La SpaceShipTwo enciende sus impulsores cohete y cumple su primera prueba de vuelo supersónico

Tras varios años de retrasos, el avión suborbital SpaceShipTwo (SS2) ha llevado a cabo hoy su primer vuelo propulsado

La SS2 despegó unida a su nave nodriza WhiteKnightTwo (WK2) desde el aeropuerto de Mojave a las 7:02 hora local. 45 minutos después, y tras alcanzar una altura de 14,3 kilómetros, la SS2 se soltó del WK2 y encendió su motor durante 16 segundos, rompiendo la barrera del sonido (Mach 1,2) y alcanzando una altura máxima de 16 kilómetros.

Posteriormente, la SS2 regresó planeando al aeropuerto a los mandos de Mark Stucky y Mike Alsbury. La duración total del vuelo —denominado PF01— de la SS2 fue de diez minutos. Antes de este vuelo, la SS2 ha realizado nada más y nada menos que 24 vuelos sin propulsión para validar el sistema, el último de los cuales tuvo lugar ayer mismo.

Recordemos que la SS2, construida por Scales Composites, es el producto estrella de la compañía Virgin Galactic, propiedad del millonario Sir Richard Branson y de Aabar Investments PJS de Abu Dhabi. Virgin Galactic planea llevar a cabo vuelos turísticos suborbitales con la SS2, que tiene capacidad para dos pilotos y seis pasajeros. Durante estos vuelos, la SS2 debe superar los cien kilómetros de altura, la subjetiva frontera del espacio. El proyecto SS2 nació en enero de 2008, pero desde entonces ha sufrido todo tipo de retrasos por culpa de la mala situación económica internacional y por diversos problemas técnicos. Durante los próximos meses, Virgin Galactic planea realizar más vuelos propulsados de la SS2 hasta alcanzar el espacio antes de finales de año.

La SS2 no es una nave espacial. No alcanza ni de lejos las velocidades ni energías asociadas a un vuelo orbital (unos 28.000 km/h comparado con los aproximadamente 3000 km/h de la SS2), pero es la gran esperanza blanca de las iniciativas privadas de turismo espacial. La predecesora de la SS2, la pequeña SS1, realizó en 2004 tres vuelos suborbitales por encima de los cien kilómetros, lo que permitió que ganase el premio Ansari X-Prize en su categoría. Pero, sea una nave espacial o no, ¿a quién no le gustaría darse una vuelta en este cacharro? Eso sí, recordemos que la SS2 carece de sistema de escape de emergencia y que el billete saldrá por 200.000 dólares. Pronto organizaremos en Eureka un concurso ‘benéfico’ para si eso -ejem- ‘recaudar fondos’ de cara a informar sobre el tema en primera persona.

Fuente: Eureka. Aportado por Eduardo J. Carletti

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