La astrometría terrestre recibe un golpe al encontrarse con el anuncio de un planeta que no existe
Tacha un planeta de la lista de 400 encontrados alrededor de otras estrellas en otros sistemas estelares: un planeta propuesto cerca de una estrella a unos 6 pársecs de la Tierra podría no existir, después de todo.
El hallazgo también es un golpe para la estrategia de búsqueda de planetas llamada astrometría, que mide el movimiento de bamboleo de una estrella en el espacio para ver si un objeto no visible podría estar orbitándola. Se ha usado la astrometría terrestre durante más de un siglo, pero ninguno de los planetas extrasolares detectados han sido verificados en posteriores estudios.
En mayo, Steven Pravdo del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, y sus colegas, generaron nuevas esperanzas para la técnica cuando anunciaron un exoplaneta seis veces más masivo que Júpiter orbitando VB10, una estrella de aproximadamente una treceava parte de la masa del Sol, utilizando un telescopio en el Observatorio Palomar en el sur de California (S. Pravdo y S. Shaklan Astrophys. J. 700, 623–632; 2009). Pero ahora un grupo liderado por Jacob Bean de la Universidad Georg-August en Gottingen, Alemania, ha usado un método diferente, y no ha encontrado nada. “El planeta no está allí”, dijo Bean.
Bean y sus colegas usaron una perfeccionada técnica llamada de velocidad radial, que ha servido para encontrar la mayoría de los planetas extrasolares detectados hasta el momento. El método busca desplazamientos en las líneas del espectro de absorción de la estrella para seguir su movimiento hacia la Tierra y alejándose de ella, que estaría provocado por la influencia de un planeta.
Las medidas de velocidad radial normalmente aprovechan las bandas visibles del espectro electromagnético. Pero VB10 es una estrella muy tenue y emite la mayor parte de su luz como radiación infrarroja. En el Very Large Telescope (VLT, Telescopio Muy Grande) de Chile, Bean colocó una célula de gas rellena de amoniaco en el camino de la luz de la estrella, permitiéndole calibrar el instrumento para el infrarrojo.
“Definitivamente tendríamos que ver una cantidad significativa de variación en nuestros datos si [el planeta] estuviera ahí”, dice Bean, que ha enviado el trabajo a la revista Astrophysical Journal (J. L. Bean et al. Astrophys. J. preimprsión en http://fr.arxiv.org/abs/0912.0003; 2009).
Pravdo dice que Bean y sus colegas “pueden estar en la cierto, pero hay una exageración en su rechazo de nuestro planeta candidato”. El artículo de Bean, por ejemplo, sólo descarta la presencia de un planeta de al menos tres veces la masa de Júpiter, dice Pravdo, añadiendo que el trabajo “limita ciertas órbitas de posibles planetas pero no de todos los planetas”.
“Por desgracia, la astrometría es una actividad muy compleja”, cuenta Bean, explicando que la atmósfera terrestre puede provocar distorsiones que afecten a las mediciones. Los astrónomos que usan astrometría dependen de la observación de un campo de estrellas aproximadamente a la misma distancia de la estrella objetivo para calibrar sus medidas, y esto puede ser complicado, dice Alessandro Sozzetti, experto en astrometría del Observatorio de Turín en Italia. “Incluso si pensamos que hemos seleccionado un buen conjunto de estrellas de referencia”, dice, “puede que aún estemos limitados por los efectos atmosféricos, que pueden causar unas sacudidas extra” en el movimiento de esas estrellas.
Alan Boss, experto en exoplanetas de la Institución Carnegie de Washington, está de acuerdo. Señala a la famosa ‘detección’ de 1963, del astrónomo holandés Piet van de Kamp usando astrometría para afirmar que había dos planetas orbitando la Estrella de Barnard; un hallazgo rechazado una década más tarde. La disputa sobre el planeta VB10, dice Boss, “es otro ejemplo de cuán complejo es detectar planetas extrasolares usando astrometría desde tierra”.
Los astrónomos esperan que la astrometría funcione mucho mejor por encima de los efectos distorsionadores de la atmósfera. Dos misiones espaciales en desarrollo —GAIA de la Agencia Espacial Europea, prevista para su lanzamiento en 2012, y la Misión de Interferometría Espacial de la NASA, con fecha de lanzamiento aún por fijar— usarán la técnica para buscar planetas tan pequeños como la Tierra alrededor de estrellas similares al Sol, dice Sozzetti. Más significativamente, la astrometría puede ofrecer la masa de un planeta, mientras que la velocidad radial sólo coloca un límite inferior sobre la misma.
Bean admite que los astrónomos podrían algún día encontrar un planeta alrededor de VB10 si escrutan la estrella bastante tiempo y concienzudamente. “La principal lección de VB10″, dice Boss, es que se necesita una gran cantidad de datos de alta calidad para estar seguro de que hay un exoplaneta.
Fuente: Ciencia Kanija. Aportado por Eduardo J. Carletti
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