Espacio - Cosmos
INDICE - PRINCIPAL - NOTICIAS

31-Dic-2007

BURAN

Cuando Eduardo Carletti me sugirió Espacio-Cosmos como nombre de la sección en donde no sólo se publicarían artículos relacionados con la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), aunque no se lo dije, me pareció un poco redundante; puesto que, me dije a mí mismo, espacio y cosmos son sinónimos. Por lo menos lo son cuando nos referimos a todo aquello que yace más allá de nuestra protectora burbuja llamada atmósfera. Sin embargo, con el paso del tiempo, caí en la cuenta de que el nombre no podría ser mejor, porque refleja las dos caras de una misma moneda. Espacio es el universo para los americanos, cosmos es el universo para los soviéticos. En cuanta traducción llegue a sus manos podrán apreciar que los norteamericanos siempre han sido, y siempre serán, astronautas. Mientras que sus contrapartes rusas reciben el nombre de cosmonautas.

Y esto es precisamente lo que verán en Espacio-Cosmos a partir de este artículo sobre Buran. El panorama de la ciencia y tecnología espaciales a nivel mundial. Panorama en donde se destacarán como montes Everest las dos mayores potencias espaciales: Estados Unidos y la ex-Unión Soviética.

Buran, el transbordador espacial ruso

Si la Unión Soviética no se hubiera disuelto a principios de la década de 1990, es muy probable que el primer transbordador en visitar la estación espacial Mir hubiese sido Buran y no Atlantis. Pero el destino se ensañó con el programa espacial ruso más ambicioso y oneroso de todas las épocas e impidió que Buran pudiese realizar las magnas tareas para las que fuera diseñado y construido.

Como ustedes saben, en cualquier programa espacial, por más humilde que sea, todos son grandes números. Se gasta mucho dinero, se invierten muchas horas de trabajo, se realizan numerosos cálculos y se habla de toneladas y de millares de kilómetros. En cualquier programa espacial la mínima esfera de acción es la esfera terrestre. Pero en el programa Energía-Buran estos números parecen multiplicarse hasta el infinito y todos los aspectos del proyecto son simplemente colosales; para darles un ejemplo, el proyecto involucró la creación del avión más grande del mundo, el Antonov An-225, y un presupuesto de más de 15 billones de dólares.


La escritura tan simpatica que aparece en este póster significa Tormenta de Nieve, Buran, en ruso. Crédito: Siam New Media

Los orígenes

El proyecto Energía-Buran surgió como una natural respuesta al desarrollo del programa norteamericano de transbordadores. Imaginen, lectores, el clima que se vivía en plena Guerra Fría. Aún resonaban las burlas por el fracaso del programa lunar soviético. El Mar de la Tranquilidad les dio la bienvenida sólo a norteamericanos. A mitad de la década del 70, los americanos presentan el plan del transbordador (shuttle, o lanzadera espacial), un moderno vehículo capaz de ir al espacio como un cohete, regresar a la Tierra como un avión y ser utilizado en varias misiones. Y para colmo de males, las recientes y prometedoras estaciones espaciales exigían suministro constante de módulos, cosmonautas y diversas cargas (como oxígeno).

Ante esta perspectiva, el gobierno soviético decide contraatacar con sus propios planes para vehículos reutilizables. Al comienzo se diseñaron los aeroplanos del proyecto Spiral. Vehículos espaciales reutilizables que podrían albergar a un cosmonauta. Lamentablemente, este diseño nunca pudo avanzar más allá de las pruebas aerodinámicas de aterrizaje. Uno de los más destacados científicos al frente del proyecto Spiral fue G. E Lozino-Lozinsky.


Concepción artística del aeroplano Spiral

Luego llegó el turno de un vehículo que debía tener las mismas capacidades que su rival occidental. Así nació el concepto del transbordador, o lanzadera, Buran; que en ruso significa Tormenta de Nieve. En realidad el programa ruso de los transbordadores se denominaba MKS, compuesto por una flota de varios miembros; pero sólo Buran alcanzó la órbita y se convirtió en el más conocido de todos.

El proyecto fue encargado al Instituto Central de Aerohidrodinámica (TsAGI), que cuenta con el túnel aerodinámico más grande del Hemisferio Oriental. El trabajo comenzó en 1976.

El proyecto

Cuando los científicos rusos se sentaron a diseñar el transbordador Buran se toparon con más de un problema. El primero de ellos fue el cohete o vehículo de lanzamiento que deberían utilizar para llevar el transbordador hasta la órbita. Simplemente, no existía un cohete lo suficientemente potente como para transportar el transbordador. El N1, diseñado para transportar 100 toneladas de carga fue un fracaso. Sólo les quedaba el Protón, que no podía acarrear más de 20 toneladas. No había otra opción, deberían diseñar un nuevo, potente y versátil vehículo de lanzamiento: Energía.

Continúa...


            
            

Nedstat Basic