Hacer un blog personal implica un poco desnudar el alma, o al menos una parte de ella. Mostramos fotos, hablamos de lo que estamos leyendo, de lo que nos gusta ver o hacer, incluimos noticias que nos llaman la atención, reflexionamos. De alguna forma siempre estamos hablando de nosotros.En mi caso, el blog es una excusa para darle forma a algunas ideas sobre cómo escribir cuentos: cosas que uno intuye (incluso equivocadamente) sobre este proceso.
Mucho de lo que acá se diga está inspirado en un taller dado en el marco de la Fundación Ciudad de Arena, junto con Eduardo Carletti, que tenía el ambicioso nombre de Taller de Creación de Universos. Ése es al menos el punto de partida. Porque en este camino de explorar y sistematizar lo que uno aprendió desordenadamente, habrá otros aciertos y yerros que son de mi exclusiva responsabilidad.
El nombre del blog responde a que si se busca esa palabrita en Google, aparecerán de manera casi exclusiva referencias a una serie de cuentos ambientados en un universo creado por mí, con relatos propios o escritos a cuatro manos (junto a Daniel Vázquez). Es una palabrita que me señala y al mismo tiempo me condena. Para bien o para mal. Como este blog.
Imagen: Guillermo Vidal, 2006
Alejandro, me parece una excelente idea que hayas comenzado con este blog. Para mí, un blog es una suerte de editorial cotidiano, el que, como bien decís, nos desnuda. Pero también lo podemos usar como bandera, una bandera que nos identifique.Así que adelante con esta Cronoelipsis… pero no te enrosques en ella, ¿eh?
Gracias, Dany. Trataré de no enredarme.
Me parece excelente tu blog, me inspira a continuar con mi intento de escribir algún día algo bueno, espero visitarlos de forma periódica y hacerte algunas consultas dentro de lo posible