulante y escaso o nulo efecto alucinógeno, sino que, como máximo, pueden llegar a ocasionar cambios en la percepción táctil,
auditiva y visual. Algunas clases pueden llegar a desinhibir al individuo. El efecto "psicodélico" se relaciona más bien con la esfera emocional que con el sistema sensorial.
En este breve Zapping recorreremos algunas de las feniletilaminas más comunes.
MDA
Estructura química de la MDA
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El nombre correcto de la MDA es 3,4-metilendioxianfetamina y fue sintetizada por Merck en 1910. Es la tan conocida Píldora del amor, que a veces lleva grabada una cabeza de dinosaurio o un trébol. En el mercado negro se comercializa con frecuentes "cortes" o adulteraciones. Se le agrega talco, anfetaminas, aspirina y/o metilfenidato.
Las dosis moderadas o altas de MDA incapacitan casi completamente para tener orgasmos (por eso, en teoría, permiten coitos prolongados, pero ¿quién quiere un coito prolongado sin placer?). Produce sudoración, dilata las pupilas y disminuye radicalmente
el ritmo respiratorio.
Dos presentaciones de pastillas de MDA
En 1953, el ejército norteamericano, que consideraba y sigue considerando a la MDA como una muy útil arma química, utilizó a un enfermo psiquiátrico como conejillo de indias para tratar de encontrar la dosis letal de la droga. Se le fueron administrando
inyecciones endovenosas cada vez mayores, hasta que, al darle medio gramo, el paciente (Howard Blauer), murió entre espantosos dolores. Así, pues, la dosis letal de MDA es de 500 mg.
No se sabe si esta droga produce tolerancia o adicción, y no se conocen sus efectos a largo plazo.
MDMA
La MDMA o 3,4-metilendioximetaanfetamina fue descubierta por los laboratorios Merck en 1912. Hoy, todo el mundo la conoce como Éxtasis o XTC. El ejército norteamericano sigue experimentando con ella en su papel de arma química. El Éxtasis se obtiene de
la nuez moscada.
Distintas pastillas de Éxtasis obtenidas en la calle
Se la administra en forma de pastillas sublinguales o se aspira por las fosas nasales. Sus efectos consisten en alterar la recaptación de ciertos neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, modificando sensiblemente la esfera emocional del usuario.
Clásicas pastillas de Éxtasis con el grabado del delfín
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Provoca, por lo tanto, temor, euforia, tensión, confusión y sentimientos de turbación. Es muy peligrosa para los cardíacos, porque aumenta el ritmo del corazón y la presión arterial. El actor River Phoenix casi con seguridad falleció de una sobredosis
de MDMA.
Pastilla de Éxtasis con un tulipán grabado
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La droga produce contracción de las mandíbulas, aumento de la temperatura corporal (que llega a los extremos letales de 42 o 43°C), y una grave, radical deshidratación. Al igual que la anterior, la dosis letal de MDMA es de medio gramo (500 mg).
La MDMA presenta tolerancia ante el consumo repetido, y en las mujeres produce anorexia a largo plazo. Se han observado casos donde se pierde la visión y la coordinación neuromuscular. Un paciente que tomó 200 mg de MDMA en 150 ocasiones desarrolló una
grave psicosis con alucinaciones, impotencia, alteración del sueño, ansiedad, paranoia y delirio.
Se cree que la MDMA no produce adicción física sino psicológica, y sus efectos son tan graves que está en la Lista I.
Estructura molecular del Éxtasis
El Éxtasis es la más adulterada de las feniletilaminas, y normalmente se la vende mezclada con MDA, MDEA, DOM y/o 2-CB. Es por eso que quien compra Éxtasis nunca sabe lo que está tomando en realidad, y por consiguiente es imposible calcular una dosis "segura".
Por causa de esta circunstancia la MDMA encabeza el ránking de las drogas de diseño que se han cobrado más vidas.
MBDB y MDEA
De la nuez moscada se obtienen también otras dos sustancias de diseño que en el mercado negro se ofrecen como si fueran Éxtasis. Son la MBDB (3,4-metilendioxifenilbutano) y la MDEA (3,4-metilendioxi-n-etilanfetamina).
Adecuadas presentaciones en pastillas de MBDB:
muerte para el usuario, dinero para los traficantes
Los narcotraficantes suelen adulterarlas con anfetaminas, metilfenidato y aún peor benzodiacepinas (el famoso diazepán).
En su administración oral, estos imitadores del éxtasis tardan 45 minutos en llegar al cerebro. Allí alteran la fisiología de neurotrasmisores como la dopamina y la noradrenalina y su efecto es activar el sistema nervioso central (SNC) y provocar fenómenos
distorsivos de la percepción.
Como ambas drogas están prohibidas y los norteamericanos no las usan como armas químicas, no hay estudios serios acerca de ellas. Esto los convierte en drogas peligrosísimas (no se conoce la dosis letal). Peor aún, como se hacen pasar por Éxtasis, es casi
seguro que han producido muertes atribuidas a aquél, lo que confunde y se convierte en otro enorme riesgo potencial. Tampoco se conocen su desarrollo de tolerancia, su potencial adictivo, su actividad teratogénica (posibilidad de engendrar malformaciones)
ni sus efectos sobre el cuerpo y el ADN a largo plazo.
DOM y DOB
Otras dos imitadoras del Éxtasis, con el agravante de que son verdaderamente potentísimas, lo que con facilidad puede conducir a la sobredosis. Lo que las anteriores hacían con 200, 210 o 250 miligramos, la DOB lo hace con 3 miligramos y la DOM con 6 u
8. Una dosis de 9 mg de DOB es mortal, mientras que la de DOM aún no se conoce.
La DOM (2,5-dimetoxi-4-metilanfetamina) fue descubierta en 1963 y se comercializó con el nombre de STP. El STP casi no se trafica hoy en día porque cayó en desgracia con los adictos debido a las experiencias terroríficas y realistas que produce. En el
SNC interfiere con los receptores adrenérgicos, produce euforia y alteraciones perceptivas.
Confusión potencialmente mortífera:
tres píldoras marcadas con el mismo signo. Izq. A der.: DOB, MDA y MDEA
La DOB (2,5-dimetiloxi-4-bromoanfetamina) fue sintetizada en 1967 y no se dirige al cerebro sino a los pulmones. Como consecuencia de ello y de su gran potencia, los efectos duran entre 20 y 30 horas.
DOB con la imagen de un indio
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Ambas drogas elevan los ritmos cardíacos y respiratorios, y aumentan radicalmente la presión arterial. También producen dilatación de las pupilas, visión borrosa, mareos (muy peligrosos si se conducen autos), dolores de cabeza e insomnio. Las altas dosis
de DM y DOB provocan ataques de pánico que deben ser tratados con medicación antipsicótica.
La alta potencia del STP casi provoca un suicidio en masa por sobredosis en San Francisco, en 1997. En el festival Human Be-in se distribuyeron gratuitamente a los espectadores 5.000 pastillas de DOM/STP. A las 2 ó 3 horas, cientos de personas comenzaron
a ingresar a los hospitales cercanos con síntomas de una sobredosis de DOM. Muchos de ellos estaban en grave estado.
El motivo fue que los usuarios recibieron pastillas con 10 mg de DOM, una dosis tres veces superior a la recomendada (3 mg). Como la gente estaba habituada a los efectos del LSD (que comienza a actuar a los 15 minutos de ingerido) pero no sabían que el
DOM tarda 2, 3 ó más horas en comenzar a hacerse sentir, pensaron que la dosis era muy baja, y muchos duplicaron o hasta triplicaron la ingesta. Gracias a la acción rápida y correcta de los médicos se evitaron varios miles de muertes.
Con respecto a la DOB, muchas veces se la vende haciéndosela pasar por MDA ("píldora del amor" ), y ello ha llevado a muchas sobredosificaciones, algunas de ellas letales. En efecto, la gente sabe que la dosis activa de MDA es de 210 mg, y si se le suministran
comprimidos de 10 mg de DOB diciéndoles que se trata de MDA, tenderán a tomar, 10, 20 o más pastillas, cuando una sola ya supera la dosis mortal. Una pareja norteamericana cayó en este error, que es razonable porque los largos tiempos de latencia del DOB
hacen pensar al cliente que la dosis que está tomando es mínima. La mujer murió instantáneamente de una sobredosis tan masiva que de los tejidos del cadáver se pudieron recuperar más de 9 mg, que por sí solos representan una cantidad letal. El novio consiguió
sobrevivir, luego de pasar por un período de convulsiones neurológicas y de estar seis semanas en coma profundo.
2-CB
Estructura química de la 2-CB
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La 2,5-dimetoxi-4-bromofeniletilamina, conocida como 2-CB, es la droga de diseño más en boga hoy en día en Europa. Habitualmente se la conoce como Venus. Se la obtiene de la mescalina un alucinógeno proveniente de un hongo y en su versión de mercado negro se la suele encontrar cortada con anfetaminas. Como las otras, se ingiere por vía oral. Ya en el SNC, la 2-CB se fija a los receptores para la dopamina, la noradrenalina y la adrenalina, lo que provoca graves alucinaciones en dosis altas.
Las dosis de uso se calculan entre 5 y 50 mg, y se sabe que la dosis mortal es de aproximadamente 65 mg. Como se ve, hay sólo 15 mg de diferencia entre la dosis alucinógena y la fatal, lo que explica la gran cantidad de accidentes provocados por esta sustancia.
Sus efectos físicos son como los de la DOM, no se conoce su potencial adictivo y sus efectos a largo plazo no han sido investigados.
Diseñadores de la muerte
Estas drogas de diseño siguen circulando en los ambientes nocturnos y en el mercado negro. Como se ha visto, todas ellas son muy peligrosas por más cuidado y atención que se ponga en su consumo, principalmente a causa de los cortes y de que una se vende
como si fuese la otra.
Los diseñadores de la muerte siguen su camino: desgraciadamente, muchos usuarios están ya bajo tierra y no pueden decir lo mismo.
Más datos:
(Traducido, adaptado y ampliado por Marcelo Dos Santos de Wired y de otros sitios de Internet)