El debate sobre la definición actual de «Planeta» sigue vigente y podría reavivarse la próxima semana, cuando la Unión Astronómica Internacional se reúna en San Paulo
Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Y si vive en Illinois, Plutón. Hace tres años la Unión Astronómica Internacional (IAU) decidió variar la definición de planeta, excluyendo a Plutón, que pasó a ser considerado un «planeta enano». Este descenso de categoría no fue visto con buenos ojos por la gente de Illinois, hogar de Clyde Tombaugh, que en 1930 fue el primero en divisar el astro.
Así, en marzo de este año, el Senado de este estado decidió aprobar una resolución en la que establecía que «cuando Plutón pase por el cielo de Illinois, se le restituirá su condición de planeta». Además, en lo sucesivo, el 13 de marzo será declarado «día de Plutón» en honor a su descubridor.
Aunque los miembros del senado actuaron movidos por el afecto a su paisano Tombaugh, la realidad es que los astrónomos aún discrepan sobre los estándares para la clasificación de planetas. De hecho, una de las razones esgrimidas por Illinois para devolver su estatus a Plutón es que en la última reunión de la IAU, celebrada en Praga, sólo votaron un 4% de sus miembros.
La actual definición de planeta engloba a todos aquellos cuerpos celestes que tengan suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido y adopten forma esférica, y, además, que alejen o atraigan a los objetos a su alrededor, o, dicho de otra forma, que «hayan limpiado su vecindad de planetesimales (objetos a su alrededor)». Es esta última parte la que excluye a Plutón, Ceres y el resto de planetas enanos.
La próxima semana la IAU se reunirá de nuevo en Sao Paulo, aunque su presidente Karel van der Hutch espera que no se reavive el debate al respecto. Sin embargo, algunos astrónomos siguen afirmando que la definición actual es insostenible. Entre ellos se encuentra Alan Stern, responsable de la misión New Horizon que explorará Plutón en 2015. Según esta facción, si se trasladase la tierra al lugar en el que se encuentra el planeta enano, no sería capaz de «limpiar su vecindad» de modo que también perdería su condición de planeta.
Fuente: El Mundo. Aportado por Matías Buonfrate
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