03/Jul/05

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La nanotecnología invadirá el cuerpo humano

La Unión Europea asume la investigación en nanomedicina, que usa estructuras microscópicas para curar enfermedades.

(Reuters) La próxima revolución industrial se manifestará ante la vista de potentes microscopios, a escala nanométrica (la millonésima parte de un milímetro). Ha tardado en llegar, pero la Comisión Europea ha caído en la cuenta de lo que significa este pronóstico. Se ha servido para ello del informe que acaba de elaborar la ESF (European Sciencie Foundation) y que ha asumido como propio para su política científica.

Algo falla —según los grupos que han trabajado en el documento— cuando se están invirtiendo 400 millones de euros y los resultados apenas son visibles. Para los dos investigadores españoles de la ESF, los profesores José Rivas y María José Alonso, de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), el primer efecto va a ser una Plataforma Tecnológica Europea de Nanomedicina, el área en que el diseño de partículas ínfimas para transportar fármacos ha dado un giro radical al tratamiento de enfermedades como el carcinoma de mama o la diabetes.

Las conclusiones son demoledoras, al advertir las posibilidades del desarrollo de nanopartículas en cinco campos: el diseño de herramientas de diagnosis y dispositivos para comprender la base molecular de las dolencias; aplicaciones clínicas; nuevas terapias y sistemas de liberación de fármacos; y la toxicología.

La profesora Alonso sintetiza las ventajas: el grupo que lidera ha demostrado cómo, a diferencia de los fármacos antitumorales tradicionales, que afectan no sólo a las células malignas, «cuando el medicamento 'viaja' a través de una nanoestructura, éste le dirige, protege y consigue orientar su impacto sólo a células tumorales».

Como éste, el grupo abandera otros trabajos de investigación que prometen, incluso, como rubrica el profesor Rivas, terminar con el 'apartheid' científico del Tercer Mundo.

Los proyectos permitirán la administración ingerida de la insulina o la aplicación de vacunas por vía nasal, con el ahorro que supone.

De momento, en la cuestión del dinero, Europa (a la zaga de EE.UU. o Japón) suspende de forma tajante, quizás por los "recelos y el desconocimiento" que esta área de conocimiento ha suscitado.

España, donde el primer grupo de trabajo se configuró hace poco más de un año y medio, apenas invierte 12 millones. Este julio verá la luz la primera Plataforma de Nanomedicina española con metas para dentro de una o dos décadas.