Introducción
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Armas espaciales
Armas antimotines
Otros desarrollos (1)
Computación
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Internet
Mapa 1: Federación del Sur
Apéndice 1: El escándalo del Marte 1
Apéndice 2: Fusión en el Balseiro (2011)
Apéndice 3: Jerusalén, ciudad de milagros
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Futuros
Futuro 1 : El universo de Korzan
Apéndice 2
Fusión en el Balseiro (2011)
El 14
de octubre el Instituto Balseiro de la Federación del Sur cerró
un contrato de cinco años con el CERN de Europa y el prestigioso
MIT de EEUU y Japón. El objetivo es obtener energía de
fusión barata y de utilidad comercial en ese lapso. La Federación
del Sur tendrá participación en las patentes finales de
los desarrollos y un potencial mercado planetario.
"Esperamos conseguir pronto la tan esperada fusión nuclear
que dará energía barata al mundo, un sueño de más
de cincuenta años" manifestó Helmut Köhler,
representante del CERN, sito en Suiza.
La estrella principal y razón de este contrato es el Fusor A,
proyecto del Instituto Balseiro que fue noticia mundial al mantener
una reacción de fusión controlada en el mes de setiembre,
durante cuatro días y nueve horas, récord absoluto. La
marca anterior fue de 15 horas en 2009, conseguida por el JET 3 europeo.
Este aparato fue tristemente noticia, al provocar más de cien
víctimas y la demolición del Centro de Fusión Europeo
en Milán el año pasado.
El Fusor A se diferencia de todos los anteriores tipos de reactores
de fusión en varios puntos. En primer lugar, en realidad es un
dúo de reactores de fusión. Uno de ellos desata la reacción
termonuclear hasta que se llega a una inestabilidad, manifestada en
todas las reacciones de este tipo registradas, a pocas fracciones de
segundo de comenzada la reacción. En ese momento el plasma de
la reacción se transfiere velozmente al segundo reactor, que
con una inyección de hidrógeno y deuterio comienza una
nueva reacción, y así sucesivamente.
En segundo lugar, los anteriores reactores de fusión buscaban
producir energía suficiente para automantener su funcionamiento
y a la vez obtener un excedente capaz de aprovecharse. El Fusor A solo
genera energía para su funcionamiento continuo. Con esto no se
requiere un elevado gasto de material para la reacción y los
condicionamientos en el diseño del artefacto son menores. El
aprovechamiento energético radica en su original diseño,
que permite un gran rendimiento al aprovechar el calor residual de la
reacción.
En tercer lugar, el aparato es mucho más pequeño y liviano
que sus antecesores, y puede adaptarse para ocupar el sitio de un reactor
nuclear, en una planta nuclear convencional.
"La clave principal del fusor es la transferencia de plasma",
explicó María Montero, astrofísica y coordinadora
en el equipo del Proyecto Fusor A. "Sólo pasando el plasma
de una reacción a otra podíamos confiar en mantenerla
continuamente. Nuestra inspiración en tal transferencia fue el
estudio de reacciones de tipo jet en estrellas supergigantes y galaxias
lejanas. Otra clave es el diseño del propio cuerpo del reactor,
que nos demandó meses de trabajo demoledor y es obra de un grupo
de verdaderos genios".
"Lo que más nos interesó hacer es que el fusor fuese
seguro. Su diseño está hecho de manera que en caso de
falla, lo primero que ocurre es que se anula la transferencia de plasma,
con lo que se corta la reacción inmediatamente".
Además del obvio interés en compañías productoras
de insumos energéticos, el Fusor A ha generado proyectos en la
NASA y la ESA. Se ha propuesto equipar un vehículo espacial tripulado
propulsado por este reactor. Incluso se oyen voces como la de Arthur
C. Clarke (94) para reiniciar el interés por el vuelo espacial
tripulado, en decadencia por la recesión mundial. "Ahora
sí podemos llegar a Marte", manifestó el escritor
en un artículo aparecido el día de ayer en el New York
Times.
El INVAP, el Instituto Balseiro, la UBA y el Estado de la Patagonia
anunciaron en la misma conferencia de prensa la creación de Fusor
Incorporada, compañía que participa también en
el contrato de desarrollo firmado. La naciente compañía
liberó un 70% de sus activos en forma de acciones el mismo 14
de octubre, cotizadas al comienzo de la jornada en la Bolsa de Mendoza
a 10 solares la unidad, y cerrando al equivalente de 320 solares en
Nueva York.
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