por el Lic. Carlitos Menditegui
Es en primera instancia mi deseo agradecer
todas las misivas que se nos han remitido en vista de la incomprensible
desaparición de nuestro querido jefe de sección (tanto las
de condolencia como las de felicitaciones). Es verdaderamente lamentable
que no se halle presente en el momento en que AnaCrónicas
se complace en presentar al lector el capítulo final de La
comunidá del anillo, hecho que marca el cierre de un ciclo
de la sección. Tenemos confianza en que volveremos a contarlo entre
nosotros cuando, en un futuro no demasiado lejano, inauguremos La
yunta e torres, segundo acto de la trilogía heroico-telúrica
El Gaucho de los Anillos. En este momento, sin embargo, es inevitable
que su ausencia empañe la alegría propia de la ocasión,
algo que acaso nunca podamos perdonarle. Destino:
Venus |