La NASA probará un hábitat con semillas en un robot lunar en el 2015

Si las plantas pueden vivir en la Luna, entonces los humanos también, opina la NASA. La agencia estadounidense planea enviar experimentos para intentar el cultivo de plantas sometidas a condiciones protegidas en el entorno lunar. En el futuro, estos invernaderos podrían proveer recursos para que se establezcan humanos como colonos en el satélite natural de nuestro planeta

Se planea enviar una unidad de prueba a bordo del robot de Moon Express, una misión que viajará a la Luna en 2015 gracias al concurso Lunar X-Prize de Google.

La unidad estudiará la germinación de plantas a la gravedad lunar y con la radiación que existe en la Luna.

Después del aterrizaje del robot, se agregará agua a las semillas en el módulo y se monitoreará su crecimiento durante 5 a 10 días, y se comprará en comparación a una planta de control aquí en la Tierra.

Entre las semillas se enviará arabidopsis, albahaca y nabos. Si este experimento resulta, NASA espera realizar más investigaciones a plazos más largos con diversas plantas y en diferentes condiciones.

Anuncia la organización Moon Express

China acaba de lanzar una sonda robótica a la Luna con el objetivo de convertirse en la tercera nación en llegar a la superficie lunar. Entretanto, una historia un poco más humilde fue creciendo en los medios del mundo sobre los planes de la NASA de enviar plantas a la Luna con el módulo de aterrizaje robótico Moon Express en el año 2015. Debido a que es una carga útil de la NASA, cualquier organización reconocida con el compromiso y la capacidad de llegar a la superficie lunar tendrá la oportunidad de llevar el experimento Lunar Plant “LP- X“, pero por supuesto esperamos que vuele primero con la misión Moon Express.

Los medios han recogido en una revelación de bajo perfil de la NASA sobre el trabajo en curso sobre “LP -X: El primer vuelo del Experimento Lunar de Crecimiento Vegetal” (Lunar Plant Growth Experiment), y la historia se ha convertido en viral en Internet, como era de esperar, como ocurrió con un concepto similar anunciado en 2009, una iniciativa privada llamada “Lunar Oasis”, con los amigos de los organizadores de Moon Express en la Corporación de Desarrollo Espacial Paragon, EEUU, y el congresista Gabrielle Giffords y Chris McKay respaldando al equipo de ciencia.

Es una gran historia que conecta con la gente común a través de muchas culturas. La vida es compleja y las lecciones aprendidas de la primera cosecha extraterrestre serán importantes. Es ciencia nspiradora en su mejor momento. El investigador principal de LP-X, el Dr. Chris McKay de Ames en la NASA lo sabe, y ha defendido la idea de enviar un experimento con plantas a la Luna y a Marte durante muchos años. “Hemos estado encantados de trabajar con Chris y su equipo de la NASA Ames en el concepto de diseño y esperamos dar cabida a la LP- X en nuestra misión inaugural a la Luna en 2015, creciendo a donde nadie ha crecido antes”.




Fuente: NASA y varios medios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Un sensor español que mide la contaminación urbana gana Premio "Ciudades Inteligentes"

Un sensor ciudadano llamado Smart Citizen, hecho en Barcelona, fue distinguido con el premio World Smart Cities. El novedoso dispositivo electrónico, concebido en el Fab Lab del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) en Poble Nou, fue seleccionado entre más de 200 proyectos a nivel mundial por su contribución al concepto de ciudad inteligente

El kit de Smart Citizen permite a cualquier ciudadano medir los niveles de contaminación y de ruido en su entorno y compartir la información en tiempo real en la red. El proyecto fue desarrollado a partir de una placa electrónica de hardware abierto Arduino y fue financiado a través de Goteo, la red de financiación colectiva y colaboración distribuida.

“El camino hacia la ciudad inteligente es el empoderamiento del ciudadano”, asegura Tomás Díez, director del Fab Lab de Barcelona, el centro de educación, investigación, diseño y producción que se ha convertido en referente mundial de la fabricación digital, avanzando hacia la idea de la Fab City.

“Imaginemos una ciudad en la que cualquiera pueda medir no sólo la humedad y la temperatura, sino la contaminación ambiental y acústica desde su propio balcón”, advierte Díez. “Imaginemos que esa información se pudiera subir y compartir en el acto en las redes sociales”.

“Pues bien, esa posibilidad está ya ahí con un dispositivo como el Smart Citizen, que ha sido creado de una manera colaborativa y que de alguna manera se mantiene fiel a su espíritu”, agrega el director del Fab Lab. “La idea es tener herramientas que te permitan tener información de primera mano, y contribuir de paso a la transformación de la ciudad en un lugar más vivible y respetuoso con el medio ambiente”.

El Smart Citizen, desarrollado en colaboración con Acrobotic Industries en California, el Hangar INteraction Lab y el IAAC, simboliza de alguna manera el futuro que ya está aquí, como se ha podido ver estos días en la feria Smart Cities. Allí estuvo por cierto otro invento autóctono, la Urbike diseñada por el catalán Eduard Sentís en su taller-garaje de Rubí. La Urbike es una bicicleta robusta e industrial, con ruedas macizas y sin cadena, que se ha convertido en la base de la primera bicicleta pública “inteligente” en Dinamarca.

Bicis públicas que nos ayudan a elegir el mejor camino, dispositivos que informan sobre las plazas libres de aparcamiento en plena calle, semáforos con luces Leds que envían señales a los móviles de los invidentes, farolas que autorregulan su intensidad en función del trasiego de peatones, contenedores que avisan cuando están llenos o al menor conato de incendio…

El horizonte de la smart city, volcada hasta ahora en el terreno de la movilidad urbana y la eficiencia energética, entra ahora una nueva dimensión con la llegada del smart citizen. “No podemos seguir teniendo ciudadanos pasivos en una ciudad inteligente”, concluye Tomás Díez, el director del Fab Lab barcelonés, que se presagia el advenimiento del fab citizen.

Barcelona acogerá precisamente el próximo año el décimo encuentro internacional de Fab Labs, una nueva vuelta de tuerca hacia el futuro colaborativo y productivo que ya está aquí.

Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti



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