El primer mapa completo de los lagos que hay debajo las capas de hielo de la Antártida revela que la secreta red de agua en el continente es mucho más dinámica de lo que pensábamos. Podría actuar como un potente lubricante debajo de los glaciares, lo que contribuye a la elevación del nivel del mar
A diferencia de los mapas anteriores de lagos, que se limitan a pequeñas regiones, Ian Joughin, de la Universidad de Washington en Seattle, y sus colegas, hicieron un mapa de124 lagos subglaciales en la Antártida mediante el láser del satélite ICESat de la NASA.
El equipo también observó el drenaje y llenado de los lagos. Mientras que los lagos del interior tienden a ser estáticos, muchos lagos costeros han cambiado significativamente. Algunos incluso parecen estar conectados por canales bajo el hielo de cientos de kilómetros de largo. Por ejemplo, cuando los lagos ubicados aguas arriba debajo del glaciar Recovery drenan 3 kilómetros cúbicos de agua, los lagos aguas abajo ganan una cantidad similar (Journal of Glaciology, vol 55, p 573).
El agua que fluye bajo los glaciares puede actuar como lubricante, haciendo que el hielo sobre tierra se acelere hacia el mar y añada nivel al agua. «Las implicaciones para el flujo de hielo son potencialmente muy significativas», dice Andy Smith, del British Antarctic Survey en Cambridge, Reino Unido. Esos lagos sin canales de drenaje evidentes son de particular interés, dice, ya que podrían estar propagando una fina capa de agua lubricante por debajo de los glaciares.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti