La Inteligencia: un bien cósmico escaso
Avanzados telescopios terrestres y espaciales descubren planetas orbitando estrellas lejanas casi a diario, pero un científico inglés sostiene que incluso si algunos de estos planetas son como la Tierra, es muy improbable que alberguen habitantes inteligentes.
En un artículo reciente, publicado en la revista Astrobiology, el profesor Andrew Watson, de la Universidad East Anglia, describe un modelo matemático para la evolución de vida inteligente como el resultado de un número pequeño de pasos discretos.
Los modelos de pasos evolutivos han sido usados con anterioridad, pero Watson ve un factor limitante: La habitabilidad de la Tierra (y presumiblemente la de otros mundos) depende del brillo del sol. Como la mayoría de estrellas, a medida que avanza en la secuencia principal, el brillo del sol se incrementa (se cree que ahora es un 25 por ciento más brillante que cuando se formó la Tierra). Dentro de mil millones de años, esto elevará la temperatura terrestre a un promedio de 50 grados centígrados, haciendo que el planeta sea inhabitable.
Cuatro pasos importantes
Aplicando la esperanza de vida al modelo de evolución por pasos, Watson estima que aproximadamente cuatros pasos son requeridos para que una civilización inteligente se desarrolle en la Tierra. Estos pasos o etapas incluyen la emergencia de vida unicelular quinientos millones de años luego de la formación del planeta, vida multicelular mil quinientos millones de años más tarde, células especializadas que permiten formas de vida compleja con órganos funcionales mil millones de años después, y un lenguaje humano mil millones de años luego de la etapa precedente.
Varios de estos pasos están de acuerdo con las transiciones observadas en el registro arqueológico.
Watson estima a la probabilidad de que la vida inteligente evolucione como el producto de las probabilidades de cada una de las etapas necesarias. En su modelo, la probabilidad de cada etapa de evolución ocurre en cada época en una cuantía de diez por ciento o menos (0,1), de tal modo que la probabilidad de la emergencia de vida inteligente es bastante baja (menos que un 0,01 por ciento en cuatro mil millones de años). Incluso si la vida inteligente emergiera eventualmente, el modelo sugiere que su persistencia se mantendrá relativamente corta en comparación con el período de habitabilidad del planeta en el cual se desarrolla.
El método matemático utilizado por Watson asume que cada paso evolutivo es independiente de los otros, aunque deben ocurrir en secuencia. Watson considera que esto es "una razonable primera aproximación para algo que es, después de todo, una especie de modelo muy idealizado, deliberadamente simplificado para que el modelo pueda ser resuelto analíticamente".
Terrestrial Planet Finder, de la NASA, es uno de varios instrumentos destinados a detectar planetas alrededor de otras estrellas. Si el modelo de Watson es correcto, incluso si algunos de estos planetas son como la Tierra, es poco probable que sean el hogar de seres inteligentes. Crédito: NASA / JPL |
Cambios críticos
Watson también sugiere que algunos de los pasos evolutivos críticos pueden cambiar la biosfera de forma irreversible.
El desarrollo de plantas fotosintéticas, por ejemplo, dio lugar a una atmósfera de oxígeno, que fue un precursor necesario para el desarrollo de animales complejos. Una vez que ocurrió esta transición, cualquier paso evolutivo posterior debió realizarse en una atmósfera de oxígeno, lo que de seguro limitó las oportunidades de que seres con respiración no basada en el oxígeno evolucionaran.
Watson dice en la conclusión de su artículo: "...sólo en aquellos raros planetas en donde evolucionaron criaturas complejas pueden existir observadores que realizan preguntas acerca de la evolución y buscan una respuesta". Consultado sobre la posibilidad de que una civilización espacial avanzada pueda ser capaz de sobrevivir al dañino brillo de su sol migrando del planeta en que se desarrolló, Watson responde que lo cree posible: "el modelo sólo predice el momento en que la 'inteligencia' puede surgir basado en el tiempo de habitabilidad. Una vez que los observadores existen, ellos pueden hacer todo tipo de cosas para encontrar nuevos lugares donde vivir".
Seth Shostak, astrónomo senior del Instituto SETI, opina lo siguiente sobre el trabajo de Watson: "Tenemos, por supuesto, sólo un ejemplo de vida inteligente (de hecho, de cualquier tipo de vida). Eso significa que no es posible estimar a partir de esta única instancia cuál es la probabilidad de vida en otros mundos, a menos que conozcamos completamente todos los procesos relevantes de la evolución".
Fuente: Astrobiology Magazine
Autor: John D. Ruley
Traductor al español: Leonardo Montero Flores
|