El agua en la Tierra y la Luna proviene del mismo origen, los meteoritos

El geólogo Alberto Saal suma respuestas y también interrogantes sobre la Luna. Detectó que el agua que posee el satélite natural de nuestro planeta tiene la misma «huella digital» que la terrestre, por lo cual han de tener un mismo origen. Y que ese origen no son solo cometas, como pensaba la comunidad científica. Saal se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba, pero desde hace años trabaja en la Universidad de Brown (EEUU). Publicó esta semana un nuevo trabajo en la prestigiosa revista Science

Se cree que la Luna se formó a partir de un disco de escombros que quedaron cuando un objeto del tamaño de Marte impactó con la Tierra hace 4.500 millones de años. Los científicos han estimado que el calor de un impacto de este tipo causaría la vaporización de los elementos volátiles como el agua. Es decir, que la Luna habría tenido un origen seco. El agua detectada en sus polos provendría del impacto posterior de cometas.

Saal, y sus colegas Erik Hauri, Malcolm Rutherford y James Van Orman analizaron la “huella digital” del agua lunar y la compararon con la terrestre. Analizaron el hidrógeno y su isótopo pesado, el deuterio. Los isótopos son átomos de un mismo elemento con diferente número de neutrones. La proporción de hidrógeno-deuterio es la huella digital que marca el origen del agua.

El origen que indica la huella digital son los meteoritos del tipo condritas carbonáceas. “La explicación más simple de lo que encontramos es que había agua en la proto-Tierra cuando ocurrió ese gran impacto. Parte de esa agua sobrevivió al choque, y es la que detectamos en la Luna”, dice Saal.

En tanto su colega Hauri agrega: “Las mediciones fueron muy difíciles, pero los nuevos datos son la mejor evidencia de que los meteoritos de condritas carbonáceas son una fuente común para el agua en la Tierra y la Luna, y tal vez todo en todo el Sistema Solar».

“Todos los que estudian la física de la formación de planetas insisten que se requiere un impacto gigante para formar [un satélite natural como] la Luna. Si es así, no sé exactamente qué aspecto del modelo puede explicar que no toda el agua se haya perdido”, asegura Saal. Ese es el interrogante que ha dejado en el aire este nuevo trabajo.

Aunque todavía sin pruebas, Saal se anima a responderla: “La idea es que había como una nube grande a alta temperatura donde el gas y material fundido estaban en equilibrio, rodeando la Tierra y la proto Luna. Eso produjo como una protección que evitó que todo el hidrógeno se perdiera en el vacio. Es una idea, pero no hay cálculos que la confirmen”.

Fuente: Varios medios. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: