31/Jul/05

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La película Chile puede se adelanta al drama del Discovery

Boris Quercia está a punto de titularse de pitoniso o algo similar. Sin pretenderlo, el realizador se adelantó al drama que tiene por estos días a cientos de técnicos de la NASA evaluando si el transbordador Discovery va a poder emprender su viaje de regreso el próximo 7 de agosto o, como ya se ha previsto, van a tener que enviar otra misión para rescatar a sus siete tripulantes de la Estación Espacial Internacional.

(Las últimas noticias) "Siempre la realidad se empecina en imitar a la ficción", dice Quercia, al recordar que la trama de su nueva película Chile puede —que se estrenará el primer semestre del próximo año— trata de algo similar: "mandar a alguien al espacio y no poder bajarlo luego de que su nave presenta serios desperfectos, y con una participación vital de los rusos".

Pero mientras en la NASA saben que el problema de ellos es por el desprendimiento de una loseta aislante del depósito de combustible del Discovery, los chilenos que mandan a un profesor de castellano al espacio no entienden nada. "A consecuencia de que somos chilenos no más. La teoría del alambrito", explica el actor, recordando la consabida solución criolla para arreglar cualquier cosa.

"Esta película no tiene nada de ciencia ficción, para mí es muy realista: algo que muy bien se podría hacer... La gran teoría de la película, es que en Chile tenemos más tecnología de la que tenían los soviéticos que mandaron a Gagarin al espacio, por lo que podemos hacer lo mismo", dice Quercia.

Para eso la nave, apunta, está inspirada en algo muy chileno: el Novel, auto de fabricación local que surcó las calles en los 60.

"Claro que lo nuestro es comedia, mientras que para la NASA se puede convertir en una tragedia", dice el actor que, en esta ocasión, cedió la dirección de la película a Ricardo Larraín.