20/Jun/07

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Música de ciencia ficción

La Casa de los Tiros acogió un concierto de reacTable, un instrumento musical electrónico desarrollado por un grupo de investigadores de la Pompeu Fabra

Un centenar de personas tuvieron el privilegio de asistir anoche al estreno en Granada de un extraño instrumento musical de alta tecnología, reacTable, desarrollado por un grupo de músicos e ingenieros de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. En el mundo existen sólo cuatro o cinco de estos aparatos, uno de ellos fabricado para la cantante islandesa Björk, que se interesó por el invento hace unos meses y lo ha incorporado a su gira mundial, con la que llega a España en julio.

El instrumento es una mesa luminosa que reacciona al contacto de unas fichas plásticas con diversos iconos que ejecutan diferentes funciones sonoras: hay filtros, generadores, moduladores, bibliotecas de sonidos... Los músicos pueden poner y quitar las fichas, rotarlas y desplazarlas para crear diferentes efectos musicales. En la superficie azulada de la mesa aparecen animaciones que representan la actividad del instrumento y las relaciones entre los objetos colocados sobre ella.

ReacTable puede ser manipulado por varias personas al mismo tiempo -en teoría, no hace falta formación para crear música con este ingenio, que pueden utilizar hasta los niños- y también por Internet. Anoche el intérprete fue Claudio Nervi, músico chileno que trabaja en el Music Technology Group de la UPF, que 'tocó' una versión portátil.

El resultado musical puede gustar o no, pero es, cuando menos, inquietante. Sonidos acuosos, animales, robóticos o sobrenaturales se combinaban con voces humanas distorsionadas, notas de piano o simples chirridos. El fluido sonoro variaba del 'techno' más bailable a la melodía sinfónica.

El concierto gratuito, enmarcado en las actividades paralelas del Festival Cines de Sur, se desarrolló en el patio del museo Casa de los Tiros a partir de las 22.30. Mientras Nervi manipulaba la mesa, la imagen se proyectaba en una de las paredes del patio.

Arte extraterrestre

Entre el público, cerca de un centenar de personas en una primera tanda -unos llegaban, otros se marchaban-, había jóvenes, pero también familias y grupos de maduritos, además de algún bebé. La mayoría estaban más atentos al espectáculo visual que a la música, pero nadie disimulaba su asombro. «Fantástico», resumió un espectador. «Mis hijos jugarán con esto dentro de veinte años», vaticinó otro. Y un tercero, más imaginativo, aventuró: «Igual esta es la música que se escucha en otros planetas».

Fuente Ideal Digital: . Aportado por Gustavo Courault