Es posible que el debate sobre Plutón salga del primer plano en favor a otro sobre cuál es el más grande en la escala planetaria. Los astrónomos descubrieron en estos últimos tiempos objetos supermasivos que desdibujan la frontera entre un planeta y una auténtica estrella
La complicación va más alla de definir si un objeto es una estrella por poseer o no fusión termonuclear en su interior. Los cazadores de planetas habitables encontraron en estrellas distantes objetos que orbitan en enanas del tamaño de Júpiter, el gigante gaseoso de nuestro sistema solar. Tales hallazgos pueden ser los eslabones perdidos en escala que va desde los planetas a las estrellas.
«En conjunto, estos descubrimientos van a cambiar a lo que llamamos un planeta», dijo Sara Seager, una astrofísica del MIT. «Hasta ahora se discutía que tan grande podía ser un objeto y aún seguir siendo un planeta».
Las enanas marrones representan a los objetos más grandes que pueblan el espacio que va desde los planetas a las estrellas. Son más pequeñas que las tenues enanas rojas, que pueden tener hasta 70 veces la masa de Júpiter. Muchas parecen ser estrellas fallidas que nunca alcanzaron la fusión y algunas enanas marrones más frías y pequeñas son incluso más parecidas a los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno.
Una de estas enanas marrones llegó a los titulares en abril del 2008. El objeto, que flota libre en el espacio, tiene una masa entre 15 a 30 veces la de Júpiter y representa el objeto más frío de su tipo con 350 grados Celsius. Los astrónomos lo condieran como un posible representante de una nueva clase de objetos, el cual es parte del eslabón perdido del rompecabezas planetario.
Yendo hacia abajo en la escala, se tuvieron imágenes de planetas extrasolares por primera vez a finales del año pasado. Incluían el descubrimiento de un sistema de tres planetas donde los objetos tenían entre 7 a 10 veces la masa de Júpiter. Otro descubrimiento involucró al planeta Fomalhaut b, el cual tiene una masa de tan sólo tres veces la de Júpiter.
Tales objetos caen por debajo del límite superior generalmente aceptado de 13 veces la masa de Júpiter. Sin embargo, los hallazgos podrían ayudar a los científicos a revisar sus definiciones planetarias basados en cómo se forman los objetos, en lugar de sólo en su masa. Ambos sistemas contienen discos de polvo que reflejean su joven edad, y también se muestra consistente en cómo los planetas probablemente se formaron en nuestro sistema solar y en otros lugares.
La incerteza existente en relación con los objetos de gran tamaño, estuvo presente aún durante el debate sobre Plutón, que se realizón en marzo del 2009 en el Museo de Historia Natural en Nueva York. Seager señaló al sistema de los tres planetas como un ejemplo de la evolución del conocimiento científico en materia de grandes planetas.
«Nadie está escribiendo una ley o regla que diga como usted debe llamar esto o aquello», dijo Seager, refiriéndose a los más de 300 planetas extrasolares orbitando estrellas alienígenas
Quizás esto sólo signifique que los científicos elijan el planeta más grande conocido una vez que reconsideren sus definiciones. Pero es muy probable que los descubrimientos en curso más allá de nuestro sistema solar, le quiten el título de peso pesado en cualquier momento.
Fuente: Space.com. Aportado por Gustavo Courault
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