La esperanza ni siquiera duró un segundo. El reciente intento de la NASA para rescatar al vehículo Spirit, atrapado en la arena de Marte desde el pasado mayo, ha resultado de lo más frustrante
Siguiendo las órdenes de los responsables del proyecto desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena (EE.UU.) (Jet Propulsion Laboratory, JPL), el rover hizo un amago de movimiento para salir de su trampa pero se paró antes de que pasaran sesenta segundos. Es una pena, ya que hace tan sólo unos días había dados sus primeras muestras de actividad. En estos momentos, el robot espera nuevas instrucciones, pero todo apunta a que las dificultades para insuflarle vida van a ser numerosas.
El Spirit debía realizar dos movimientos hacia adelante, girando sus ruedas tres revoluciones cada vez. Si el rover hubiera estado en tierra firme habría sido capaz de recorrer más de 4,5 metros. Sin embargo, el terreno marciano en el que está aprisionado es movedizo, y la máquina se detuvo por seguridad cuando sus ruedas realizaron una inclinación lateral superior a un grado, un esfuerzo mayor a los límites permitidos.
Con cautelaLos ingenieros creen que es mejor actuar con cautela y hacer pequeños intentos antes de forzar la máquina y enviar al rover al desastre. Ya en su día, advirtieron de que el rescate podría durar semanas o meses, con la posibilidad de que no tuviera éxito y el viejo Spirit acabara sus días en una tumba de arena. Los trabajos se realizarán hasta febrero. Si no hay resultados, los ingenieros desistirán.
Uno de los mayores impedimentos para el rescate es la composición del terreno marciano. Una parte del vehículo está asentada en arena basáltica mezclada con polvo de óxido de hierro -típico del Planeta Rojo-, y otra parte está hundida en arenas ricas en sulfatos. Por si fuera poco, una roca puede rozar su parte inferior, lo que complicaría aún más la posibilidad de escape, y las tormentas de polvo han cubierto los paneles del rover y han reducido su energía a un nivel mínimo.
El Spirit y su gemelo Opportunity han enviado hasta ahora más de 250.000 imágenes de Marte y 36 gigabytes de información sobre la geología y la atmósfera del planeta, incluyendo la confirmación de que albergó agua en su pasado remoto. Desde 2004 han recorrido 21 kilómetros del agreste terreno marciano superando temperaturas extremas hasta los 100 grados bajo cero.
Fuente: ABC. Aportado por Eduardo J. Carletti
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