«Enseñando a leer a Pie Grande», Geoffrey W. Cole
Agregado en 4 septiembre 2011 por dany in 222, Ficciones, tags: CuentoCANADÁ |
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | hola grandulón |
Enviado: | sábado 10 de octubre, 2122, 11:09 AM LST |
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Querido Pie Grande:
La vida en la luna es un asco. Hoy papá volvió temprano de la fábrica aérea y yo no había terminado de lavar los platos del desayuno, entonces me arrojó mi cuenco del desayuno por la cabeza y se rompió. Supongo que mañana tendré que comer con su cuenco.
Papá dice que tendrá que conseguir otro empleo. No me lo dijo a mí. Se lo dijo a Melinda, la chica que últimamente trae a casa. Se tomaron hasta la última gota de screech, un ron horrible que es como el que hacían en la Tierra, y después empezaron a manosearse en la cama de abajo, conmigo sentado en la cama de arriba. Papá me vio espiándolos, me arrojó una de sus botas y casi me saca un ojo. Melinda lo calmó y siguieron manoseándose.
Papá me vio escribiéndote cuando se fue Melinda. Dijo qué p… estás haciendo, escribiéndole a Pie Grande. Un día le pregunté por qué no le rezaba a Jesús como la madre de Mario y me contestó que bien podía rezarle a Papá Noel o a Pie Grande porque igual no servía para nada. Bueno, se me ocurrió que rezar tal vez no sirve para nada, pero que un correo electrónico seguro te va a llegar.
De todos modos, no estoy seguro de que puedas ayudarnos, viendo que estás allá en la Tierra, pero escribirte es mejor que no hacer nada. Tendría que irme a la cama. Papá está roncando y eso me cansa. Terminaré de escribirte por la mañana.
Ya es de mañana. Papá se levantó tarde y se quejó porque se le enfrió el desayuno, pero se lo comió igual. Tuve que esperar una eternidad para poder usar su cuenco, pero la verdad es que no me molesta que los huevos en polvo estén fríos. Papá insistía con que no podríamos pagar ciertas cosas, como los huevos en polvo, y dijo que había otras cosas que tampoco podríamos comprar, como el aire y el agua, pero nunca cortan el aire, el agua sí, y en todo caso siempre puedo conseguir que los vecinos me den un poco.
¿Cómo es tener agua que cae gratis del cielo y no preocuparte nunca por que el aire se eche a perder? ¿Y tener árboles? Me gustaría muchísimo ver uno. Mario me mostró algunos en su consola RV, pero ya se sabe que no son reales, como tampoco son reales las chicas que me muestra, pero sí que son bonitas. Más bonitas que Melinda, por lo menos.
No sé a qué hora vuelve papá hoy. Dijo que iba a la fábrica de fármacos para ver si podía conseguir empleo allá, pero el papá de Mario trabaja ahí y él terminó la secundaria, por eso no estoy tan seguro de que papá tenga oportunidad. El cuenco del desayuno sigue en el fregadero; tendría que lavarlo mientras haya agua corriente.
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | estúpidas marmotas |
Enviado: | jueves 22 de octubre, 2122, 10:46 PM LST |
Querido Pie Grande:
En la escuela nos pidieron que diéramos charlas y yo hablé sobre ti. No les dije que te enviaba correos, pero les dije todo lo demás. La Sra. Drissold dijo que supuestamente debía dar una charla sobre una criatura salvaje de verdad, y yo le contesté que tú eras bien real. Los otros chicos hablaron de gacelas, leones y estúpidas marmotas, y ella dijo que yo tendría que haber hablado de algo parecido. Bueno, le respondí que ninguno de los chicos había visto jamás una gacela, un león o una estúpida marmota y que yo tampoco había visto a un Pie Grande y que entonces cuál era la diferencia. Supongo que me trastorné demasiado, porque hice pedazos el afiche de la estúpida marmota, pero tú ya sabes lo que ocurre cuando uno se trastorna demasiado ¿verdad?
Cuando volví de la escuela, papá ya estaba en casa y no se sentía nada contento de que yo hubiera roto un afiche de una estúpida marmota que pertenecía a otro chico. Seguro que la Sra. Drissold lo llamó y le habló mal de mí, cosa que no me parece bien. Yo no hablo mal de ella cuando se olvida de mi nombre. Papá me advirtió que no me meta con las cosas de otras personas, pero cuando le conté del chico que no paraba de hablar de esas estúpidas marmotas, se rió y dijo sí, la verdad es que son unas estúpidas de p… madre.
La fábrica de fármacos no lo contrató y tampoco la fábrica de mierda. Perdón, no tendría que decir esa mala palabra, pero papá siempre la dice y… al diablo, eres Pie Grande. Debes cagar por todas partes. Mañana va a intentar en el puerto. Le dije que no, que el papá de Graham se mató en el puerto y también el papá del chico que siempre tiene olor a pis, pero me contestó que no había otra mierda que hacer, que todas las minas están cerradas y todo el mundo se está yendo de Avalon a otros lugares de la luna.
¿Los Pie Grande escriben? No tengo idea, pero si puedes leer esto seguro que puedes escribir. No sé para qué vas a tener una dirección de correo electrónico si no sabes escribir, o sea que debes saber.
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | cabezas de pollo |
Enviado: | lunes 9 de noviembre, 2122, 11:58 PM LST |
Querido Pie Grande:
Nos cortaron el agua. Qué imbéciles. Papá debe nada más que tres pagos. Estuve pidiendo a los vecinos todo lo que me pudieran dar, pero no tienen mucho y a unos pocos también se la cortaron.
No tengo nada para desayunar. Le dije a papá que no teníamos nada salvo levadura, pero me gritó que odiaba esa cosa. Después de tirarla al suelo se disculpó y me dijo que algún día me compraría huevos de verdad. Se la pasa hablando de eso, de los huevos de verdad. Dice que yo incluso llegué a probarlos una vez, cuando era bebé, antes de que mamá muriera, pero no me acuerdo. De todos modos, me parecen repugnantes. ¿Algo así como pollo licuado? Qué feo. Tampoco sé qué sabor tiene el pollo. Solo conozco la comida artificial que cultivan aquí, aunque papá me dice que toda tiene gusto a pollo, pero a pollo falso.
Me gustaría ver un pollo de verdad. La semana pasada un chico dio una charla sobre los pollos que fue mejor que la de las estúpidas marmotas, pero debo haberme quedado dormido en la mitad porque la Sra. Drissold me golpeó en la cabeza. Una cosa que me acuerdo es que los pollos siguen corriendo cuando les cortan la cabeza. ¿Tú puedes hacer eso? Seguro que tú correrías hasta que encontraras tu cabeza y después te la volverías a pegar en el cuello y escaparías al fondo del bosque.
A propósito, todavía no recibí respuesta tuya. Sé que solo te envié dos correos, pero estoy esperando ¿sabes?
Tengo una idea. ¿Por qué no me mandas una foto? Seguro que puedes hacerlo con la computadora que tienes. Después puedo vender tu foto, hacer que reconecten el agua y conseguir un lugar mejor donde vivir para papá y para mí. ¿Podrías hacerlo? No hace falta que me escribas nada (no hay problema; yo no aprendí a escribir hasta hace dos años, cuando tenía siete).
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | ¿puedes leer esto? |
Enviado: | martes 17 de noviembre, 2122, 1:33 AM LST |
Querido Pie Grande:
Papá consiguió el empleo del puerto. Pensarás que son buenas noticias, pero se gastó el primer cheque del sueldo en dos botellas de screech y en Melinda. Ella no venía desde hacía mucho y yo casi me había olvidado de lo mal que huele. Bueno, cuando se estaban manoseando y sacudiendo mi cama con bastante energía, me puse a pensar si no tendría que ir a visitarte. Tal vez necesitas que alguien te lea todas las cartas. No sé cómo puedo llegar hasta allá. Papá una vez me dijo que no puedo irme de la luna porque soy muy alto y muy delgado para la gravedad de la Tierra, pero creo que es una tontería. La gente va y viene de la Tierra todo el tiempo. Y escuché que si te sientas en una piscina llena de agua es como si no existiera la gravedad para ti. Bueno, nunca he visto una piscina, pero estuve pensando que podría sentarme en un arroyo grande o en un río o en algo parecido y leerte mis correos. Quizás hasta podría enseñarte a leerlos tú solo. No es difícil. Bueno, es medio difícil. En realidad, a mí me ayudó mi papá a aprender. Me dijo que si no sabes leer no vales una mierda. Ningún hijo mío va a crecer analfabeto. Por supuesto, no tenía ningún libro ni nada, solo revistas viejas con un montón de señoras desnudas y los periódicos de hockey. Sé leer lo suficiente como para enseñarle a un Pie Grande.
Claro que tal vez tienes uno de esos programas lectores de voz en tu computadora. Pero soy buen maestro. Le enseñé a Mario a robarle pasteles al panadero sin que te descubra. Bueno, a mí no me descubrió y Mario no tuvo mucho problema, aparte de que el panadero le dejó un ojo negro. ¡Su madre se puso furiosa y le gritó a papá!
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | la Sra. Dirssold da asco |
Enviado: | miércoles 9 de diciembre, 2122, 9:27 PM LST |
Querido Pie Grande:
Qué estúpida es la Sra. Drissold. Hoy, en clase, me dijo que mañana es el Día de Trabajar con los Padres. ¡Mañana! Dijo que nos avisó hace semanas, pero yo no me acuerdo; quizás estaba dormido, pero algunos otros chicos tampoco se acordaban. Tuve que decírselo a papá esta noche, cuando volvió a casa. Era muy tarde y olía peor que Melinda y apenas podía llevarse la cena a la boca. Ni siquiera sé si me oyó, solo dijo que sí con la cabeza y se arrastró hasta la cama. No quiero ir al puerto. El papá de Graham se mató allá.
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | ¡me conseguí un oso pardo! |
Enviado: | martes 10 de diciembre, 2122, 10:04 PM LST |
Querido Pie Grande:
Al final la Sra. Drissold no es tan mala. Hoy papá me llevó al puerto. Me levanté súper temprano y le preparé los huevos en polvo como a él le gustan, con toneladas de extracto de levadura y salsa picante. Después, cuando se vistió para ir a trabajar yo salí del apartamento detrás de él, dejando los cuencos del desayuno en el fregadero (conseguimos un cuenco nuevo para mí, no tan bonito pero mejor que tener que esperar todas las mañanas). Papá dijo ¿para qué diablos me estás siguiendo? Y le contesté que la Sra. Drissold había dicho que tenía que ir a trabajar con él y que todos los chicos estaban haciendo lo mismo. No me tomé el trabajo de decirle que se lo había contado la noche anterior. Por Dios, dijo él. El puerto no es lugar para un niño. Pero cuando llegamos me consiguió el traje de un señor bajito que trabaja en el turno de la noche ¡y pude caminar en el vacío!
Papá me llevó a recorrer el lugar y me presentó a todos sus amigos. Este es mi hijo, Ace, decía, y todos sus amigos decían que yo era más grande que el dueño del traje que yo tenía puesto. Papá tenía esos grandes brazos para alzar cosas atados con correas a la espalda de su traje, por encima de sus brazos propios, y los usaba para trasladar cajas enormes de mineral, fármacos y suministros de un lado al otro. ¡Parecía casi tan fuerte como tú!
Puso todas las cajas que iban de vuelta a la Tierra en esas cosas con forma de cilindro que sellan, meten en el cañón de riel y disparan hacia la Tierra. Nunca vi nada que se mueva tan rápido como esos cilindros. Fue fabuloso. Las cosas que llegaban aterrizaban en los grandes pozos magnéticos, que son como lo contrario de los cañones de riel. Cuando llegaba un envío, todos los hombres se amontonaban alrededor para ver qué había dentro.
De ahí sacó papá el regalo para mí. Abrió una de esas cajas y cayeron un montón de estúpidos juguetitos de plástico, bloques de construcción, cachivaches para maestros, cosas así. Vaya, dijo papá. Mercadería rota. Toma algo, hijo, de recuerdo.
Había una sola cosa que estaba más o menos buena, un oso pardo robot de plástico. Cuando llegué a casa, el oso caminó y rugió por todas partes hasta que se le acabaron las baterías. ¡Buenísimo! Tú debes ver montones de osos. Seguro que peleas con ellos todos los días cuando vienen a robarte las bayas del desayuno.
Después, el puerto se puso aburrido. Papá hacía lo mismo todo el tiempo, levantaba cajas y las ponía donde el capataz le decía que las pusiera, pero cuando me preguntaba, yo le decía sí, es un trabajo fantástico, papá. A veces hay que decir esas cosas aunque realmente no las creas.
Papá cocinó un poco de tocino verdadero que sacó de otra caja de mercadería estropeada. Nunca me imaginé que algo pudiera tener tan buen sabor. Me duele la panza, pero no me quejo. ¡Seguro que tú comes tocino todo el tiempo!
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | capataz estúpido |
Enviado: | lunes 14 de diciembre, 2122, 9:37 PM LST |
Querido Pie Grande:
Parece que nunca volveré a comer tocino de verdad. Cuando volví de la escuela papá ya había regresado del trabajo. Había una botella vacía de screech, pero no fue como la última vez. Él no estaba furioso; solamente lloraba y quería abrazarme. No paraba de disculparse y de decir que nunca me había hecho ningún bien y yo no sabía qué contestarle. Dijo que el capataz lo había despedido porque lo sorprendió llevándose mercadería estropeada a casa. Agarró mi oso pardo y algunas cosas del congelador y dijo que tenía que devolverlas o tendría más problemas. Después se fue y no lo veo desde entonces.
Llené algunas botellas con agua para cuando vuelvan a cortarla, pero no servirá de mucho. Nos cobran por gota, dice siempre papá, pero yo voy a esconder un poco por si acaso.
Tengo una idea, Pie Grande. Todavía no te contaré mucho, pero creo que ya sé cómo puedo ir a visitarte.
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | no se lo cuentes a nadie |
Enviado: | martes 22 de diciembre, 2122, 8:24 AM LST |
Querido Pie Grande:
Cortaron el agua, pero no me importa. Ya solucioné todo. ¡Iré a verte! ¿Recuerdas que hace un par de semanas fui a trabajar con papá? Bueno, la semana pasada me metí en el puerto a escondidas, me robé el traje del señor bajito y revisé todo el lugar. ¿Recuerdas esos cilindros que envían a la Tierra con el cañón de riel? ¡Ese es mi boleto para viajar! Solo tengo que meterme dentro de uno de esos antes de que lo sellen y así podré viajar gratis a la Tierra. Hasta me fijé dónde aterrizan y escucha esto: ¡es en el océano! Ni siquiera tendré que preocuparme por la gravedad.
Pero hay un problema y es que allá hay muchos hombres que se darán cuenta si me meto en una cápsula. Pero los viernes no. Todos los del puerto estaban hablando de la Navidad y que a unos pocos les había tocado trabajar ese día y que planeaban beber screech todo el día para poner al capataz de mal humor. Bueno, si van a beber screech no hay forma de que noten mi presencia. Quiero estar aquí para Navidad, pero esta es mi única oportunidad.
No le conté a nadie de esto porque sé que nadie me dejaría ir, pero el viernes voy a hacerlo.
No puedo esperar más para verte. Y no te preocupes, no le diré a nadie que voy para enseñarte a leer. Es nuestro secreto.
Ace
Para: | rickjones4@avalonlink.nl.luna |
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De: | acejones32@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | perdón – hasta pronto |
Enviado: | jueves 24 de diciembre, 2122, 11:15 PM LST |
Querido papá:
Perdón por tener que irme. Sé que quizás estás tremendamente enojado conmigo por escaparme a escondidas sin decirte nada, pero yo sabía que no me dejarías ir y mi plan es demasiado bueno. Seguramente llegaré a la Tierra en pocos días y saldré a buscar a Pie Grande. Voy a tomarle una foto que venderemos en millones y tú también podrás venir a vivir con nosotros. Viviremos todos en el bosque, con agua gratis y aire gratis, y podrás pescar si quieres, y tal vez hasta podremos traer a Melinda.
No estés tan enojado. Te veré pronto. Te dejé unos desayunos en el refrigerador, caliéntalos y estarás bien. Hay algo de agua en el fondo del armario. Me llevé un par de botellas, pero no te preocupes porque te devolveré el dinero.
Veré si puedo conseguir una gallina. Tendremos huevos de verdad para cuando tú llegues.
Ace
Para: | Piegrande@cascades.us.terra |
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De: | rickjones4@avalonlink.nl.luna |
Asunto: | |
Enviado: | viernes 1 de enero, 2123, 4:33 AM LST |
Pie Grande:
Debo estar loco para escribirle a un maldito Pie Grande. Hace mucho tiempo que mi cabeza está en llamas. No puedo hablar con nadie de esto. Los hijos de puta de la compañía de transporte me hicieron firmar un acuerdo de confidencialidad después de pagarme más de lo que nunca había ganado por trabajar para ellos.
Por supuesto, en Avalon hay unos pocos que saben lo que pasó. Melinda, los tipos que trabajaron en el puerto el día de Navidad, pero a ellos también les cerraron el pico con dinero, así que deben estar felices de que Ace haya hecho lo que hizo.
Pero yo todavía no puedo creer que ese chico la estuviera pasando tan mal. Estuve leyendo todo lo que escribió y me duele tanto ver que fui un imbécil… pero me duele mucho más escuchar su voz en los malditos correos que te escribió. No sé si alguna vez volveré a escuchar esa voz. Desearía que te hubiera escrito más mensajes.
Los cabrones de la compañía de transporte dicen que debe haberse ahogado. No encontraron ni un pedazo suyo cerca del lugar donde amerizó la cápsula y eso que, según ellos, lo buscaron durante días. Pero el traje que se robó tendría que haberlo mantenido a flote. Mierda, no puede ser que esté en el fondo del océano, no puede ser. Siento que la cabeza me va a explotar de solo pensarlo. Tiene que estar contigo. El traje flotó y no estaba lejos de la costa; era un chico fuerte, podía sobrevivir. Y tenía tantas ganas de verte… Más te vale que lo estés cuidando muy bien, tan bien como él me cuidaba a mí.
Melinda y los demás idiotas están comprando apartamentos nuevos, dientes de oro y otras porquerías inútiles con su dinero cierra-la-boca, pero tendrían que estar ahorrando para la próxima vez que corten el agua. En cuanto a mí, la luna no me quitará un centavo del dinero de Ace. Gastaré todo lo que me pagaron en un pasaje a la Tierra.
Voy a buscarte. Atravesaré a pie todos los bosques de allá si tengo que hacerlo. En el camino, nadaré en arroyos, treparé árboles, comeré tocino y huevos, tal vez hasta pise a una estúpida marmota. Toda la mierda que mi hijo tendría que haber hecho. Él no merecía vivir aquí. Yo no lo merecía a él. Tú no mereces tener que esconderte en una cueva y yo no merezco encontrarte, pero te puedo asegurar que, durante el resto de vida que me quede, lo intentaré a sangre y fuego.
Rick, el papá de Ace
Título original: Teaching Bigfoot to read © Geoffrey W. Cole – Traducción: Claudia De Bella © 2011.
Geoffrey W. Cole está titulado en Biología e Ingeniería y vive con su maravillosa esposa en Roma, Italia. Sus cuentos aparecieron en Clarkesworld, Orson Scott Card’s Intergalactic Medicine Show, Apex, y próximamente en On Spec. Geoffrey es miembro de SF Canada, asociación bilingüe de escritores, artistas y otros profesionales del campo de la Ciencia Ficción, Fantasía, Horror y Ficción Especulativa. Su sitio web es www.geoffreywcole.com.
Esta es su primera participación en la revista.
Este cuento se vincula temáticamente con LUCY Y EL MONSTRUO, de Ricardo Bernal; CRIATURAS TRANSLÚCIDAS, de Bimal K. Srivastava y ALGO EN EL LAGO, de Andrés Diplotti.
Axxón 222 – septiembre de 2011
Cuento de autor norteamericano (Cuentos : Fantástico : Fantasía : Criatura fantástica : Canadá : Canadiense).