«Malditos», Daniel Arrebola Borja
Agregado el 15 octubre 2015 por admin en 266, Ficciones, tags: CuentoEl templo de Tierra se hallaba envuelto en las tinieblas, tan solo un haz de luz iluminaba el altar situado entre dos pedestales con antorchas. El guerrero Caleb estaba allí, arrodillado con su armadura ante el sumo sacerdote de la orden. El sumo sacerdote oraba, clamando a los dioses por una bendición para Caleb. Alzaba los brazos mientras reproducía un cántico grave, lleno de contundencia y perversidad. En las sombras, otros sacerdotes y novicios oraban en silencio sentados en las bancas