23/Sep/05

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Comer como en el Paleolítico, lo más sano

(EFE) - Para algunos expertos, la alimentación más saludable incluye los alimentos que cazaba, pescaba o recolectaba el hombre primitivo, como las carnes, pescados, frutas y verduras.

Para varios expertos nutricionistas consultados, la alimentación natural de "antes de ayer", será la de "pasado mañana".

Imagine que una misma dieta le permite adelgazar y mantener un peso ideal, además de mejorar su digestión, aportarle más energía, disminuir el riesgo de padecer cáncer y favorecer el funcionamiento de sus glándulas endocrinas.

Este tipo de alimentación se ha producido en el gran laboratorio de la Naturaleza: la mantenían nuestros antepasados hace decenas de siglos, cuando aún no había restaurantes ni supermercados.

La filosofía del denominado "régimen paleolítico" consiste en retornar a la alimentación natural a la cual está adaptado nuestro organismo y dejar de lado las comidas llenas de sustancias tóxicas artificiales y toxinas producidas por seres vivos, que supone la industrialización y producción de alimentos a gran escala.

Además "la mayoría de los alimentos de estas características disuelve la grasa, y el cuerpo se defiende de ellos, encerrándolos dentro de la propia grasa y aumentando así la masa adiposa", explica la doctora Josefina Vicario, especialista en dietética y nutrición y directora médica de las clínicas Vicario en España.

Esta experta usa el régimen antitóxico, en estrecho contacto con su creador, el médico francés Dominique Rueff, oncólogo y experto en medicina anti-edad.

Alimentos indicados y desaconsejados

Se puede beber una copa de vino al día, preferiblemente tinto, y hay que reducir al máximo el consumo de alimentos en conserva, envasados en cristal, congelados, carne o pescado ahumado, sal de mesa refinada y margarinas, además del café o el té, aunque se admiten sus versiones descafeinadas.

Por otra parte, conviene beber al menos dos litros de agua por día, y consumir con generosidad carne, pescado, aves y huevos, así como verduras, granos y nueces, y también frutas, siempre que estén bien maduras. También están tolerados los frutos secos.

Se pueden comer sin problemas, desde el arroz, así como el pan y la leche elaborados con este cereal, y las patatas, hasta la leche de soya y sus derivados, pasando por los aceites de oliva, de colza, y de nuez, obtenidos por presión en frío, y la sal marina natural.

Según Vicario, esta alimentación "no produce carencias, ya que los nutrientes que no aportan los alimentos excluidos pueden aportarlos otros y, si es necesario, pueden tomarse en forma de suplementos: por ejemplo el calcio puede recibirse a través de nueces, sardinas y otras comidas, ricas en este mineral, o bien por medio de una fuente externa".

"El régimen paleolítico, modo de empleo". Así se llama el libro, que ha sido récord de ventas en Francia y que explica el régimen del Dr. Rueff, que consiste en una alimentación rica en proteínas y fibra, baja en azúcares y grasas perjudiciales, la cual descansa en un estricto control de la cantidad y calidad de los glúcidos que se ingieren y la erradicación de aquellos alimentos para los cuales no están básicamente preparadas nuestras fisiologías digestiva e inmunitaria.

Según, Rueff, "el ser humano, igual que las demás especies, está adaptado a su medio natural y en especial a su alimentación natural, y los genes que controlan todas las funciones de nuestro organismo son en esencia los mismos que los de nuestros ancestros más lejanos".

El hombre del paleolítico, un período en que el ser humano comenzó a utilizar sus primeras herramientas de piedra tallada, hace entre 8.000 y 6.000 años, era fundamentalmente un cazador, pescador y recolector, que se alimentaba sobre todo de animales, peces y vegetales, en estado natural.

"Pero ahora nuestra alimentación se compone básicamente de alimentos transformados obtenidos de ganado, frutas y legumbres cultivadas, y es rica en guarniciones de salsas ricas en grasas y azúcares, lo cual está en el origen de todo tipo de trastornos de la salud", según Rueff.