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Estudio responsabiliza a la luz solar por la rotación de asteroides y sus satélites
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Los asteroides con satélites naturales, lo que los científicos llaman asteroides binarios, son comunes en el Sistema Solar.
Una cuestión de larga data ha sido la forma en que la mayoría de tales satélites se formaron
En la edición esta semana de Nature, un trío de astrónomos de la Universidad de Maryland y de Francia dice que la
respuesta sorprendente es la luz solar, la cual puede aumentar o disminuir la velocidad de giro de un asteroide.
Derek Richardson, de la Universidad de Maryland, su ex-alumno Kevin Walsh, ahora becario Poincaré en el Grupo de
Planetología del Laboratorio Cassiopée del CNRS, en el Observatorio Côte d'Azur en Francia, y el líder del grupo y
coautor Patrick Michel, esbozaron un modelo mostrando que cuando la energía solar hace rotar a un asteroide formado
por "escombros apilados" a una velocidad lo bastante alta, el material es arrojado del ecuador del asteroide. Este
proceso también expone material fresco en los polos del asteroide.
Ver animación.
Si los pedazos expurgados del asteroide alcanzan un exceso de movimiento suficiente a través de las colisiones entre sí,
entonces el material se aglutina en un satélite que sigue la órbita de sus progenitores. Ya que el modelo del equipo
coincide estrechamente con las observaciones de asteroides binarios, éste completa las piezas faltantes del
rompecabezas del Sistema Solar. Y podría tener muchas más consecuencias también aquí en la Tierra. El modelo
proporciona información sobre las formas y la estructura de los asteroides binarios cercanos a la Tierra, y podría ser
vital en caso que fuese necesario desviar a una pareja de ellos lejos de un curso de colisión con la Tierra.
Por último, según los autores, estos hallazgos sugieren que una misión de recolección de muestras en un asteroide binario
podría traer material nuevo expuesto en los polos del asteroide progenitor, proporcionando la oportunidad de investigar
la composición del interior de un asteroide, sin tener que excavar en él.
Rotación alimentada por la luz solar
Se estima que cerca del 15% de los asteroides cercanos a la Tierra y del cinturón principal, con diámetros menores a 10
kilómetros, tienen satélites. Los científicos han determinado que estos pequeños asteroides binarios no se formaron al
comienzo del Sistema Solar, lo que indica que algunos procesos aún activos los han creado. "La primera idea fue que los
satélites de estos pares de asteroides probablemente se formaran por las colisiones y / o encuentros cercanos con
planetas", dijo Richardson, profesor asociado de astronomía en la Universidad de Maryland. "Sin embargo, se constató
que estos mecanismos no podían explicar la gran cantidad de asteroides binarios presentes entre los cercanos a la Tierra
y en el interior del cinturón principal de asteroides".
Estudios recientes han descrito un proceso térmico, conocido como el efecto YORP por los científicos (Yarkovsky,
O'Keefe, Radzievskii, Paddack) que lo identificaron. La luz solar puede acelerar o desacelerar la rotación de un
asteroide. Se pueden ver evidencias generalizadas de este mecanismo en la notable abundancia de ambos, tanto los que
rotan rápido, como los que lo hacen lentamente, entre los asteroides cercanos a la Tierra, y los pequeños asteroides del
cinturón principal, escriben Walsh, Richardson y Michel en el artículo de Nature.
El trío modeló diferentes tipos de asteroides hechos de 'montones de escombros' -trozos de roca que se mantienen
unidos por la gravedad. Este trabajo, con apoyo de la National Science Foundation (NSF), la NASA, la Agencia
Espacial Europea y el Programa Nacional francés de Planetología, es el primero en mostrar cómo la lenta aceleración de
la rotación de esos asteroides durante millones de años de pérdida de masa puede formar binarios. "Nuestro modelo
coincide casi exactamente con las observaciones de nuestro caso testigo: el asteroide binario KW4, que ha sido
observado increíblemente bien por el radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico, apoyado por la NSF", dijo Walsh.
Impacto profundo de los asteroides
"Basándonos en nuestros hallazgos, el efecto YORP parece ser la clave para el origen de una gran parte de los binarios
observados", dijo Michel. "Las implicaciones son que los asteroides binarios están formados preferentemente por el
agregado de objetos [montones de escombros], que concuerda con la idea de que esos asteroides son muy porosos. La
naturaleza porosa de estos asteroides tiene importantes repercusiones para las estrategias de defensa si nos
enfrentásemos con el riesgo de impacto de uno de estos objetos con la Tierra, porque la energía necesaria para desviar
un asteroide depende sensiblemente de su estructura interna", agregó.
Se pueden encontrar cráteres en doblete formados por el impacto casi simultáneo de objetos de tamaños comparables
en una serie de lugares de la Tierra, lo que sugiere que los asteroides binarios han impactado a nuestro planeta en el
pasado. Similares cráteres en doblete también pueden encontrarse en otros planetas. Los autores dicen que sus
resultados actuales también sugieren que una misión espacial a un asteroide binario regresaría con material que podría
arrojar nueva luz sobre la historia temprana del Sistema Solar.
El material más antiguo en un asteroide permanece debajo de su superficie, explicó Richardson, y el proceso de
expulsión por rotación de este material de la superficie del cuerpo primario del asteroide para formar su satélite, o
cuerpo secundario, debería descubrir el material más viejo y profundo. "Por lo tanto, una misión para recoger y traer una
muestra del cuerpo principal de ese asteroide binario podría darnos información sobre el material más prístino y viejo
dentro del asteroide, al igual que la misión Deep Impact (impacto profundo) liderada por la Universidad de Maryland,
nos dio información sobre el material más prístino dentro de un cometa", dijo Richardson. Michel añadió: "Traer material
prístino es el objetivo de nuestra propuesta de la misión Marco Polo, que está actualmente en estudio por la Agencia
Espacial Europea, en asociación con JAXA, de Japón".
Fuente: Cielo Sur. Aportado por Graciela Lorenzo
Tillard
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