En una imagen reciente del telescopio espacial Hubble de la ESA y la NASA se capturó la que parece ser una de las galaxias más brillantes y bizarras en el firmamento, pero en realidad es el resultado del choque a gren velocidad de un par de galaxias espirales que recuerdan a nuestra Vía Láctea
El resultado de esta drástica colisión, al que se le llama NGC 2623 o Arp 243, se encuentra a alrededor de 250 millones de años luz en la constelación de Cáncer (el Cangrejo).
No es sorpresa que las galaxias que interactúan produzcan drásticos efectos entre sí. Los estudios han mostrado que mientras se aproximan se arrastran cantidades masivas de gas desde cada una de las galaxias hacia el centro de la otra, hasta que al final se fusionan en una galaxia de mayor masa.
NGC 2623, el objeto de la imagen, está en la última etapa del proceso de fusión con los centros del par de galaxias originales fundiéndose en un único núcleo. Sin embargo, extendiéndose desde el centro, se ven dos colas gigantes de jóvenes estrellas que nos muestran que se está produciendo una fusión. Durante esta colisión, el drástico intercambio de masas y gases dispara el proceso de formación estelar, que se ve aquí en ambas colas.
La prominente cola de más abajo está muy poblada con brillantes cúmulos estelares, cien de ellos descubiertos en estas observaciones. Los grandes cúmulos estelares que observó el equipo en las galaxias fusionadas son más brillantes que los cúmulos más brillantes que vemos en nuestros alrededores. Estos cúmulos estelares se pueden haber formado en un bucle estirado de material asociado a la cola del norte, o quizá se formaron a partir de los restos que caen hacia el núcleo. Además de esta región de activa formación estelar, ambos brazos galácticos alojan muchas estrellas jóvenes en etapas tempranas de evolución.
Algunas fusiones (incluyendo a NGC 2623) pueden dar como resultado un núcleo galáctico activo, donde uno de los agujeros negros supermasivos del centro de las galaxias originales se pone en acción. La materia se ve arrastrada hacia el agujero negro, formando un disco de acrecimiento. La energía provocada por el frenético movimiento calienta este disco, haciendo que emita en una ancha franja del espectro electromagnético.
NGC 2623 es tan brillante en el infrarrojo que encaja en el grupo de galaxias infrarrojas muy luminosas (LIRG) y se la ha estudiado extensamente como parte del proyecto GOALS (The Great Observatories All-Sky LIRG Survey, o relevamiento LIRG de la totalidad del cielo por grandes observatorios), que une información de algunos de los telescopios espaciales más avanzados, entre ellos el Hubble. Además, con datos adicionales de telescopios infrarrojos y de rayos X se pueden caracterizar objetos como núcleos de galaxias activas y de formación estelar en el núcleo, lo que revela lo no visible en las longitudes de onda del espectro visual.
El proyecto GOALS suma datos del telescopio espacial Hubble de la ESA y la NASA, el telescopio espacial Spitzer, el Observatorio Chandra de rayos X y el Explorador de Evolución de Galaxias (GALEX), los tres últimos de la NASA. Los esfuerzos en conjunto de estas poderosas instalaciones de observación han aportado un nítido dibujo de nuestro Universo local.
Los datos que se usaron para esta imagen de composición de colores fueron tomados en el 2007 por la ACS, Cámara Avanzada para Relevamientos, ubicada a bordo del Hubble. Las observaciones fueron dirigidas por el astrónomo Aaron S. Evans. Un equipo de más de 30 astrónomos, que incluye a Evans, publicó recientemente un importante estudio general, donde se detallan los primeros resultados del proyecto GOALS.
Otras observaciones del telescopio de la Misión de Espejos Múltiples de rayos X, XMM-Newton, de la ESA, contribuyeron a la comprensión que tienen los astrónomos de NGC 2623.
Fuente: Hubble. Aportado por Eduardo J. Carletti