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"Éste es el mayor experimento del mundo"
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Interesante entrevista realizada por El País al físico francés Robert Aymar, quien está a cargo, desde 2004, de la
dirección del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN, junto a Ginebra), con el cometido de culminar la
construcción del nuevo gran acelerador, el LHC, instalado allí en un túnel de 27 kilómetros. Para dentro de unos meses,
se espera la puesta en marcha de esa colosal máquina científica, dedicada a explorar cómo funciona el universo en sus
componentes fundamentales.
Aymar tenía ya mucha experiencia en la dirección de grandes proyectos e instituciones científicas -incluido el programa
del reactor internacional de fusión Iter-, cuando asumió, hace casi cuatro años, la dirección, del CERN. Hasta entonces
se había dedicado a la física del plasma y la fusión nuclear, pero en el mundo de las partículas elementales se sintió
cómodo desde el principio porque, dice, "las áreas de física pueden ser diferentes pero los métodos son los mismos: la
curiosidad por descubrir algo nuevo, la calidad de los experimentos, el análisis en profundidad, la contrastación de los
resultados... la investigación fundamental es similar en cualquier campo". Aymar, 71 años, en su despacho en el CERN,
presenta el panorama de lo que queda por hacer hasta lograr los primeros choques de partículas en el LHC, el año que
viene, y las perspectivas de avanzar en el conocimiento del microcosmos y del macrocosmos.
Pregunta. Se acerca la hora de estrenar el LHC. ¿Cuál es el calendario?
Respuesta. El LHC se empezó a diseñar en los años ochenta, y en 1996 se aprobó su construcción. Ahora
está casi listo. El plan de trabajo es asegurar que podemos empezar a obtener datos científicos a mediados del año que
viene, para que a finales haya resultados significativos. Eso significa que todos los sistemas tienen que funcionar
correctamente, toda esta enorme cantidad de equipos, máquinas, detectores, cables, aceleradores, de imanes, etcétera.
P. ¿El encendido es un proceso largo?
R. Sí, y podemos decir que ya estamos encendiendo. De hecho, parte del acelerador está ya en su estatus
operacional. Pero tenemos que hacerlo con todos los sectores, de manera que en la próxima primavera se crearán ya
los haces de partículas en la máquina para hacerlas chocar en condiciones estables.
P. Este calendario supone un cambio respecto al de hace unos meses, que contaba con un ensayo el próximo
noviembre.
R. Si, teníamos previsto una fase de funcionamiento de ingeniería en noviembre, aunque sin toma de datos
científicos aún. Pero hemos suspendido ese paso y vamos directamente al objetivo fundamental de empezar a hacer
física con el LHC a mediados de 2008. Esto se debe a que hemos tenido problemas con unos grandes imanes
defectuosos y hemos preferido cancelar ese encendido de ingeniería para arreglarlos, sin aplazar el inicio de la
operación científica del acelerador.
P. ¿Cómo explicaría a los no especialistas qué se pretende descubrir con esta gran máquina?
R. Aquí hacemos investigación fundamental. Nos planteamos preguntas esenciales que, sin experimentos como
el LHC, no podríamos responder. Sabemos que estamos hechos de materia, y conocemos sus ladrillos fundamentales:
los átomos, los núcleos de los átomos, las partículas que los forman... También conocemos las fuerzas de interacción de
esas partículas. Son los componentes de la materia, de lo que están hechas las galaxias, las estrellas, los planetas y
nosotros mismos. Pero se nos escapan cosas. Por ejemplo, en las galaxias hay algo que no sabemos qué es pero cuyo
efecto observamos, y que supone el 25% de la masa del universo. Queremos averiguar de qué se trata esa materia
oscura; hay muchas teorías, pero sólo los resultados experimentales nos pueden dar respuestas correctas.
P. ¿Por qué necesitan unos experimentos tan complejos?
R.Este es el mayor experimento del mundo. La cuestión es que necesitamos alcanzar altas energías en las
colisiones de partículas -con el LHC superamos casi en un orden de magnitud a los aceleradores previos-.
Sencillamente aplicamos la ley de Einstein: la energía se transforma en masa (las partículas) y ésta, en energía de nuevo.
En las colisiones a energía suficientemente alta se producirán nuevas partículas, incluida, tal vez, una especial que
estamos buscando. El problema es que no entendemos el proceso que genera la masa de todas las cosas, y esa
partícula que buscamos, el bosón de Higgs, puede ayudarnos a explicarlo.
P. ¿Qué ha sido más difícil en el proyecto del LHC?
R. Para hacer un acelerador mucho más potente que los anteriores hay que innovar mucho. La innovación en
el LHC es muy grande y había que lograrlo con la solución más barata. La receta del éxito del proyecto es hacer esta
máquina enormemente compleja con una cantidad de dinero, que tampoco es tan grande: unos 4.000 millones de euros.
P. ¿Y qué significa para la ciencia y la tecnología europeas?
R. Hacemos física fundamental, pero necesitamos desarrollar instrumentación, computación, redes
informáticas... todo esto no está disponible en el mercado, así que desarrollamos las herramientas que necesitamos. Y
hacemos mucha transferencia de tecnología, para que toda esa innovación llegue a la sociedad. El ejemplo más famoso
es la web, que se descubrió aquí, en el CERN, en 1990, porque los físicos necesitaban una red de ordenadores para
trabajar juntos. Otro ejemplo: transferimos a la medicina, para diagnóstico hospitalario y tratamientos, las tecnologías
que desarrollamos.
P. ¿Qué beneficio saca un país como España de su participación en el LHC?
R. España no es diferente de los otros países europeos y el beneficio de su participación es obvio desde el
punto de vista científico y de entrenamiento con los físicos del más alto nivel. Pero para la industria es muy importante
también. Tenga en cuenta que encargamos a las empresas cosas mucho más difíciles que lo que pide un cliente estándar,
con un control de calidad y una precisión que no son normales. La industria aprende, mejora, se hace más competitiva...
las empresas suelen estar muy orgullosas de trabajar con nosotros.
Fuente: El País. Aportado por Francisco Costantini
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Más información:
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